CAPITULO 19: Sencillamente maravillosa

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¡Esto es terrible!

No me había dado cuenta de lo que pintaba.

Había pintado en el centro unos lentes con armazón negro y detrás de ellos sus hermosos ojos azules como una supernova o una gran estrella azul, tan penetrantes como siempre aunque sea una frase incoherente, era como si pudiera ver dentro de mi inclusive en pintura.

Daba escalofríos; al su alrededor habían muchos dibujos más y sin pensarlo tenían un significado; un libro por la feria de libros a la que fui, unas mano tocando la otra que estaba sobre la ventana del bus con la lluvia de por medio, una mini ecuación algebraica, audífonos conectados a un iPod, miles de corcheas, blancas y redondas esparcidas por toda la pintura y un balón de soccer por ser si deporte favorito.

Me encantó, y abajo una frase del libro que había estado leyendo "Volar sobre el pantano" de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

"Eres lo que guardas en la cabeza. Tus ideas te hacen libre o esclavo"

Me encantaba esa frase, la leí y se me quedó grabada en la mete al igual que otras más, ese libro era impresionante y la verdad es que me dolía un poco recordar la manera en que se deshizo de él, me había llevado sus cosas a mi casa después de que las arrojó a la basura y las guardé, me tomé la libertad de ojear el libro y me impresionó ver que tenia subrayada esa frase con un resaltador amarillo.

Observé una y otra vez la pintura, quizá debería hacer caso y regalársela el me ha ayudado, yo debería corresponderle con algo, ¡código de tríadas!

"Vida por vida".

¡No como crees! El se va a sentir mal si menciono lo de las triadas o que es para compensar el que me halla ayudado y haberle causado problemas.

Pero si se lo doy habrá mas rumores que quiero erradicar, ser invisible , quizá le diga que es un regalo de día de San Valentín y ofrenda de gratitud.

¡NO, estas loca!

Mi fuero interno me gritaba que era un error.

¿Qué me pasa?.

La clase culminó y me dirigí a los casilleros para ir por los libros que había dejado ahí y para dejar mis libros de texto escolar.

¡O no, ahí está!

Discutiendo con Carol, sentí como si algo dentro de mí se hubiese estrujado como una bolita de papel, son mis sentimientos demasiado nuevos para mi, jamás había experimentado la mayoría de ellos y ahora que lo estoy haciendo lo odio.

Estaba discutiendo con ella, yo traía en manos mi pintura aun fresca y no iba a permitir que también me la arruine, se la pasé con un tesoro mío no le iba a permitir que destruyera esta obra de arte que había hecho.

Tal vez debería irme...pero no quiero dejar mis libros aquí, él estaba furioso al igual que ella, él le señaló una pila de hojas hechas bolita que estaba a sus pies.

Decidí acercarme pero antes de dar un paso hacia ellos sus ojos se encontraron con los míos e inmediatamente Carol volteó hacia mí, sentí que era mi fin cuando me fulminó con la mirada pero creo que mi desprecio hacia ella también era palpable, ella dio un paso hacia mi decidida pero Max la tomó del brazo, la encaró, le dijo algo que no alcancé a escuchar y ella se fue furiosa dando enormes zancadas.

Me acerqué a el con cautela, sus ojos seguían posados en mi, me sentí avergonzada e intimidada así que bajé la mirada y lo único que captó mi atención en el suelo fue las bolitas de restos de papel que había en el suelo.

Mi libro...

Recargué mi pintura en el casillero de abajo al revés para que el no viera lo que había pintado.

Me arrodillé frente a mi libro hecho pedazos y una sola lágrima recorrió mis párpados pero inmediatamente la enjugué para que el no me viera llorar, nadie a parte de mi madre y Bruce me había visto derramar una lágrima, incluso Mackensey, reprimí un sollozo y tomé la pasta de mi libro que estaba roto a la mitad. El se arrodilló frente a mi.

-Lo siento, quise hacer algo pero cuando llegué ya era demasiado tarde, lo siento.

-No fue tu culpa - me limpié la lágrima y lo miré a los ojos segundos después de que estuve segura de que no se iba a notar el camino de mi lágrima al igual que esta mañana, me paré y el también, mis ojos volvieron a las paginas de libro rotas y recordé los increíbles momentos que pasé leyéndolo, es fue mi primera novela que  leí y me atrapó de una manera increíble. Y cada vez que lo leía era como la primera vez.

-¿Que piensas hacer?

-No creo que tenga remedio así que no tengo de otra que tirar sus restos de una manera civilizada -jamás lo había hecho, así que tenía en mente algo así como forrar una cajita y colocar sus restos ahí para después mi madre los deje llevar por el camión de basura.

- Dejadme encargarme de eso, creo que es lo mejor para ti en estos momentos, pareces haberle tenido un especial cariño.

-Si -fue lo único que mis labios lograron afirmar -gracias.

No hubo respuesta por su parte y me di vuelta para sacar mis otros libro de el locker, seguía molesta y extrañamente confundida sobre mis sentimientos cuando vi que esa chica lo había besado.

Tomé mis libro y sentía su mirada posada en mi, le doy la espalda y veo mi pintura aun recargada.

Quizá debería dársela, después de todo no es malo compartir y hoy es un día "especial".

Mierda eso ni yo me lo creo.

La agarro con una mano mientras que con la otra sujeto mis libros. Me volteo hacia él y lo miro a los ojos. A esas dos hermosas supernovas que tiene por ojos. El parece confundido y mudo al no poder articular palabra.

Eso es raro

Quiere decirme algo pero no lo hace así que le extiendo la pintura aún al revés y el la toma claramente confundido.

La voltea y una chispa de felicidad centellea a través de sus ojos que es casi palpable, sus labios curvan una hermosa sonrisa...

¿Qué diablos estoy pensado?.

-Gracias, me encanta a pondré en un lugar donde pueda admirarla a todo momento -siento mis mejillas arder y agacho la mirada.

-De nada -digo cuando recupero mi estado original y lo encaro -solo quería tener un detalle contigo por haberme ayudado y en manera de disculpa por los malos entendidos, espero que no lo tomes a mal.

-Para nada -el parece no poder reprimir la boba sonrisa que tiene en la cara y eso me divierte -la verdad es que yo también hice una para ti y no sabía como dártela, quería disculparme por mi estúpida manera de comportarme y sin pensarlo pinté esto.

Se voltea y sujeta su pintura que había colocado atrás de el.

Mierda no la había visto.

Me la extiende y yo la sujeto con una sola mano sin ver su contenido.

-Gracias - trato de ofrecerle una sonrisa pero en lugar de eso me sale una mueca terrible, o eso es lo que creo, el sigue ahí quizá esperando algo más - e-estoy segura de que me encantará y desde luego la pondré en un lugar visible para mi en todo momento -trato de sonar sincera, mis mejillas arden -adiós - y me voy de ahí.

- A-diós -dice cuando ya estoy a cuatro metros de él tartamudeando para mis adentros.

Salgo y me voy directamente al bus que me lleva a casa, me siento en el lugar de siempre, hago una llamada a Karla para decirle que estoy indispuesta un poco pero que iré en una hora, ella dice que no es necesario que valla si estoy mal pero la verdad es que no quiero estar en casa.

Mis libros están en la mochila entonces me dispongo a ver la pintura y lo que veo me deja realmente asombrada, ahora comprendo su reacción cuando vio mi pintura.

Era sencillamente maravillosa.

Me enamoré de la chica nerd #IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora