"No es oro todo lo que reluce".
Sinopsis: Ámbar Smith es una famosa actriz que está perdiendo una parte de sus fans gracias a su rompimiento con el más famoso actor teen, Matteo Balsano. Su agente, Richard, entonces, tiene una gran idea: Juntarla co...
La respuesta a mi pregunta vino poco tiempo después que me desperté. Había un mensaje de Matteo pidiendo para encontrarlo en un parque.
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Yo no cuestioné y fui a su encuentro. Algo me decía que yo tenia que ir y hablar con Matteo. Cuando llegué, él me llevó a su auto para que nadie nos viera. Matteo me extendió un sobre con algo adentro. Abrí el sobre y vi fotos mías besándome con Simón en el día anterior. Encaré a Matteo y él me forzó una sonrisa.
- ¿Qué es eso? – Cuestioné.
- Un periodista me regaló eso. – Matteo me contestó. – No te preocupes. Solo él tiene esas fotos. Y ahora yo las tengo.
- ¿Qué querés para que no las publiques? – Pregunté.
- Nada. – Matteo sonrió victorioso. – Son tuyas. Haga lo quiera con ellas.
- ¿No querés que te pague por ellas? – Interrogué y Matteo negó. – Porque yo imagino que vos las tenga pagado al periodista. ¿No querés que te devuelva el dinero?
- No. – Mi ex volvió a negar. – Yo no quiero nada por las fotos. Quizás, sí, quiera algo.
- ¿Qué?
- Un voto de confianza. – Él suspiró. – Una salida de amigos y un voto de confianza.
- Bueno, ok. – No tenia que hacer. Tuve que aceptar la propuesta de Matteo.
- Podemos cenar hoy en tu apartamento. – Él aún no sabía que yo no estaba viviendo con Delfi.
- ¿Cenar? No lo sé. – Contesté, confundida. Solo en escuchar la palabra 'cenar' ya me daban cositas.
- Delfi y Gastón también van a cenar hoy en tu apartamento. – Matteo me contó y yo fruncí el ceño. – Los dos volvieron. ¿Ella no te contó?
- No. – Balanceé mi cabeza negativamente. – Ayer yo estaba en la premiación y aun no pude contestarla.
- Me parece que hacen una hermosa pareja. – Matteo comentó sobre mi mejor amiga y su mejor amigo. – Y podríamos cenar hoy y recordar los viejos tiempos.
- Sí, me parece genial. – Mentí. Aquella cena era el último lugar que yo quería estar aquella noche. – Bueno, nos vemos, entonces.
- Hasta la noche. – Matteo afirmó y solo salí de su auto con el sobre en mis manos.
Llegué a mi casa y marqué el numero de Delfi. Llamé a mi mejor amiga para mi mansión y ella no tardó en llegar. Abrí la puerta y la saludé con un beso en la mejilla. La morocha se tiró en mi sofá y yo me senté a su lado.
- ¿No tenés nada a decirme? – Cuestioné, mirándola.
