Dessiré

Capítulo 10.-

DESSIRÉ

CAPÍTULO 10.-

- ¿Estás segura que te quieres quedar? Justo Mario estará pasando por mí en un par de minutos, no me gustaría dejarte sola.- dice mi amiga ayudándome a secar mi cabello con una toalla mientras estamos sentadas en la sala de la casa de Aldo.

Mi mirada seguía clavada en las paredes de cristal, podía ver a través de ellas el jardín y como Salvador era apapachado por aquella rubia. Él la tenía sentada sus piernas y le daba pequeños y estúpidos besos en sus mejillas mientras ella jugaba con su dorado cabello. Salvador llevaba puesto sólo los vaqueros y a un lado de él estaba su cazadora y su playera previamente mojada. Él pasó su mano por el cabello de ella y con suavidad le quito el moño de la cola de caballo que llevaba para dejarlo suelto, luego la puso en su muñeca y al final, le dio un beso en los labios.

¿Se imaginan como arde un edificio en llamas y en lugar de arrojarle agua le arrojan gasolina? Justo así me sentía en ese momento. Sentía una rabia absoluta dentro de mí, podía sentir mis pupilas llenarse de aquella patética y estúpidamente romántica escena.

- ¿Dessiré?-volvió a hablarme Valentina al no tener respuesta de mí.

- No, no me quiero ir, aún no ha terminado la noche- respondí mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro.

Mi amiga se posó detrás de mí y continuó acariciando mi cabello cuando de pronto siguió mi mirada y encuentra la misma escena que yo.

- Vamos, ¿no encuentras adorable a ese par?- dice refiriéndose a Salvador y a la chica.

Giro lentamente mi mirada fulminante hacia ella y me quedo con la mirada fija en mi amiga. Vale se me queda viendo con los ojos muy abiertos y asustados cuando digo:

- Totalmente adorables, pero no por mucho.- y luego le regalo una sonrisa traviesa.

Me paro del sofá y vuelvo a pasar mis manos por mi cabello y lo acomodo, luego me echo un vistazo al espejo que hay en la pared y acomodo también mi sostén que para ésta hora de la noche ya parece formar parte de mi look inicial. Abro la cremallera de mi cazadora que previamente ha sido secada por mi amiga y con los vaqueros aun húmedos pongo un poco de labial sobre mi boca, tomo una botella de vodka que está en la barra, la abro y tomo un largo trago directo de ella.

- ¿Qué tienes en mente Dessiré?- me pregunta un tanto asustada mi amiga.

- Solo divertirme un poco.- respondo.

- Tengo que irme. Prométeme que vas a estar bien y no harás locuras.- dice Vale llevando su móvil a su oreja para contestar una llamada.

- Descuida, toda esta noche correrá a la perfección.- respondo sin quitar mi vista de aquel par.

Ambas salimos de la casa cuando de nueva cuenta soy interceptada por el dueño de la casa.

- Hola de nuevo.- dice Aldo con una sonrisa en los labios.

- Siento mucho lo de la piscina... yo...

- No te preocupes, ¡estuvo genial!, temía que nadie se metiera por el clima pero... ya ves que todos la pasan bien- dijo señalando a las personas que seguían dentro de la alberca- ¿Quieres que te preste alguna de mis playeras?- dijo mirando mi look.

- No, solo agradecería que me trajeras mi top.- respondí con una sonrisa.

Giré mi vista hacia dónde antes estaba Salvador y su mirada encontró la mía, luego pude ver como quitó su sonrisa y clavó su mirada en nosotros.