Something Musical

Nervous

Canción: Nervous - Shawn Mendes.

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—Me alegro de poder conocerte finalmente —dijo Dylan algo nervioso, sonriéndote mientras te cogía la mano con delicadeza y se inclinaba para besar tu mejilla.

—Yo también —sonreíste, sentándote en la silla que él había reservado para ti—. Vi que te me quedaste mirando la semana pasada en la fiesta de cumpleaños de Liam.

Dylan se río mientras le sonreías, tú te reíste cuando sus mejillas empezaron a tomar un color rosado.

—No te estaba mirando —dijo riendo.

—Sí que lo estabas haciendo —dijiste con una sonrisa—. Pero la verdad es que yo también te estaba mirando.

—¿Y por qué me mirabas? —dijo con una sonrisa burlona, curioso por saber tu respuesta.

—Porque... me pareciste atractivo.

—Me alegra que Liam nos organizara esto —dijo con una sonrisa mientras el camarero os dejaba las bebidas que habíais pedido—. Con todas las miradas que aparentemente nos lanzamos en el cumpleaños, era lo adecuado que finalmente nos encontráramos, ¿no?

—Por supuesto —sonreíste—. Me alegré cuando Liam me dijo que querías conocerme... porque yo también esperaba conocerte.

—¿Enserio?

La conversación continuó con risas, anécdotas, curiosidad y disfrute por el resto de la hora mientras tú y Dylan aprendíais más el uno del otro.

—¿Puedo acompañarte hasta tu apartamento? Dijiste que está a unas calles más abajo —dijo Dylan con una sonrisa.

—Por supuesto, me encanta la compañía —dijiste con una sonrisa, mientras salíais de la cafetería—. Aunque a lo mejor nos mojamos un poco, no te importa, ¿verdad? —dijiste mientras mirabas el cielo gris.

—Para nada, amor.

Caminabais el uno al lado del otro mientras ligeras gotas de lluvia caían sobre vosotros, los dos reíais mientras os parabais enfrente del portal del edificio donde vivías. Dylan movió con delicadeza un mechón mojado que caía sobre tu cara y lo colocó detrás de tu oreja.

—Me lo he pasado muy bien hoy contigo —dijo Dylan—. Quizás... podríamos ¿salir otra vez?

Notaste su sonrisa nerviosa mientras jugaba, inconscientemente, con sus dedos y te preguntaste como alguien como Dylan podría seguir estando nervioso estando en este punto de la cita.

—Me encantaría —dijiste—. Pero... a lo mejor... podríamos ¿subir a mi apartamento... o algo así?

Su mirada fija en la tuya cuando finalmente se dio cuenta de lo que estabas sugiriendo, una sonrisa se extendió por su cara mientras liberaba el aire de sus pulmones que ni si quiera se había dado cuenta que había retenido. Dylan movió suavemente su mano a la parte baja de tu espalda.

—Me encantaría.

Ibas a decir algo, pero tus palabras fueron interrumpidas cuando notaste los labios de Dylan sobre los tuyos. Vuestras respiraciones se mezclaron, Dylan colocó una de sus manos en tu mejilla. No podías negar que tu pulso se aceleró cuando notaste sus suaves labios sobre los tuyos, os empezasteis a quedar sin aire en vuestros pulmones y sentiste los dientes de Dylan dando un pequeño tirón a tu labio inferior mientras os separabais.

—Me alegro de que los dos estuviéramos en ese cumpleaños —dijo Dylan con una sonrisa mientras rozaba suavemente su nariz con la tuya—. Tengo que admitir que... estaba un poco nervioso por conocerte.

—¿Por qué?

—No tengo ni idea —dijo riéndose entre dientes—. No puedo explicarlo... pero me gusta.

Y te volvió a besar. Esta vez Dylan te rodeo con sus brazos, acercándote más a su cuerpo. Tus labios se movieron sigilosamente a lo largo de su mandíbula hasta ese punto debajo de la oreja, notando como la piel de Dylan se erizaba con el contacto de tus labios.

Le oíste maldecir en susurros mientras sus manos bajaban por tu espalda.

—¿Todavía sigues nervioso? —dijiste con una sonrisa burlona.

Dylan soltó una risa tranquila mientras dejaba pequeños besos por tu cara. Recordando que esta era vuestra primera cita y no queriendo que pensaras que solo quería tener sexo contigo, Dylan movió sus manos de tu cuerpo para sostener tus manos mientras sus ojos verdes esmeralda miraban a tus ojos color miel con una sonrisa en su cara.

—¿Entonces quieres volver a salir conmigo? —dijo mientras soltaba una risa nerviosa.

—Tienes mi número —sonreíste mientras le dabas un pequeño asentimiento—. Así que solo di un día.

Le diste un beso corto y te giraste para abrir la puerta de tu portal.

—Supongo que debería ir a por mi coche—. dijo con una sonrisa.

—¿Tu coche? ¿Qué quieres decir? ¿Tienes el coche aparcado en la cafetería? —. te reíste.

—Solo quería caminar bajo la lluvia contigo —dijo con una sonrisa, te besó por última vez antes de irse por el camino que habíais hecho antes. Una sonrisa plantada en el rostro de los dos.

Cuando entraste en tu apartamento oíste como tu teléfono vibraba, señal de que había entrado un mensaje. Viendo el nombre de Dylan abriste el mensaje y sonreíste.

Dylan: ¿Mañana?

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