Giovanna.
— hola, celosa, ¿como estas? — me preguntó Ecko al mismo tiempo que me abrazaba.
— yo estoy de 10, ¿y vos?
— ya sé que estas de 10 si estas re fumada.
— ¿entonces para qué preguntas?
él nada más negó y me apretó más contra él.
— Giovanna, te quiero. —me dijo mientras se acercaba a darme un beso en los labios.
— yo también, pero me gustaría saber porqué aquella pelotuda tiene tu celular, ni yo lo toco. — murmuré cruzando mis brazos mientras lo miraba.
— porque no me lo pedis no lo tocas. —respondió volviendo a besar mis labios, beso que esta vez si correspondí.
— para que conste, no estoy tan fumada. — dije negando y lo abracé para así besarlo.
Matias.
estaba llevando a la tarada de mi novia a acostarla, eran las 10 y la pobre tenía tremendo pedo y no sabía si también estaba drogada, ayudenme.
cuando llegue a la cama, Giovanna se tiró y se empezó a cagar de risa al mismo tiempo que me agarraba las manos y tiraba de estas para llevarme con ella, tenía mas fuerza que estando sobria.
— acostate conmigo, por fa. — me dijo sonriendo mientras se acomodaba en la cama, si me lo dice con esa sonrisa, cómo me niego?
— bueno, pero tenes que dormir, Gio. — le dije mientras me acostaba al lado de ella, abrazándola.
— me siento mal. — murmuró mirándome a los ojos mientras que sus labios formaban un pequeño puchero.
— ¿por qué te sentis mal, bebé? — la acomodé encima mío mientras ella me miraba.
— porque no me gusta que estés con chicas pero no quiero ser una tóxica de mierda. — la luz que daba en la ventana se dirigía a la mitad de su cara, lo que me dejaba ver que estaba llorando, agarrenme que la lleno de besos. ahre, mejor no me agarren. — me da miedo lo que llegues a hacer pero no me quiero poner súper controladora y hacer que me odies.
— yo nunca te podría odiar, Gio. — murmuré secando una de sus lágrimas mientras me acercaba para dejar un beso en sus labios. — descansa, amor, mañana tenes cosas que hacer.
— bueno, pero quedate conmigo, por favor.
— obvio que me voy a quedar con vos, hermosa.
ella me sonrió y volví a besar sus labios. me abrazó dejando su rostro escondido en mi cuello y podía sentir sus lágrimas en mi piel.
yo no me merezco a esta mina, me quiero matar.
