Capítulo 3.-

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DESSIRÉ

CAPÍTULO 3.-

Espero sentada frente al escritorio de Arturo mientras mis ojos recorren la oficina con muebles de caoba- ¿por qué tarda tanto?- Acomodo mi falda y paso mi mano por mi cabello para alisarlo.

- Perdón, tuve que atender una llamada urgente – se disculpa mi profesor.

- Sí, no pasa nada.- respondo a secas.

- Dessiré no puedes estar haciendo eso.- me reprende.

- ¿Hacer qué?- digo mientras acerco mi cuerpo a él y desabrocho el primer botón de mi blanca camisa.

- ¡Esto!, estarme provocando en clases.- contesta nervioso.

Suelto una risa por lo alto.

¿Provocando en clase?- luego me muerdo sutilmente mi labio inferior.

- Claro, ¿Apoco crees que no he visto como me miras? ¿Cómo muerdes tus labios cuando te pregunto algo? ¿Cómo juegas con tu cabello? ¿cómo te quedas después de clases para estar a solas conmigo? ¿Cómo...

- ¿Y tienes miedo o qué?- Lo reté.

- ¿Miedo?-Repitió.

- Si, miedo.

- ¿Miedo a qué?- preguntó mi profesor soltando una risa nerviosa.

- A que te guste como te lo haga.- dije mirándole fijamente a sus grises ojos.

La cara se le incendió de un color rojo carmesí y luego hubo silencio. Él tragó un poco de saliva.

- ¿De qué estás hablando?- respondió mientras se acomodaba nerviosamente en su asiento y se ajustaba el nudo de su corbata.

- De sexo.

Se me quedó viendo en silencio lo que me pareció una eternidad, vi como en sus ojos se reflejaba el deseo, ¡parecía arder! Se mordió su labio inferior con un poco de fuerza y me miró fijamente a los labios.

Incliné lentamente mi cuerpo hacia él y le dije con apenas un susurro.

- ¿Apoco no me deseas?

- Cada jodido segundo del tiempo – respondió luego de seguirme con su mirada.

Acto seguido, tenía sus labios en mi boca dándome un largo beso, sentí su lengua en mi garganta, le acaricié la nuca con mis dedos y le respondí el apasionado beso.

Afuera de escuchaban pasos de la gente en el pasillo y la puerta estaba entre abierta, era cuestión de un empujón para dejar al descubierto nuestra pasión.

Arturo pasó su mano por debajo de mi falda y tocó mis bragas, su otra mano estaba tomando con fuerza mi cintura, yo eché mi cabeza hacia atrás para brindarle un mejor espacio a sus besos en mi cuello. Sentí como con fuerza me ponía contra la pared mientras yo desabotonaba su camisa, luego me tomó del trasero y me subió al escritorio, ¡Oh por Dios! Esto es tan cliché pero había sido mi fantasía desde hace ya vario tiempo.

Abrí mis piernas dando paso a su cuerpo en medio de mí y termino desabotonando la blusa que llevaba, en un instante y esperando a ser liberados mis pechos conocieron el sabor de su boca, gemí despacio y lleve mi cabeza hacia atrás de tanto placer, Arturo fue llevando sus besos por mi abdomen y se metió debajo de mi falda, con sus dedos movió mi panti y pudo saborear mi sexo, pasó su lengua por toda mi área, la metió y movió. Esos movimientos me hicieron casi alcanzar la cima del éxtasis, lo separé de mi cuerpo con mis piernas, y en un intento desesperado abrí su pantalón, pude observar lo grande y firme que estaba su miembro y lo acaricié con ambas manos, él se acercó a mí y lo ayudé a entrar a mi cuerpo para sentir su erección dentro de mí.

DessiréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora