CAPÍTULO 11: Estás enamorada

10.4K 562 55
                                    

Llegué a la escuela y me apresuré a mi casillero para ir por mis libros para mi clase de álgebra.

-Hola - conocía a aquella voz y por alguna razón nada teórica mi corazón comenzó a acelerarse.

¿Serán síntomas de algún ataque cardíaco?

No, no, no sé que uno de los principales síntomas es el dolor del brazo izquierdo.

-Wou ¿Estas pensando si te va a dar un ataque cardiaco? -cerré el casillero y lo que pude apreciar fue una de sus mas hermosas y picaronas sonrisas, parecía que hubiese ganado el premio novel de ciencias, para mi desgracia me encantó - solo estas emocionada de verme - su sonrisa se hizo aún más amplia y bajó la mirada, como si de la noche a la mañana se le hubiese ido toda su vergüenza y eso me hizo sentir inferior...como siempre, y quizá un poco enojada.

-Sueñas  demasiado

-¿A si?

-Si

-Apuesto a que el corazón se te aceleró al oír mi voz -wou ¿Cómo rayos lo supo?, pero es algo ilógico y no está comprobado que se me halla acelerado el pulso por algo así.

-No, es solo que me duele mi brazo - y me dispuse a sobar mi brazo para dar a entender que decía la verdad.

-Te dije que si me ibas a mentir lo hicieras bien -sonrió y se dio la vuelta -¡Ah! y...si te va a dar un paro cardiaco te va a doler el brazo izquierdo no el derecho - dio una leve carcajada -te veo en clase -me guiñó un ojo y se fue.

Me di cuenta de que seguía sobándome mi brazo.

¡Que tonta!

Estaba sobando mi brazo derecho no el izquierdo.

Enfadada me puse en camino hacia mi clase.

Cuando entré al salón de clase de álgebra me di cuenta de que había cambiado su ropa que normalmente traía por una más "extraña".

Se había traído un par de jeans de mezclilla rasgados de la parte de la rodilla y una playera azul simple con unos converse, era extremadamente... raro.

Me senté en mi silla que estaba justo frente a el fingiendo que no me había dado cuenta de que me estaba observando.

La clase culminó y seguía la que todos amaban pero yo odiaba...educación física.

Me encaminé hasta la cancha deportiva para oír las diferentes actividades que nos encomendarían pero mi teléfono comenzó a timbrar y me sorprendió ver que la que me llamaba era Mackensey.

-Hola Emmy.

-Hola Mack ¿Cómo has estado?

-Bien ¿y tú en donde has estado? Te he llamado mil veces a tu casa desde ayer pero tu madre siempre decía que saliste a comprar algunos libros.

-¡Ah! Si es cierto, me llevó a una feria de libros y compre unos cuantos, ¡oh no! ¡Los dejé en el bote de basura!

-¿Porqué dejaste algo así en el bote de basura? ¿Y con quien fuiste a la feria de libros?.

-Con Max -dije firmemente e inmediatamente que ella oyó eso se puso a gritar como una demente - ¿estas brincoteando?

-Sí, tienes que contarme todo.

Le conté rápidamente todo lo sucedido con Max y con Bruce, la razón por la que deje los libros en el bote de basura y lo que me había pasado el día de hoy por la mañana.

-¡Es obvio que le gustas! -Mackensey y yo compartíamos ideas similares pero ella siempre ha creído en el amor y las mil cursilerías que pasaban en las novelas que leíamos y en eso si que estábamos en desacuerdo, yo no creía nada de eso y lo comprobé con la vida que he llevado hasta ahora y la forma en que vive mi madre, quizá Mackensey si creía en eso por la falta de cariño de sus padres - y a ti también te gusta .

-¿Que?, eso si que es absurdo Mack.

-No. No lo es...es demasiado obvio por todo lo que ha hecho desde que te conoció y déjame decirte que eso solo lo hace un enamorado. Tan sólo mira lo que ha hecho desde que tu entraste a su vida: ha preferido estar contigo a estar con sus amigos, dejo a su novia, y también esta cambiando, está siendo mas él y todo eso gracias a ti.

-Sigue siendo absurdo Mack , además no esta comprobado que el halla dejado a su novia por mí.

-¡Pero aquí el punto es que a ti también te gusta!.

-¡Claro que no! Lo que siento pueden ser síntomas de alguna enfermedad, he estado buscando en google posibles respuestas.

-¿Y que has encontrado?

-Mis resultados aun son inconclusos.

-Bueno, solo espero que no te des cuenta demasiado tarde; solo quería saber si estabas bien y sigues siendo terca esa es una muy buena señal.

-Supongo que ya somos dos.

-Pero yo se que ustedes dos se aman con todo el corazón.

-Mack, tu eres nerd, sabes que el corazón es un músculo cuya función es bombear sangre para poder hacer funcionar nuestros órganos, es ilógico que tenga sentimientos fue un estereotipo que fue creado por un idiota "enamorado"; es igual que decir: te amo desde el fondo de mis intestinos especialmente el íleon.

-¡Eso es asqueroso!

-Tu lo has dicho, el corazón no es el que siente esa clase de cosas, es el cerebro que procesa esas emociones.

-¡Bien ya! Tu ganas. Te tengo que dejar, te quiero.

-Yo también te quiero Mack.

Colgué e inmediatamente fui hacia el entrenador que por alguna razón ya no tenia a nadie al rededor como hacia unos minutos mientras hablaba por teléfono.

-Entrenador le seré súper sincera

-Yo también Emma Green - me interrumpió antes de que le pudiese decir que yo estoy dispuesta a hacer cualquier actividad  menos hacer ejercicio, siempre pensé que deberíamos aprovechar al máximo esa hora de clases con algo mas productivo como la literatura o crear un taller de escritura - hace unos momentos estaba distribuyendo a todos los alumnos a las diversas actividades y como no llegaste a tiempo solo me queda una bacante que es la de animación deportiva o porrista como la quieras llamar.

-¡Que! A mi no me gusta hacer esa clase de cosas.

-A mi eso no me importa recuerda que si no haces tus actividades correspondientes se te anulará la calificación, toma - me tendió una tarjeta de presentación que tenía el numero de una tienda de artículos deportivos - ahí venden el uniforme que vas a usar para los eventos; por ahora podrás ir con lo que te sientas mas cómoda a los entrenamientos los cuales serán todos los viernes por tres horas a partir de las 12:00 del medio día ¿Alguna duda?

-Si...¿puedo renunciar?

-¡No! Necesito ese equipo completo y solo sobras tú.

-¡Esta bien! -me di la vuelta y salí de ahí - ¡genial, lo único que me faltaba! Tener que lidiar con las porristas.

Las clases siguieron pasando y maldije por ser el peor día jueves de la historia, le había llamado a mi madre para que sacara mis libros del bote de basura lo cual ya había hecho y le dije que valla a aquella tienda por el traje de porrista y obviamente a ella también la escuche emocionarse y me la imaginé brincoteando por la emoción , a tal grado que dijo que ella lo lavaría.

Terminaron mis clases y salí de la escuela prácticamente huyendo, por desgracia no podía irme a mi casa a encerrarme del mundo explorar el de mis libros porque tenía que ir a aquel lugar para el casting.

Me enamoré de la chica nerd #IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora