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Giovanna.

— ¿ya te terminaron de romper el orto? —me preguntó Seven riéndose mientras entraba a la cocina.

— ¿por qué Noa tuvo que dejarte pasar? —lo mire para después poner los ojos en blanco.

— pasa que me dijo que él solo no te podía ayudar a caminar.

— ay, basta, no seas tan tarado por fa. —le dije para después empezar a comer mi desayuno/almuerzo.— boludo, ¿que corno le hicieron a Ecko? —le pregunté tapándome la boca con una de mis manos ya que estaba comiendo.

— eso te queremos preguntar todos a vos, negra. —se sento arriba de la mesa y empezó a robarme algunas de las frutas que tenia picadas en el plato.

después de que yo desayune, con Seven fuimos a mi habitación donde Ecko seguía acostado.

— Eu, levantate. — le dije cuando estuve cerca de la cama, estaba con su celular.

— ¿y si no quiero qué pasa? —me preguntó mirándome con los ojos entrecerrados y yo reí, mientras que Seven..

— te voy a levantar a besos, bombón. —entro a la habitación corriendo y se tiró arriba de Matias.

— ay, boludo. —se quejo tratando de sacárselo de encima, y ahí fue cuando yo me sume, tirándome arriba de Seven para empezar a hacerle cosquillas.

— ¡Gio, basta! — gritaron los dos al mismo tiempo, Seven porque odiaba que le hagan cosquillas y Matias porque Seven se estaba moviendo como loco.

después de un ratito más, me levante para dejar salir a Seven y cuando me iba a sentar al otro lado de la cama, Ecko me agarro de la cintura haciendo que me quede con él.

— ¿que tal? ¿ya voy a tener sobrinitos o nada que ver? ¿como la pasaron anoche? —preguntó Seven levantando las cejas mientras nos miraba.

— no van a ser sobrinos, imbecil. — dijo Ecko.

— bueno, pasa que yo soy el hermano postizo de Gio, así que cuidadito vos eh.

yo nada más negué sonriendo.

— bueno, la tengo que ir a buscar a Lula así que nos vemos después. — dijo levantándose de la cama.— mañana almorzamos todos juntos.

asentimos nada más y él se fue de la habitación, dejándonos solos.

— ¿no tenes hambre? —le pregunté a Ecko acomodandome mejor encima de él.

— mmm, no sé, a ver veni. —me estiro de las manos para que me acerque a él y una vez así, darme un beso.— ¿hambre de vos cuenta?

— dale, ¿queres que te haga algo? — le pregunté sonriendo para después dejar otro beso en sus labios.

— no, quiero que nos quedemos acá. si salgo el gringuito ese me esta por mirar todo mal otra vez.

— eso es porque sos un cara de culo, dale. levantate y vamos a la cocina, y después te vas.

— ¿encima me echas? gringuita de mierda. —se rió y a continuación me tomó de la cintura para dar vuelta y que esta vez él esté arriba, acomodándose en medio de mis piernas.

— no soy una gringuita y menos de mierda.

— tenes razón, sos mi Gio y sos un ángel depende de la situación. —hizo una mueca y yo puse mis manos en su cuello para besarlo.

— ¿por qué andas todo amoroso ahora? — no me contuve más, tenía que preguntárselo.

— quiero que estes conmigo, solo eso. ¿nos podemos quedar acá un rato más y después me voy? —me preguntó acomodando su cabeza en mi cuello.

— dale, pero yo voy a mirar una película si no te molesta.

negó rápidamente y yo encendí la televisión para poner netflix y buscar la película, a todos los chicos de los que me enamore, SOY FAN.
Matias pasó su mano por debajo de mi buso, que realmente era el de él, y dejo esta en mi cintura, acariciandola de vez en cuando.

𝐠𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐟𝐭. 𝐞𝐜𝐤𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora