LOS HIJOS DE RAGNAR Y LAGERTHA AÚN NO PODÍAN CREER que sus padres hubiesen dejado al sacerdote a cargo de la granja y de sí mismos durante su ausencia con motivo de una segunda incursión a Inglaterra, cuando era más que obvio que sabían cuidarse por sí solos.
Björn se había negado rotundamente a aceptar que un esclavo cristiano estuviese por encima de él, y no iba a acatar órdenes suyas ni de nadie más que su propia familia hasta que sus padres regresaran de poniente. Sin embargo, por suerte para Athelstan, Dahlia y Gyda no se lo tomaron tan mal como su hermano: a la menor le agradaba el monje y a menudo mantenía agradables charlas con él, preguntándole sobre sus orígenes, sobre cómo era su vida en el monasterio y, de vez en cuando, hacía alguna que otra pregunta sobre su Dios. Por su parte, Dahlia, más que simpatía, lo que sentía hacia el extranjero era curiosidad, y el único tema en las breves conversaciones que mantenían solía centrarse en sus respectivos dioses.
Las diferencias eran chocantes para la Ragnarsđóttir, de ahí su empeño en saber cada vez más. Lo cierto es que encontraba absurdas muchas cosas del cristianismo y, otras de ellas, poco creíbles y dejaban muchas dudas, a diferencia de en su religión, donde existían Odín, Thor y Frey, entre muchos otros dioses, y todo tenía una respuesta a todo, además de la lógica que al cristianismo le faltaba.
Una mañana, cuando la niña se aproximaba a la orilla del mar, divisó al monje arrodillado en esta, con las manos entrelazadas en alto y murmurándole plegarias a su dios en su lengua nativa. Le había visto otras veces antes haciéndolo y, aunque al principio le pareció un gesto tan extraño como su aspecto la primera vez que lo vio, a esas alturas ya estaba acostumbrada.
Él terminó de recitar ese conjunto de palabras extrañas cuando Dahlia, con un cubo para lavar la ropa entre sus brazos, se arrodilló a su lado y vació el cubo, vertiendo el agua sucia de vuelta a las olas del mar.
—Mi padre me contó que tu dios está muerto —le habló ella mientras observaba cómo el agua sucia se extinguía entre las olas—. No sé por qué te molestas en pedirle ayuda. Si está muerto, ¿cómo va a ayudarte?
El sacerdote profirió un suspiro de abatimiento: ¿cuándo dejarían de creer todos aquellos infieles que su Dios estaba muerto? Aun así, no había recibido respuesta a ninguna de sus plegarias desde que llegó a aquellas tierras del norte, y empezaba a creer que Dios le había abandonado.
—No rezaba a mi Dios —dijo, desesperanzado, con la mirada perdida en el infinito cielo que se erigía sobre ellos.
—Entonces, ¿a quién?
—A la Virgen —explicó—, María.
Ya que ni Dios ni su hijo parecían tener intención de mandarle ninguna señal, Athelstan había terminado optando por rezar a la madre de Cristo. La menor frunció el ceño y su tabique nasal se pobló de arrugas en un gesto de confusión:
—¿Quién es esa? —quiso saber.
—La madre de Jesucristo —volvió la vista hacia ella—, el hijo que envió Dios a la tierra en forma humana.
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Ragnarsđóttir | VIKINGS
Fiksi Penggemar❝Hay cinco Ragnarsson en el mundo, pero Ragnarsđóttir, solo una❞ ―Ragnar ¿Cómo habría sido la historia si una hija de Ragnar Lothbrok hubiese vivido para cambiarla? ═════════════════ ➤ FanFic de la serie "Vikingos"/"Vikings" ➤ No es necesario haber...