Me enamoré de la chica nerd #I

CAPÍTULO 15: Mierda

...¡Emmy! ¡No! Ella no puede verme aquí. Me agaché y saqué de mi mochila unos lentes sin aumento que tenía para emergencias y me los puse para que no me reconociera.

Me tape la cara con el libro fingiendo estar leyéndolo pero la curiosidad me ganó y miré por encima de él.

Se veía más hermosa que nunca con el cabello mojado, se subió y se acercó hasta donde estaba yo.

¡Dios mío! Se está acercando a mí.

Mi corazón comenzó a acelerarse la velocidad de la luz.

Se sentó a mi lado y su brazo quedó en contacto con el mío, sacó su celular , conectó los auriculares, y posó su vista en un libro al que no le alcancé a ver la portada y comenzó a leer.

Me sentía tan genial por tenerla a mi lado, era la primera vez que estábamos así de cerca por más de diez segundos consecutivos.

El camión comenzó a caminar y guardé mi libro para que no se mojará y me percaté de que ella también lo hizo. Era increíble lo que un par de lentes, el cabello despeinado, capucha y espalda encorvada podían lograr.

Me recosté y dejé que las gotitas de agua me salpicaran por la cara dándome un sentimiento de paz y libertad.

Volteé a verla y tenía los ojos cerrados recostada de la misma forma en que yo lo estaba, pero no quería que se mojará y se enfermara así que iba a cerrar la ventana pero una mano suave se posó en la mía dándome un toque de electricidad y escalofrío, tenían cicatrices en el dorso y me tensé.

-¡No lo hagas, te lo suplico! -sus palabras de ruego y el toque de su mano me dejaron sin voluntad. No se cuanto duramos así pero podría estar así por el resto de mis días, hasta que ella la retiró y yo también- gracias.

No respondí por miedo a que me reconociera la voz.

Pero fue lo mejor que me había pasado en este día.

Llegamos a la escuela y mi mano al igual que todo mi cuerpo se sentía como si estuviera en gravedad cero,  flotando porque no sentía mi masa corporal.

No fui a ninguna clase, lo que hice fue irme a la biblioteca a seguir deleitándome con la lectura de aquel libro, el aroma que emanaba en aquel lugar es estupendo olía a pergamino y conocimiento, ese era uno de los mejores olores del mundo.

Nunca había sentido tanta paz y tranquilidad en un lugar como éste, pero me alegró haberlo encontrado, y hasta ahora nadie me había reconocido porque mi gorra y las gafas fueron suficiente camuflaje para que nadie me reconociera y ni siquiera me dirija la palabra, me encantó esta sensación de ser invisible ahora se que es sentirse como alguien normal, alguien no tan yo...y es genial.

La hora de comer llegó y valla que tenía hambre; entonces me levanté y fui a la cafetería por un par de emparentados sin mayonesa como me gustaba y un café, estaba pensando en ir a comer bajo el sauce pero por desgracia el clima estaba igual que en la mañana así que ahí debería estar mojado y lleno de lodo, mejor me fui a una mesa vacía que estaba en el extremo de la cafetería, al parecer ahí nadie se sentaba porque estaba muy cerca de la lluvia, y como a mi me gustaba no dejé ir es oportunidad.

Emmy:

Max nunca llegó a la escuela y eso era raro de él, el podría ser todo pero no era flojo...él jamás faltaba a clases ni porque estuviera lloviendo o haciendo demasiado frío y eso lo demostró el mes pasado porque hubo una semana que el frío estaba insoportable y la lluvia no ayudaba mucho...fueron los pocos días que mantuve la ventana del bus cerrada, y valla que odiaba eso; quizá se había enfermado y no pudo venir.

¿Y si es algo grave?

El me ayudo una vez y yo también debería hacerlo, pero...

¿Porqué me interesa?

Después de todo  le ayude con la calificación álgebra, aunque eso no es lo mismo.

¿¿Por qué nunca le pedí su número telefónico?

Decidí comer el par de emparedados (sin mayonesa porque me resultaba algo asqueroso desde una mala experiencia) y el chocolate que traje de casa. Fue una lástima que las ramas del sauce estuvieran mojadas y llenas de lodo porque me habría encantado comer ahí.

Me fui a la cafetería, algo que no me gustaba y no hacia muy a menudo y ahí estaba él, el chico que se sentó en mi lado en el asiento del bus y quería cerrar la ventana al que accidentalmente toqué su mano porque no quería que cerrara la ventana.

Estaba agachado en un extremo de la cafetería en donde la lluvia casi lo alcanzaba; detrás de sus gafas, oculto del mundo entre la exquisita lectura que le proporcionaba el libro que tenía entre manos al lado de su almuerzo que parece no haber siquiera tocado.

No había nadie en su mesa así que me acerqué.

Narrador externo:

Emmy se acercó a él decidida a hablar y pedirle asiento.

-Hola, ¿se puede? -dijo señalando el banco.

Max se puso nervioso, pues había reconocido la voz y temía que si hablaba ella reconocería la suya, así que solo asintió con la cabeza fingiendo estar concentrado entre las paginas de su libro.

Emma se sentía nerviosa pues no acostumbraba a hablar con nadie excepto aquellas pocas veces que habló con Max.

-Oye...Quisiera pedirte que si vas a sentarte al lado de la ventana del bus no me cierres la ventana porque me encanta el viento y la lluvia golpeándome el rostro, y si no crees poder hacer eso te pido de la manera mas cordial que me sedas el asiento la próxima vez, por favor.

Max se sentía mas nervioso e inseguro así que nuevamente solo asintió con la cabeza.

-¿Eres nuevo? -Emma se sentía inquieta, el chico no hablaba, y temía que fuese mudo de lo contrario tendría que descifrar sus comentarios con el lenguaje para sordomudos que es el de las señas el cual le faltaba poco para dominar completamente, pero Max solo quería que se valla y no se percatara de su verdadera identidad y no sabía si responder o solo asentir de nuevo con la cabeza ya que lo de imitar una voz falsa no le resultaba bien porque siempre terminaba riéndose -mira si eres mudo no te preocupes yo sabré entenderte, hablo ese idioma.

-No soy mudo -dijo sin pensarlo viéndola a la cara hasta que se dio cuenta de que fue un grave error, pero ya era demasiado tarde, ella estaba boquiabierta pues se había percatado de su verdadera identidad.

Max:

-Mierda