6. Estrategia anulada

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Todo era oscuridad y sentía una inusual pesadez instaurada en mi cuerpo. Lo intenté, pero fue en vano. No tenía casi fuerza. Mis músculos casi no respondieron, sin embargo, noté la zona de las muñecas y tobillos aún más adormecidas si cabía. Empecé a preocuparme e hice un titánico esfuerzo por abrir mis cansados párpados.

Lo primero que vi, fueron mis manos inmovilizadas por sendos trozos de cinta gris de vinil y amarradas a los brazos de una silla. Lo  mismo ocurría con mis tobillos. Me alteré y forcejeé para tratar de liberarme, descubriendo para mi desgracia, que el amarre no iba a ceder ante mi escasa fuerza. No había esperanza. Estaba completamente atrapada.

No lo comprendí en ese entonces. Me encontraba indudablemente desorientada, por tanto, me costó varios minutos precisar mi ubicación y aceptar mi comprometido estado.

La habitación era bastante amplia y estratégicamente iluminada. Predominaba el color blanco en las paredes donde reposaba uno que otro retrato de tono siniestro... También había grandes lienzos blancos por igual, luces, reflectores y... ¿Cámaras? Sí, había cámaras profesionales en la estancia y probablemente de las mejores en la industria. Poco a poco el adormecimiento general desapareció para darle la bienvenida a otra sensación que gobernaba cada fibra de mi ser: el miedo.

No había duda. Me encontraba en el cuarto oscuro, propiedad del bastado de Jefferson y el desequilibrado de Nathan Prescott. La derrota y la desesperación fueron abrumadoras y acabaron con mis iniciales intentos (al igual de inútiles) por desatarme. ¿Qué había pasado en la fiesta? ¿Por qué estaba allí y cómo había dejado que pasara? El último recuerdo claro que tenía era cuando salí del vestuario de la piscina escolar junto a Chloe. Después de eso... Todo se presentaba difuso. Derrotada y con el espíritu roto, dejé caer pesadamente mi cabeza sobre mi pecho y cerré los ojos. Tratando de reconstruir y esclarecer el misterio.

...

Al volver de nuestra pequeña «aventura» en los vestuarios femeninos, me separé de Chloe para seguir buscando a Kate. Tal como lo había acordado minutos atrás. Decidí volver a echar un vistazo en la zona vip de la fiesta, quien sabe, al fin de cuentas había estado un rato considerable encerrada con Chloe, quizá Kate podría haber aparecido para entonces.

De pronto sentí la vibración de notificación de mi celular en el bolsillo trasero. Tenía la intención de ignorarlo, pero la curiosidad me pudo. Podría ser importante y así lo fue.

En el buzón de mensajes, había una advertencia de un número desconocido para mí pero que parecía saber algo sobre la persona que buscaba, incluso me avisaba de su presencia en la zona Vip. Al revisar más a fondo la foto de contacto, descubrí que el número pertenecía a Victoria.

Me sentí agradecida por haber tenido la oportunidad de acercarme más a ella en esa noche y tras eso me sentí motivada a regresar adentro de aquella cabina.

Naturalmente, en esta nueva ocasión no hubo problemas con mi acceso. La invitación de Victoria seguía en pie y yo tenía libertad de entrada; por lo menos, en esa fiesta del club Vortex. Esperaba desde el fondo de mi corazón que también fuera la última vez que lo requería. Saludé a cuantas personas del dormitorio femenino me encontré, por supuesto, Victoria no fue la excepción. De hecho, me hizo un guiño cómplice y señaló con un movimiento de cabeza a uno de los sillones rojos que adornaban el lugar mientras decía "allí está tu chica".

Agradecí con una media sonrisa el gesto y me dirigí a mi encuentro con Kate. Mi plan era vigilarla y, de ser posible, convencerla para irnos lejos del peligro. Cuanto antes, mejor. Después... No lo tenía claro, pero ya improvisaría algo.

Kate parecía nerviosa. Más de lo que suele estar. Supuse que el ambiente era nuevo para ella, no se veía de las personas acostumbradas a los eventos ruidosos y menos a las fiestas nocturnas y repletas de quien sabe cuántas «sustancias» ilegales alrededor. Definitivamente teníamos que salir de ahí.

[Life is Strange] Mi última esperanza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora