Eros...¿quieres amar?

Yuuri... final

El velorio fue tranquilo, en el cementerio donde había traído los restos de Guang.

Leo no tenía muchos amigos pero los pocos que fuimos dijimos cosas bellas de él

-Es tu turno.- me indico Magda mientras me paraba.

Yurio solo me veía, lo había llevado y curiosamente al verlo recordó que era un buen amigo de Viktor.

"Me hubiera gustado hablar con él, conocer más de Viktor" me dijo en una oportunidad que tuvimos.

-No pienso decir todas las cualidades que Leo tenía, no pienso echar en cara que él era mejor en la química que yo; también lo era en la tecnología. No pienso decir lo que lo hacia el gran padre que era, tampoco quiero decir por qué Guang se llama así, ese secreto ambos nos los llevaremos a la tumba, porque así le decidimos y por el buen amigo que fue conmigo.... No tengo nada que decirle a lo que sobra de él; todo lo que lo apreciaba se lo dije en persona, él sabía que era mi mejor amigo, él sabía que contaba conmigo siempre; lo sabía y lo supo hasta el final así que ver su cuerpo, como el montón de huesos y músculos que somos, puedo estar tranquilo sabiendo que al final, si existe el más allá como la biblia lo dicta, él está con nuestros amigos, haciendo las estupideces que solíamos hacer.- Vi a la gente que estaba en el lugar, no éramos muchos, por lo cual no fue difícil dar con él.

Pasaron 2 personas más y empezaron a meter el cuerpo bajo tierra.

-Yurio, quiero que me escuches con atención.- Le susurre habla con Jessica, dile que necesitas que te de trabajo, ayer logre dejarte trabajo; Isabela te va ayudar y también Guang, el hijo de Leo que seguirá con el legado familiar.-

-No entiendo lo que me dices.- Yurio parecía confundido pero yo no perdía mi objetivo.

Hoy acabaría todo como debía ser.

-Solo hazme caso.- El chico solo asintió y no volvimos a tocar el tema.

La gente empezaba a irse, yo solo intercambie unas cuantas palabras con su familia y me quede un rato más.

-Yurio, ya vete.- le dije.

-Te espero.- Negué con la cabeza y saque una carta de mi bolsillo.

-Ten.- se la di.- Cuando llegues a la cueva la abres, te dará suerte.- Yurio solo me vio extraño.

Y un gran remordimiento entro en mí.

-Sabes, confío que a tu edad sabes lo que haces, perdona si no logro ser el villano que querías ser; pero así es la vida y así hay que vivirla tal y como venga. Solo los valientes sobreviven.- Bese su coronilla y lo mande a casa.

Me quede viendo la tumba de Leo, pose mi vista arriba, donde estaba la de Guang.

-Ojala la de Viktor también estuviera aquí.- susurre al viento y vi como las personas se iban en sus autos.

Cuando la última persona se fue por fin hable.

-No se te ocurra matarme como si fuera uno más, yo soy especial ¿o no?- Dije volteándome a verlo.

-Yuuri.-

-Phichit.-

Tenía que admitir que se veía totalmente diferente, se veía más adulto con su piel morena, sus ojos negro intenso, su sonrisa medio trastornada y su calibre 99 apuntandome.

Pero lo que más me llamo la atención es la gran deformación que tiene en la mitad de su cara, esa enorme cicatriz lo hace ver como un demonio escondido en el cuerpo de un humano.