Matias.
hoy volvía Giovanna de Estados Unidos y les juro que no podía estar más feliz y a la vez enojado porqué no sé que me hizo esa mina para que esté así por ella. aunque si sé, es hermosa y la mejor persona que conocí, también la persona que seguramente me va a hacer todo más difícil pero bueno.
nos estábamos por juntar por su llegada, pero íbamos a salir nada más, lo que me chocaba era que vinieron dos amiguitos de ella, también chicas, pero esos dos gringos boludos, Dios mio.
estábamos todos esperándola cerca de la barra, hasta que pude divisarla entre la multitud, es tan hermosa, ayudenme, y venía agarrada de la mano con uno de sus amiguitos, es fachero, pero igual alto pelotudo seguro.
se saludo con todos los demás y yo espere a que lo suelte para poder abrazarla, ¿no soltarla más o no soltarla más?— ¿como estas? —me preguntó al oído para después mirarme, estábamos a tan solo centímetros gracias a la muy forra, cuando me le acerque la primera vez también fue así, ¿no se cansa de ser forra?
— con unas ganas de comerte la boca ahora que te me pones así de cerca. —le respondí mientras depositaba mis manos en sus nalgas.
— ¿me extrañaste?
— ¿no te cansas de ser mano larga? —pregunté sonriéndole al sentir una de sus manos en mi entre pierna.
me negó la pregunta y me abrazó con algo de fuerza, poniendo su cabeza en mi hombro. "yo si te extrañé" me dijo al oído para seguidamente dejar un suave beso en mi cuello, que seguramente hubiera seguido si no hubiese sido porqué una de sus amigas, creo que Jordyn, le estiró del brazo para que vayan a bailar.