-No sé en qué momento sucedió- admití- probablemente al día siguiente de ser reclutado. No importa. Pero desde el primer momento que ví a tu hermano supe que algo andaba mal- comenté.
Volvía a ser yo. Basta de llanto, basta de gritos. Solo yo y mis cálculos, yo y mis deducciones, lejos de toda emoción. Aproveché para tomar una barra de chocolate.
Sebastian, a quien no habían vuelto a cubrirle el rostro, se había levantado y se encontraba parado a mis espaldas, con una mano sobre mi hombro a modo protector.
- Son como dos gotas de agua, ustedes dos- dije inspeccionando al Vidente- a excepción de que él es agua salada y tú eres agua dulce.
-¿Cómo?- preguntó el hombre.
-Tu hermano es bueno pero creo que me subestimó y creo que ya sé también porqué eres tú quién reunión a los genéticos y no él.
La mano de Sebastian se deslizó por mi hombro hasta caer, me volteé hacia él y pude ver cómo observaba al gemelo como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
-¿Cómo?- volvió a preguntar el hombre, ésta vez con más curiosidad que con exigencia.
-Eres zurdo, no ambidiestro. Lo vi en tu despacho el di que nos conocimos y lo vi ahora, cuando apuntaste a Sebastian con el arma. Los ambidiestros tienden a usar sus manos indistintamente, el cual no es tu caso- decreté- tus ojos son azules naturalmente, claro, y no podías usar anteojos debajo de la máscara así que simplemente optaste por no ponértelos. Puedes hacerlo- comenté y luego de una pausa, el hombre dirigió su mano al bolsillo izquierdo de su saco y tomó un par de anteojos, que luego se puso- tu hermano fue hábil, si, pero no lo suficiente. Puedo diferenciar unas simples lentillas transparentes y unas que poseen tinte en el ojo. Él debía ocultar su verdadero color.
-Él tiene ojos marrones- reconoció el verdadero Golden Claw.
-Y, por supuesto, ahora la historia tiene más sentido- me expliqué- usted no mató a su hija y a su esposa, su hermano lo hizo. ¿Porqué usted mataría a su propia esposa? ¿Y a su propia hija? ¿Porqué usted, teniendo el control que tiene sobre los Genetics le pediría a su hija que cree una garra dorada para su hermano? Para su hermano que, a diferencia de usted, posee poderes sobrenaturales.
Gustavo me miró extrañado. Eso también era mentira, entonces.
-Así que su hermano no posee poderes videntes- adiviné. Gustavo negó.
-Ninguno de los dos posee poderes. Esa garra es todo lo que me queda de mi hija.
Observé a la chica muda.
-Ella es Némesis- la presentó- o al menos así le decimos.
No aclaró su nombre real, pero opté por no preguntarle. Primero, porque yo no hago preguntas y segundo, porque entiendo perfectamente lo que significa querer mantener tu identidad a salvo.
-Bueno, me conoces y conoces a Sebastian, no hay más presentaciones por mi parte.
Sebastian seguía aturdido.
-Es decir que todo este tiempo estuvimos en la misma habitación que el asesino de tu familia, ¡Podríamos haber hecho algo!- reclamó. Gustavo suspiró con cansancio, de pronto parecía diez años más viejo.
-Créeme que lo que más quiero es hacer justicia- admitió- pero mi hermano es inteligente y tiene la garra. Necesitaba un plan, necesitaba confiar en que Sher notaría las fallas y así poder atacarlo desde adentro.
-Me gusta su plan- admití. De pronto fruncí el ceño al recordar- Su hermano me dijo que eran tres.
-Héctor es muy hábil pero si hay algo que no se le da muy bien es el espionaje- se burló Gustavo- si, somos tres, pero uno de nosotros estuvo a su lado todo este tiempo. Su mayordomo es un hombre muy valiente.
Aquello me tomó por tal sorpresa que casi tiro lo poco que me quedaba de chocolate. Mi mayordomo había sabido la verdad todo este tiempo. El viejo Patrick; supongo que uno nunca conoce del todo a las personas.
-Bien, no quiero que mi mayordomo esté con ese demente por mucho más tiempo- declaré. Le devolví el arma a Gustavo, quien me sonrió con orgullo- dime que tenemos que hacer.
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Sher
Action¿Quién diría que la mente más brillante le pertenece al flacucho niño autista de 13 años que tiene un dragón mascota? ¿Quién diría que es un superhéroe? Sher, desde ya, te diría que eso es imposible. Primer libro Saga Genetics