Todo estará bien.

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La policía estaba en camino, no sabían que Federico y Carlos se habían adelantado, llamaron a la hacienda platanal y todos allá estaban ansiosos por saber más noticias de Cristina.



Cristina entró en la casa buscando a Francisco que de inmediato fue hacia ella



- ¿Qué pasa? – no tardó mucho en ver lo que estaba sucediendo – HOMBRES – gritó - que hacen acá, no permito que entren en mi casa – abrazó a cristina que se aferraba a él con mucho miedo a la gente le perseguía.

_ puede llamar a quien quieras, yo no saldré de aquí sin mi esposa ¿Qué le hiciste? – Federico veía aquella escena con tristeza y Francisco le sonreía cínicamente.

- Hace que mi mamá tome unas medicinas raras, creo que por eso o se acuerde nada, mucho menos de nosotros – dijo María del Carmen

- Cristina soy yo, Federico, tu marido ...

- Sácame de aquí, fui traicionada por esa niña, no sé quién es esa gente –su llanto era desesperador.

- Como pueden ver cristina solo confía en mí, les tiene miedo, ustedes están asustando a una mujer embarazada.

- Mamá ... Cristina, yo jamás te traicionaría.

- HOMBRES quiero que lleven a esa gente, pronto estaré con ustedes – un hombre puso un arma en la cabeza de Federico mientras tanto otros dos llevaban a María del Carmen y Carlos afuera en medio a golpes, Pancho dejó a un lado a cristina y caminó hacia a Federico – les voy a matar Rivero, a los tres, por metiches, como ves – mirando a cristina - la dulce Cris ahora es mía.

- ¡Cristina! – gritó Federico en desespero

- Francisco no le hagas nada, deja que se vaya con los muchachos – algo en los ojos de Federico la conmovió sinceramente.

- No te preocupes pronto serán pasado, quiero te arregles, nos vamos de aquí.



En ese momento entró la policía



- Suéltalo... gritó el comandante hacia al hombre que traía el arma en la cabeza de Federico – Francisco Velásquez estás detenido por una serie de crimines, pero principalmente por el secuestro de la señora cristina Álvarez de Rivero.

- Me voy de aquí con cristina y nadie nos impedirá – gritó mientras sacaba un arma del cinturón – se me impiden mis hombres matarán a la parejita que está en su poder.

- No más tiene salida, los jóvenes están bien, a salvo, quiero que tu hombre deje libre a Federico o lo vamos a matar. – siguió hablando - suelta el arma francisco no tienes salida, sacó una esposa y fue en dirección al hombre.

Cristina miró las esposas y una imagen confusa se formó en su mente:

<<_no puedes hacer eso - gritó Cristina cuando vio las esposas en las manos de uno de los hombres del comandante - corrió hacia Federico y se aferró a él >>

estaba aferrada a Federico, llorando y en vestido de novia





Francisco volteó fingiendo que dejaría a un lado el arma, pero tomó a cristina y salió corriendo, forzando que ella corriera, entonces el comandante disparó en la dirección de Pancho y Cristina paró de inmediato soltando un grito de dolor.

Los hombres del comandante junto a María del Carmen y Carlos Manuel, entraron en la sala y vieron una escena horrible, estaban Francisco y Cristina ensangrentados en el suelo, mientras Federico de rodillas gritaba por su esposa desesperadamente.

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Dios mío – horas después llegaba Consuelo en la capital para estar junto a su hija y su nieta - quiero ver a mi hija, quiero ver a mi Cristina.

- Abuela mi mamá ahora está siendo cuidada, tenemos que esperar. Por suerte encontramos al doctor que la cuidó aquí en la capital – abrazó a su abuela que lloraba – en ese momento está con Don Federico en su consultorio.

- ¿Cuándo vamos poder estar con ella?

- Pronto abuela, ahora estará todo bien.

En el consultorio

- Nada pasa por el acaso, reconocí a la señora cristina así que la vi entrar en el hospital.

- ¿Cómo conociste a mi mujer? – Federico estaba derrotado.

- Por un llamado de don Francisco Velázquez - le ofreció un vaso de agua y un calmante – pero ahora no estamos para esos asuntos, quiero que usted se ponga calmado, para que podamos hablar de la situación de su esposa.

Federico asintió y los resultados de los analices no tardaron en llegar.

- Estarán bien ... verdad – preguntó ansioso – mientras el doctor verificaba callado a los analices

- Sí , las tres están muy bien – le dijo el doctor sonriendo.



Nuevamente, por segunda vez en el mismo Federico se puso en choque.








*No tardaré en subir el otro capitulo

Gracias por leerme. 😊☆

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