Capítulo 5: Una Idea Brillante

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Ámbar

- Decime cual es tu idea genial. – Simón me pidió mientras seguía conduciendo el auto. – Me estás mirando con esa sonrisa y tengo que admitir que me da miedo.

- Mi idea brillante es que no vayamos a comer con Delfi y Pedro. – Respondí y Simón me encaró, balanceando su cabeza de forma negativa. – Te explico. Me dijiste que Pedro quería salir con Delfi y ella también quiere salir con él. No podemos arruinar todo.

- ¿Y que hacemos nosotros? – Él cuestionó y yo lo miré mal. – ¿Y Nico? Él está con ellos.

- Creo que tu amigo tiene algo llamado consciencia, ¿o no? – Apreté los dientes. – Cuando Nico se dé cuenta de que los está interrumpiendo, se va.

- Nico es la persona más inconveniente que existe en el mundo, Ámbar. – Mi "novio" me confesó y yo fruncí el ceño. – Nico es insoportable.

- Creí que era una idea brillante, pero, creo, que fallé. – Admití mi fracaso.

- Podemos intentarlo. – Simón esbozó una sonrisa. – Creo que los dos necesitan de tiempo solos para conocerse mejor.

- Bueno, gracias. – Sonreí. – Delfi es muy especial para mí y quiero que ella sea muy feliz. Creo que sientes lo mismo por Pedro.

- Sí, es mi hermano. – Simón aparcó el auto en un lado de la calle y abrió su puerta.

- ¿Adonde vas? – Pregunté a Simón y él se rió. - ¿Perdón? ¿Te dije alguna broma?

- Adonde vamos, Ámbar. – Él abrió la puerta del pasajero y me ayudó a salir. – Vamos caminar un poco en ese lado tranquilo de la ciudad.

- ¿Dónde estamos? – Interrogué, mirando a mi alrededor. – Hay árboles y... Muchos árboles.

- No sé el nombre. – Simón encogió sus hombros. – Pero es un lugar que me gusta mucho pasar el tiempo.

- No me gustan esas cosas. – Fui sincera. – Esas cosas de naturaleza, árboles, mosquitos y más. No me gusta para nada, Simón.

- Cálmate un poco. – Él me pidió y yo rodeé mis ojos. – Estoy seguro que te va a encantar adónde vamos.

- ¿Adónde vamos? – Fingí no entenderlo. - ¿Aun no llegamos? ¿Por qué vamos?

- No, aún no llegamos. – Simón me contestó y yo bufé. – No empieces a quejarse sin saber adónde vamos.

- ¿Y por qué dejamos el auto?

- Veo que, a la señorita, le encanta hacerme preguntas. – Simón se burló de mí y yo le saqué la lengua. – Te va a encantar, Ámbar, te lo prometo.

- Espero que no sea muy lejos porque no puedo caminar por mucho tiempo. – Repliqué.

- Si te quedas cansada, te traigo de vuelta en mis brazos.

- No, gracias, creo que prefiero caminar. – Le sonreí irónicamente y Simón volvió a reírse.

- ¿Vamos? – Simón me extendió su mano y yo solo asentí sin aceptar su mano.

Mi móvil empezó a vibrar y yo lo saqué de mi bolsillo. Era Delfina mandando mensajes. La contesté hasta cuando pude. Tuve que mentirle, pero sabía que era por una buena razón.

 Tuve que mentirle, pero sabía que era por una buena razón

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Fake Love | Fanfic Simbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora