Dessiré

Capítulo 29.-

DESSIRÉ

CAPÍTULO 29.-

Me muevo ligeramente de un lado a otro mientras destapo mi cabeza de entre las colchas. Siento los rayos del sol pegarme de lleno en la cara y aún sin abrir los ojos, sonrío. Me llena por completo esa sensación de calor sobre mi piel. Tallo suavemente mis ojos y de a poco los abro y entonces me quedo mirando unos minutos la cuidad que se ve desde mis ventanales. Hace un día soleado y perfecto y el cielo está despejado.

Escucho mi móvil sonar en la mesita de noche de lado de mi cama y entonces lo tomo entre mis manos: Es papá, así que tomo la video llamada.

- ¿Cómo amaneció mi princesa? ¡La graduada más linda de todo el mundo!- dice con ilusión desde otro lado de la pantalla cargando un montón de maletas.

- ¡Hola Papi!, recién me levanto, ¿Ya están en la cuidad?- pregunto con emoción.

- Justo estamos bajando del avión, cariño.- contesta mamá asomándose por la cámara.

- Bien, ya me visto y paso por ustedes al aeropuerto ¿va? Me imagino que vienen cansadísimos tantas horas de vuelo.

- Te esperamos mi niña. Me muero por besarte mi princesa.- dice mi mamá.

- Los amo, los veo en un momento.

Doy un salto de la cama hacia el cuarto de baño y tomo una ducha rápida, me visto unos pantalones deportivos y salgo de prisa al encuentro de mis padres.

Una vez en el aeropuerto me comen las ansias de verlos, pues ya han pasado 2 años desde la última vez. Desde que dejo mi auto en el estacionamiento corro a su encuentro, me paso a prisa por las salas de espera y entonces, ahí están mis queridos padres, cargando un montón de valijas.

Me echo a correr como niña pequeña y los abrazo a ambos. Mamá me llena de besos la cara y mi padre me toma las manos mientras me dice que he crecido mucho.

- Si ya es toda una mujer, cariño, ya no tiene 6 años.- dice mamá.

- Para mí siempre será mi Ágatha, cielo, mi niña chiquita.- contesta papá con lágrimas queriendo escapar de sus ojos.

- Vamos a casa.- digo emocionada.

- ¿A qué hora es la ceremonia?- pregunta mamá

- Aún hay tiempo.- respondo.

Llevo a mis padres a mi Penthouse y se quedan maravillados al ver lo bien que lo mantengo, preparo una rica comida para los 3 mientras charlamos y reímos, contamos anécdotas divertidas y mamá me llena de regalos lujosos, por su parte, mi padre no ha dejado de besarme la frente desde que me vio.

- Sabes cariño, tu madre y yo hemos llegado a una conclusión.- dice mi padre.- si no quieres ir con nosotros a París, puedes quedarte el departamento y comenzar tu vida aquí, si así lo prefieres.

Luego de escuchar eso, giro a mí alrededor y veo con detenida atención cada cosa con la que lo he decorado, cada una de las cosas que hay ahí y que forma parte de mí. Suspiro.

- El departamento es tuyo papi, véndelo si quieres...- respondo con una sonrisa mientras lo tomo de la mano.

- ¿Y qué va a ser de ti, cielo?- pregunta preocupada mamá.

- Seguiré mis sueños.- respondo con una sonrisa.

Me siento en el regazo de las piernas de papá mientras le devuelvo feliz el beso en la frente, mi madre se pone a la par de nosotros y nos envuelve en un abrazo.