Giovanna.
uyyy, les juro que era capaz de verlo y pegarle una piña, ahí nomas, enfrente de todos, era capaz, lo juro, lo juro, lo juro. Y Geraldine me conocía tan bien que me saco rápido de la casa.
— se hace el idiota, como si fuese que nada pasó, Dios mío, yo no te la puedo creer. que vago de mierda, cómo se fue a gustarme también, quién me manda a ser tan enferma?—me dije a mi misma mientras caminaba al auto de Geral.
— ay, para un poco Giovanna, ya va a pasar, ahora calmate que sino vas a hacer la sesión de fotos con los pelos de punta.
cómo me odio cuando soy así de estupida, siempre haciendo mal todo.
—igual primero tenemos que pasar por la peluquería. —le contesté sin ganas mientras me subía al auto.
Después de la peluquería, nos fuimos con Geraldine a hacer una sesión de fotos, ella era modelo y para distraerme, les pidió que me agregaran a mi también y bueno, acá estamos, no sé cómo va a salir esto pero espero que bien.
...
miren que linda es, ¿será que me va a dejar llevarmela en un bolso? PAULO'S IG STORY.
qué lindo es, me lo quiero comer a besos.
— amor, no puedo ir con vos porque justo vinieron mi hermana y mi mejor amiga, no las puedo dejar. — le dije acariciando su mejilla mientras lo abrazaba y uSTEDES SE DIERON CUENTA DE QUE LE DIJE AMOR?
— pero, gorda, son tres días nada más. —me hizo un puchero y rápidamente le di un beso en sus labios.
— se va Jordyn y te juro que te acompaño a lo que tengas que hacer después de eso.
— ¿cuando se va Jordyn?
— el domingo.
— bueno, después nos vamos entonces. —le dio palmadas a mis nalgas y me beso.
no me vendría nada mal irme, jeeeje.
suspiré y escondí mi cabeza en su cuello, btw, buen perfume, me muero.
no podía dejar de pensar en lo de Ecko, no sé qué me molesta más, qué me haga una escena sobre lo que él mismo me dijo que yo no podía hacer, que se haga el que no paso nada o que cuando lo miro, me de esa sonrisita tan linda que tiene.— ¿por qué siento que estas en otro lado hoy? ¿estas segura de que estas bien? —me pregunto Paulo mientras metía sus manos debajo de mi buso, acariciando mi espalda.
— estoy bien, no te preocupes. —asentí levemente.
— podes confiar en mi si lo necesitas, Gio. —dijo dejando un beso en mi hombro.
— muchas gracias, pero enserio, capaz mejor me vaya a casa, voy a dormir un rato. —me separé un poco para mirarlo sonriendo.
— dale, hablamos cuando te despiertes entonces. —me sonrió de la misma manera y yo bese sus labios.
...
cuando llegue a la casa, entre y deje mi mochila en el sofá, entre a la cocina y me quise matar.
— Gio. —me dijo Ecko, si, así me llamo, gil.
no le contesté nada y pasé por su lado para ir hasta la heladera.
— ¿no me vas a hablar? —me preguntó poniéndose al lado de la heladera.
— ¿para qué queres que te hable? —le pregunté cerrando la heladera, no me podía ni concentrar en lo que quería así.
— quiero arreglar las cosas, negra, dale. —me dijo intentando agarrar mis manos, cosa qué evité rápidamente.
— no vamos a arreglar nada, la puta madre, ¿sabes por qué? porque sos un idiota que no quiere admitir nada.
— ¿que no quiero admitir según vos?
— que estas celoso, porqué sé que lo estas y te haces el piola igual.
— ¿queres que admita eso? porque si estoy re celoso, sabes, —se acerco más a mi para agarrarme de la cintura y después volvió a apoyarse en la mesada para llevarme con él, por más que hacia fuerza para que no lo logre.— estoy muy celoso, pero más que nada estoy enojado conmigo mismo por ser tan idiota y dejar que vos te vayas con ese pendejo, te recontra extraño, Giovanna, extraño vernos y que me molestes, que me quieras depilar la ceja, que me acompañes a comprar ropa, que vayamos a comer, o que comamos en casa. —acercó su rostro al mío, casi rozando nuestros labios.— extraño hacerte mía a cualquier hora del día cuando supuestamente yo "estaba grabando", extraño verte con mis remeras, extraño que me hagas comprar pizza después de garchar, o que cuando dormimos, me despiertes re histérica, extraño que me des tanta paz, como siempre haces.
— cállate y soltame, por favor. —le dije mirando hacia otro lado, estaba segura de que si cruzábamos miradas, ibamos a terminar en otra cosa.
— Giovanna, por favor, te necesito conmigo.
— ¿por qué no le decís eso a tu novia? —lo mire con los ojos llenos de lágrimas, me generaba tanta bronca todo, en serio, y por eso lloraba.
— porque vos sos la que me re puede y me hace re feliz. —me susurró en los labios, tocándolos con los suyos, Dios, qué débil me hace este pendejo, lo odio.
— basta, Matias, por favor. —le dije haciendo lo posible para resistirme las ganas de besarlo.
— ¿para qué queres que pare? ¿para que nos quedemos con las ganas? porque sabes que vos también me necesitas igual que yo a vos. —me miro para después comenzar a besar mi cuello lentamente.
— no entiendo porqué haces esto, porqué me dijiste 80 veces que eramos amigos nada más y ahora que estoy con alguien, te pinta lo celoso y queres que este con vos a tod..
no pude finalizar la frase ya que tenía sus labios sobre los míos, besándolos con lentitud, mientras esperaba a que yo le siga, cosa a la que no me pude resistir.
terminamos en mi habitación, sin ropa y con él encima de mi.
y yo seguramente mañana voy a andar llorando, ¿si me conozco por qué me hago estas cosas?