Imagen: Logan
Elías.
Al siguiente día entré al laboratorio cruzando los dedos, deseando que Logan no estuviera sentado en su lugar para tener otra oportunidad para platicar con Madeline, y para mi fortuna no estaba aún, me senté en mi lugar y dejé la mochila encima para recostarme sobre ella en lo que llegaba el profesor.
Hoy trataría de hablarle más a Madeline, ayer se había prestado demasiado bien para charlar, me había sonreído e incluso le dio risa mi patético intento de ligarla, de alguna manera ella lograba que me sintiera como adolescente enamorado, como aquel que se emocionaba por un videojuego o así con una consola nueva.
Sentí un golpe en mi cráneo, levanté la cara molesto y me encontré con Rachel.
—No me esperaste para entrar—se cruzó de brazos.
—Perdón, he traído mi cabeza en otras cosas
—Sí, como con esa chica rara—escupió. ¿Qué? Fruncí el ceño y después se mostró nerviosa, como si su reacción hubiera estado de más, porque si lo había estado.—Ahora saldré con Carl—anunció nerviosa.
—Lindo, nada más ten cuidado Rach.
—Sí...lo tendré—estaba decepcionada pero no entiendo por qué, se dio media vuelta y se sentó en su lugar.
Volví a mi posición inicial, mi cabeza reposaba en la mochila dura mientras esperaba que el maestro llegara, pidiendo que la persona que se sentara a mi lado fuera Madeline y no el egocéntrico de Logan. Y en cuanto a Rachel, debería estar más alegre si tiene la oportunidad de salir con alguien y Carl parecía un buen tipo, uno serio aunque lo conocía un poco porque iba en el equipo de fútbol americano pero jamás había indagado, quizá debería hacerlo por Rach.
El asiento de a lado chilló cuando se sentaron.
—Hola—esa voz melodiosa sonó, sonreí al instante y volteé a verla.
Ahí estaba ella, con su cabello el cual le crecía rápidamente, su sonrisa de perlas blancas y su tez blanca, sus labios tan bien formados y carnosos.
—Hola—articulé, se rió sin decir nada más y sacó su libro, «Harry Potter la piedra filosofal». Me quedé observándola mientras pasaba las hojas, viendo su dedos largos y finos recorrer la orilla de las hojas, no parecía notar mi mirada así que me recargué en mi brazo izquierdo para verla mejor, con la palma de mi mano cubriendo mi mejilla.
Soltó un grito ahogado mientras leía y sonreí, me imaginé que cualquier persona que nos viera si tuviera que ver que tan estúpido me veía me calificaría con un diez, pero no me juzgó nadie en lugar de eso alguien rompió mi momento acabando con la cara de paz de mi chica misteriosa.
—¿Me permites?—la voz de Logan interrumpió la lectura de Madeline y cuando ella alzó la cabeza para verlo sus ojos se abrieron, sus facciones se endurecieron pero quedó muda.—Es mi lugar—insistió.
Ella no respondía, ¿qué le pasaba?
—El profesor la sentó aquí—mentira acusó mi consciencia—ya que no estabas y no vimos problema, sé caballeroso y siéntate en otro lado, Logan.
Madeline estaba como piedra, no se movía, solo parpadeaba y su mirada estaba hacia el vacío.
—O mejor sé tú el caballeroso y vete a otro lugar—sugirió Logan, bufé dispuesto a levantarme para no mover a Madeline pero inmediatamente se aferró a mi brazo. Me sorprendió su agarre y la fuerza del mismo, me estaba mirando suplicándome con la mirada que no me fuera.—Oh vamos princesa, ¿No quieres que esté a tu lado?—su dedo índice se colocó al lado de su mentón y su pulgar se colocó en su barbilla para que volteara a verlo, ese tacto hizo que me pusiera alerta.
—Déjame, Logan—dijo por fin Madeline, enojada. Levantándose y saliendo del salón.
Logan fue tras ella y mi curiosidad los persiguió, caminaron por el pasillo con paso decidido hasta que él decidió agarrar su mano para que volteara a verlo, el tacto volvió a darme asco y revolvió mi estómago porque no la soltó.
—Suéltame, Logan—suplicó Madeline con lagrimas en los ojos.
—No—Se aferró a su agarre y la jaló para sí—No me has perdonado, perdóname Mad—tocó su rostro y la besó.
¿Mad? ¿Se conocían?
No pude ver la escena así que me volteé para no verlos, sentí algo que se rompía y sabía que era la esperanza que me había creado con ella, pero un quejido volvió a captar mi atención.
—Me mordiste, perra—se quejó Logan mientras colocaba sus dedos en su labio para después proporcionarle una cachetada alejándolo de él. Madeline retrocedió del impacto mientras que sus ojos liberaban toda el agua del cuerpo, sus dientes mordiendo su labio y sus facciones llenas de dolor.
Sin saber cómo ya estaba arriba de Logan golpeándolo, había perdido la cordura, el recuerdo de su mano impactando la piel suave de mi chica misteriosa me enojaba, intentaba protegerse con sus débiles brazos pero no podía compararse con la furia que sentía, el dolor en el rostro de Madeline me impulsaba.
—Elías ¡Detente!—chilló una voz conocida, inmediatamente después me separaron de él, enojado intenté zafarme del agarre, levantaron a Logan del suelo para que recobrara su postura.
—¡No te metas con ella Ochman!—amenacé captando su mirada, todo su rostro estaba magullado, labio partido, cortes en su ceja y aberturas en sus mejillas.
—¡¿Por qué no?!
—¡Porque podría matarte idiota!—solté enojado logrando que abriera los ojos de sorpresa
Capté la mirada de Rachel entre la multitud de estudiantes que se habían formado, estaba preocupada pero solamente le dediqué una mirada fría; levanté bruscamente los hombros para zafarme de los muchachos que me habían detenido y fui con Madeline.
—Vayámonos, cariño—dudó por unos segundos a causa del apodo pero asintió mientras caminaba junto a mí, rodeé su pequeño cuerpo con mi brazo y la estrujé contra mí.
Caminamos hacía mi Jeep y la subí en su asiento para luego subirme a mi lugar. Solté un suspiro y me puse en marcha lejos de todos, lejos de Logan, de ese pasillo y de mi enojo.
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¡Holaaaaaaaa! 7u7
He aquí el nuevo capítulo, muchas gracias por leer chicas ♥►Nao Fuera

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Pedazos® [Completa]
ContoMadeline era una chica rota y claramente antisocial, la escuela la ignoraba por completo y yo era uno más en la lista. Nunca me percaté el momento en el que ella se volvió una necesidad, una necesidad para mí. -Quiero juntar todos los pedazos y hace...