CAPITULO 22: ¿Confías en mi?

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Mi mano seguía extendida y sus bellos ojos cual esmeralda posados en mí. No se cuanto tiempo pasó, quizá un segundo, un minuto, solo se que podría pasar mi vida entera contemplando esos ojos que me hechizaron desde el primer día que los vi.

Ella extendió su mano y la puso en la palma de la mía, sentía que el corazón se me salía del pecho de emoción, felicidad y mil sentimientos encontrados en un solo momento.

El contacto de su piel con la mía era cálido y electrizante, nunca creí que fuese así de genial, última vez que la tomé de la mano estaba lastimada y yo fui quien se la agarró, ahora me doy cuenta de que esto es mil veces mejor, ahora le puedo acariciar el dorso sin que le duela y lo mejor de todo es que ahora ella fue quien me la dio por su propia cuenta cuando pudo haberse negado.

Su dorso era algo áspero por pero cálido, mis grandes manos acunaron las de ella, era como un guante a la perfección, ella y yo encajábamos muy bien.

Me enderecé  y ella se paró, era unos quince centímetros mas bajita que yo y eso me gustaba, no como las estiradas larguiruchas que había en la escuela, todas unas cabeza de burbuja y princesitas de papi...ella era distinta, ella era la nerd.

-¿Confías en mi?

Ella asintió y eso me llenó de júbilo.

Le apreté ligeramente la mano y ella se aferró a la mía, la llevé a la luz y la guie por en camino sin soltarla, esto esto es lo mejor, me gustaría que así fuera siempre.

Quizá después de todo no era una nerd, ¿o si? si lo es, es la chica mas inteligente yo halla visto, tímida y puedo sentir que sus manos tiemblan a mi tacto.

Quizá si halla esperanza con ella, la pongo nerviosa. Se formó una sonrisa estúpida en mi rostro.

Caminamos hasta llegar la playa, el aire soplaba aún más fuerte y ella se retorció. No debe estar acostumbrada al clima, además solo traía puesto una playera floja y unos pantalones de pijama, y pantuflas, definitivamente ella no esta como para exponerse a estas temperaturas, pero yo estaba igual que ella, solo traía pijama y no una sudadera o algo así.

Siempre soñé con venir a este lugar tan tranquilizador  con mi  novia tomados de la mano, corretear la por la playa y que ella haga lo mismo, escribir nuestros nombres en la arena y que el agua se los lleve. Es por eso que nunca vine con nadie que no sea de mi familia, hasta hoy.

¡QUE CURSI ESTOY SIENDO!

Me reprendo solo. Ella sigue tensa y caminamos al la orilla del mar y yo le paso el brazo por los hombros, ella se pone aún mas tensa y nerviosa, me alegra saber que provoco esas reacciones en ella, pero no se va de mi lado y eso me alegra aún más.

-Hace frío y no quiero que por mi culpa te enfermes -poco a poco ella se calma y afloja los hombros -¿nunca te habían sostenido de esta forma?- sus ojos que hace un momento estaban mirándome miran sus pies después de ponerse roja y niega con la cabeza -No debes sentirte mal -ella me mira de nuevo como si mi comentario fuese algo así como palabras de ánimo -me alegra ser el primero- le sonrío y me pongo rojo al igual que ella y se agacha.

Sonrió aún más ante esas reacciones.

-Nunca he tolerado me tocaran, todo contacto físico que he tenido ha sido doloroso, especialmente los hombres- ¡Que rayos! Frunzo el ceño y todos mis músculos se tensan al pensar que ella ha sido maltratado por un infeliz hijo de puta. Quiero gritar, quiero matar, quiero morir.

Me alejo de ella y camino rápido hasta que frente a mi hay un pequeña concha, que había traído el mar hasta la orilla. Me agaché para cogerla, era pequeña, fuerte y dura pero a su vez frágil e indefensa, se parecía a ella. Mi Emma.

Me calmo y volteo; ella está ahí, frente a mi mirándome como el enigma mas divertido e interesante que jamás halla visto, sin saber que eso era ella para mi...un enigma.

Le tiendo el caracol y ella lo coge.

-Es muy bonito-su rostro se ilumina y puedo ver su sonrisa por claridad de luna. Mira hacia el cielo y lo que hace unos momentos era un cielo oscuro y vacío ahora era uno llevó de vida con miles de millones de estrellas en él, con la luna de por medio, me agacho para verla y veo que ella también observa el cielo conmigo.

-Es hermoso el firmamento ¿No?

-Si, pero hay algo aún más hermoso que esto, los ojos de Max son como miles de supernovas azules...son tan hermosos.

-¿Qué?- no puedo creer lo que he escuchado, a ella le gustan mis ojos, siento una euforia que podría cantar en estos momentos.

-¿Qué? -Ella no se ha percatado de lo que ha dicho.

-Acabas de decir que había algo mas hermoso que el firmamento -le dije con una sonrisa estúpida que no pude contener.

Su cara se comenzó a poner roja.

-C-creí que so-lo lo había p-pensado -tartamudeó, la pongo demasiado nerviosa.

-¿Así que te gustan mis ojos? -dije acercándome aún más a ella, hasta que estuve frente a ella, me agaché y puse mis ojos frente a los de ella para que pudiera ver los míos y yo perderme en los suyos, ella estaba incapaz de moverse.

-Ammm p-pues s-si -mi sonrisa se hizo aun mas amplia y no me aparté de ella, nuestras narices estaban a un centímetro de distancia y nuestros ojos no dejaban de observarse.

-Tu tienes lo ojos mas hermoso que jamás halla visto, son como dos esmeraldas resplandecientes.

Se volvió a poner roja y se agachó.

-Ven- le tomé la mano y corrí por la playa. Y ella me siguió -Canta conmigo ,te va a tranquilizar y a desahogarte. Me paré y la miré a los ojos.

Comencé a tararear la canción de Reik "Sabes" y en alguna parte de la canción se une a mí.

Como no amarla cuando es perfecta. La canción era perfecta sin pensarlo, igual a ella.

Mis manos seguía acunando los suya, me tiro sobre la arena y ella cae sobre mí, y sus labios estaban a escasos centímetros de los míos, jamás había deseado con tanta intensidad besar a una chica, ella se puso roja y se agachó.

-Acuéstate junto a mí para que contemples las estrellas, te hará ver las cosas de distinta manera.

Ella obedeció y la abracé mientras ella se apoyaba en uno de mis brazos. ¿Cómo es que cuando estamos solos ella es distinta pero cuando estamos en la escuela me ignora?

-¿Mañana me vas a ignorar otra vez?

Me enamoré de la chica nerd #IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora