Me enamoré de la chica nerd #I

CAPITULO 27 :Enamorarte

La abracé y ella me correspondió, su olor era embriagador.

-Quisiera quedarme así por siempre, es curioso porque con todo lo relacionado a tí quisiera quedarme así y morir ahí.

Mi instinto sobreactuó y me arrodillé.

-No te pido que seas mi novia, no te juro nuestro amor será eterno lo que te puedo jurar es que te amo y jamás amaré a alguien con está locura que me asfixia. Solo te pido que me dejes entrar a tu corazón, que te permitas conocerme, que me permitas enamorarte de la misma forma que yo lo estoy.

Ella se arrodilló frente a mí. Me alzó la mirada para que la viera a los ojos y me dedicó una sonrisa.

Y asintió con la cabeza.

-Solo te pido algo.

-Lo que tu me pidas es tuyo.

-Quiero que no me rompas el corazón.

-No lo haré si tu no lo haces.

La volví a abrazar, no se cuanto pasamos así pero mis demonios se calmaron y la luz estaba cada vez más cercana.

-¿Se van a quedar ahí por siempre?- mi mamá entró al camerino y Emma se puso roja y yo también. Nos paramos y ella con la cabeza agacha pidió disculpas -no te disculpes, yo entiendo, los felicito hacen una bella pareja.

-Lo se madre -volteé a verla y ella seguía con las mejillas sonrojadas.

-Cariño ¿vas a llevara a Emmy a su casa?

-Si mamá ¿quieres caminar o te llevó en auto? -le pregunté.

-Prefiero caminar.

-¿Estas segura?

-Si.

-Está bien, te espero afuera -mi madre salió conmigo para darle privacidad para cambiarse de ropa.

Yo ya me había cambiado.

-Max, ponte algo encima, afuera hace frío.

-Si mamá -le hice caso y fui por mi chaqueta.

Emmy estaba frente a su puerta esperándome y me puse nervioso.

-¿Nos vamos? -ella traía han chaqueta grande igual a la mía solo que la de ella era de mujer.

-Si.

Caminamos hacia la salida, le abrí la puerta para que saliera, caminamos en silencio unos momentos, un estruendo sonó a lo lejos, volteé hacia el lugar de donde provenía y me tranquilicé cuando vi que eran fuegos artificiales.

Cada día de fin de mes había ésta clase de espectáculos; y no me había acordado que hoy era el último día del mes. Su rostro se iluminó por las luces de colores. Saqué mi teléfono para tomar fotos, quería un recuerdo del día más feliz de mi vida, tenía suerte de que mi teléfono las sacara muy bien. Ella estaba viendo perdidamente los fuegos artificiales y sin que se diera cuenta le tomé fotos. Su cabello negro azabache brillaba de los colores del cielo, es hermosísima, perfecta.

-¿Nos tomamos una foto?

-No soy fan de las fotografías, es más casi no me tomo.

-Ven -le pasé el brazo por los hombros y puse la cámara frontal para una selfie.

Tomé una normal aunque mi sonrisa no podía ser más que la de un enamorado por lo enorme y boba que era, tomé un par más haciendo todo tipo de estúpidas muecas que usualmente hacen las mujeres, y me di cuenta porque Carol era fan de las fotografías y me obligaba a hacer muecas, pero siempre decía que yo era pésimo para ellas.