Regresaste

El Doctor

Cristina prefirió no discutir, tenía miedo a que el doctor revelara a Francisco que traía en su vientre dos bebés

- Pero usted sabrá señor francisco que la situación de su esposa inspira cuidados.

- ¿Qué pasa a mi cristina, o al bebé? - sentó al lado cristina en cama , pasando la mano en su barriga, ella sintió tremendo asco, ese hombre a cada día forzaba un poco más de intimidad, la había besado y ahora estaba acariciando su vientre desnudo

- Usted tiene que saber que...

Cristina interrumpió con brusquedad

- Que no puedes entrar así de la nada en una consulta privada Francisco, por favor espera afuera, todo y cualquier problema que tengamos no será solucionado delante al doctor

- Es que ...

- RETIRATE - gritó ella

- No te alteres mi dulce cris, saldré por lo bien de todos - se acercó a su oreja y dijo: no te atrevas a decir nada a ese doctorcito, por el bien de Federico, Robles y también de su hija.

Cristina sintió la sangre helar

- Doctor llévame a un hospital, te lo suplico - empezó a llorar.

- Señora no puedo hacerlo yo solo, pero voy a darle un calmante para que rejales, por lo que vi no se llevan nada bien usted y su esposo. - cristina lloró mucho más.

- Doctor, acepto la medicina, pero necesito pedirte un favor, una ayuda y francisco no puede saber nada de lo que voy a decirte o pondrás mi vida y la vida de mis hijos en peligro.

- Me asusta señora cristina, puede usted confiar en mi

- Júrame doctor - sus ojos eran suplicantes.

- Se lo juro

El doctor le aplicó una inyección en la vena y en pocos minutos cristina estaba as calmada

_ ¿cómo está mi mujer? - preguntó Francisco

- Necesita reposar, necesita un mejor atendimiento señor

- Hazlo entonces - grito

- Necesita irse a un hospital, su embarazo es delicado

Llamaré a otro médico, no más necesitamos a usted - tirándole un sobre con dinero - sal de mi casa.

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Era otro día Federico se había instalado en un pequeño hotel en la ciudad de México. Recibió el investigador de policía que lo ayudaría en la busca por cristina

- ¿Señor está usted preparado para todo? - enseñándole una lista de los sitios donde empezarían la búsqueda por cristina

- ¿qué quiere decir? - sintió un miedo a brotar por la espina

- Tengo que ser muy sincero con usted, puede ser que no encontremos con vida a su esposa señor Rivero.

Federico en ese momento sintió que le faltaría todo el aire del pulmón.

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