¿Alguna vez has oído una canción y te has imaginado la historia que podría esconderse detrás de la letra? ¿O que sería la perfecta banda sonora para una escena que lleva días rondado por tu cabeza?
Pues aquí podrás leer las historias que se nos ocu...
Alec, Verónica, Peter y Dafne, amigos tuyos desde que tienes memoria, habían decidido tener un fin de semana en parejas y sin saber muy bien como tú y Liam habíais acabado incluidos en esos planes. No es que estuvierais saliendo ni nada parecido, ya te gustaría, pero Verónica y Dafne sabían de crush hacia Liam y Alec y Peter sabían que Liam tenía un crush hacia ti así que habían planeado daros un pequeño empujón de ayuda. El pronóstico del tiempo decía que nevaría así que te acercaste a la ventana más cercana. No había visibilidad, la nieve caía fuertemente así que los seis tendríais que quedaros más tiempo en la cabaña hasta que el clima os permita volver a casa.
—Hay tormenta de nieve. Supongo que estamos atrapados aquí hasta que pase —dijiste al grupo, recibiendo algunos suspiros de indignación.
El plan era pasar el fin de semana en la cabaña Verónica y así volver a tiempo para ver el festival de navidad que se celebraba en tu ciudad cada año.
Te sentaste en el sofá al lado de Alec y Verónica, todos tenían una mirada de cansancio mezclado con aburrimiento, excepto Liam. Era como si los recientes sucesos jugaran a su favor.
—Vamos chicos, no es para tanto —dijo Liam intentando que vierais el lado positivo.
—Excepto que nos perderemos el delicioso chocolate caliente que reparten —dijiste.
—Y las galletas —dijo Peter.
—Y los pasteles —dijo Dafne.
—Y la actuación de los del coro, mi hermana no paraba de practicar las canciones en casa. Me las sé hasta yo —añadió Verónica.
—En conclusión, nos vamos a perder todo el festival —se quejó Alec, acercándose a Verónica haciendo que ella recostara la cabeza en su hombro.
—No puedo creer que soy el único que no mira esta situación como un obstáculo. Vale, no es la situación ideal pero un festivas no es lo que convierte la navidad en lo que es, eso lo hacen los amigos. No importa donde estemos mientras estemos juntos —dijo Liam poniéndose de pie y mirando a cada uno en la sala.
—No puedo creer que esté diciendo esto, pero Liam tiene razón —dijo Dafne levantándose del sofá—. Puede que estemos atrapados aquí hasta que la tormenta pase, pero al menos estamos juntos. Podemos hacer nuestra propia navidad.
—Vale, pero ¿por dónde empezamos? —preguntaste.
Los ojos de Liam se iluminaron, como si estuviera esperando a que alguien hiciese esa pregunta.
—Lo primero, necesitamos canciones navideñas —dijo mirando a Dafne.
Esta sacó su teléfono y buscó hasta que encontró una playlist llamada ''Navidad❄''. El sonido de cascabeles, obligado en cualquier canción navideña, sonaba por los altavoces cuando Dafne activó la playlist. Se podía observar como las caras de los presentes se animaban al son de la música.
—Ahora que tenemos la música lo siguiente que necesitamos son juegos de mesa, velas antes de que se vaya la luz, cosa que hará, y lo más importante de todo... las galletas —dijo Liam.
A todo el mundo le gustó la idea así que se pusisteis manos a la obra. Verónica y Dafne se encargaban de los juegos de mesa, Alec y Peter de las velas y tú y Liam os metíais en la cocina para preparar las galletas.
Una vez en la cocina empezaste a coger los ingredientes que creías que ibais a necesitar.
—¿Por casualidad no habrás visto un libro de recetas por aquí? —dijo Liam.
—No, pero Verónica debe saber dónde hay uno. Iré a preguntarle —dijiste.
Saliste de la cocina, pero en lugar de ir a la sala de estar a por el libro de recetas que habías visto antes sobre una mesa te dirigiste hacia donde estaban Dafne y Verónica.
—Necesito vuestra ayuda —le dijiste a las dos chicas —Sólo estamos Liam y yo allí y no tengo ni idea de qué hacer. No sé cómo, ya sabéis, mover ficha.
—Madre mía, por fin vas a decirle lo que sientes por él. Es un milagro navideño —dijo Verónica emocionada.
Dafne rio disimuladamente ante la reacción de su amiga.
—Tengo una idea —dijo Verónica mientras se giraba y buscaba algo entre las cajas, cuando lo encontró se volvió a girar con algo entre las manos. Un poco de muérdago—. Aquí. Utiliza esto. Funcionará seguro.
Miraste el muérdago que colgaba de la mano de Verónica con algo de incertidumbre, pero lo cogiste de todos modos.
Cuando Liam supo que te habías ido se escabulló hacia el garaje, donde Alec y Peter estaban.
—Solo somos Emily y yo ahí dentro y no tengo ni idea de que hacer o decir—. dijo cuando entró en el garaje.
Peter tenía una sonrisa burlona en su cara mientras compartía una mirada con Alec.
—Solo actúa natural. Cuando llegue el momento adecuado lo sabrás y entonces le dices lo que sientes por ella —dijo Peter intentando dar un consejo decente.
Después de coger el muérdago que de ofrecía Verónica te dirigiste a la sala de estar para coger el libro de recetas, cuando viste a Liam.
—Al parecer estaba aquí todo el tiempo —dijiste.
Liam asintió.
—Necesitaban algo de ayuda —dijo señalando en dirección al garaje.
Asentiste, le diste el libro y ambos se dirigieron a la cocina. Liam y tu empezasteis a hacer las galletas mientras cantabais cualquier canción que estuviera sonando.
Una vez que estaban listas para hornear Liam cogió la bandeja y se giró para ponerlas en el horno. Cuando lo hizo viste la oportunidad perfecta para utilizar el muérdago, así que lo cogiste y lo colocaste por encima de vuestras cabezas. Cuando Liam se giró y te vio con el muérdago en alto una sonrisa se formó en su rostro.
—Qué casualidad que estemos debajo del muérdago —dijo Liam.
Tu bajaste la mirada, sintiendo como tus mejillas se sonrojaban cada vez más. Liam también lo notó así que levantó tu mentón para mirarte y te besó. Te sorprendiste al principio, pero pronto te relajaste y le seguiste el beso. Cuando deshiciste el beso apoyaste tu frente contra la suya, entrelazando vuestras manos y dejando que el muérdago cayera.
—Todo lo que quiero por navidad eres tú... —dijiste en un arrebato de valentía, confesando como te sentías respecto a él.
El esperado momento fue interrumpido por unos aplausos que venían de detrás de vosotros. Os girasteis para ver a vuestros amigos en el umbral de la puerta con sonrisas orgullosas en sus caras, felices de que sus amigos por fin se hayan admitido lo que sentían el uno por el otro.
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Las dos queremos desearos una ¡¡FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO!!
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