Elías.
Me encontraba en la cafetería junto con Madeline, ella charlaba acerca de su día, de los maestros que le había tocado y por primera vez en mucho tiempo la gente pasaba y la observaba, algunos maravillados otros sin expresión alguna pero podía imaginarme su impresión al darse cuenta de que la chica invisible por fin sonreía y hasta tenía su encanto.
Las personas de la escuela se habían esforzado tanto en ignorarla que nunca se dieron cuenta de lo que se perdían, Madeline nunca perteneció en un círculo social así que no fue difícil haberla borrado poco a poco.
Recuerdo haber escuchado rumores que justificaban la acción de apartarla de todo y es que en ocasiones ella llegaba llorando e incluso la encontraban gritando en los baños en tiempos libres, había días donde creían que ella no dormía y lo pensaban gracias a las sombras negras que se le formaban abajo de sus ojos, su manera de vestir desaliñada, a veces con la misma ropa que el día anterior pero el pensar eso solamente hacía mi sangre hervir, si la veían así ¿por qué nadie se acercó a ayudarla? ¿Por qué no me acerqué?
No podía criticar a las demás personas porque ni siquiera me había dado el lujo de percatarme de su existencia antes y mucho menos en darme cuenta de que acontecía todo lo narrado en el párrafo anterior.
☼
El día aconteció los anteriores, acompañaba a Madeline a clases y me aseguraba de que se sintiera bien, lo que fue de extrañarse fue su comportamiento, no quería darme besos e incluso se oponía a que estuviera con ella al cambiar de salones. Se distanció ese día haciéndome saber que no estaba de humor para que yo le demostrara afecto.
Fue poco después cuando me enteré de lo que pasaba.
—Así que...¿tú y Elias, eh?—escuché al pasar por el baño de las mujeres, me detuve y me recargué en la pared.
—Mmm no lo sé—contesto en un susurro claramente intimidada Madeline.
—¿No lo sabes? ¿Eres estúpida o sufres algún retraso?—la voz no me sonaba familiar pero el hecho de que le hablara a ella así hizo mi sangre hervir.
—No, nada de eso, solamente no sé que pasa con nosotros.
—Todos dicen que están juntos, hace unos días los vieron besándose, ¿Cómo no vas a saber?—la voz subía de tono.
—Él y yo no estamos juntos, no somos nada—Madeline se acercaba a la puerta de salida.
—¿Entonces no te gusta?—mi corazón se detuvo por un segundo temiendo la respuesta.
—Me agrada.
¿Le agrado? ¿Qué significa eso?
Lo siguiente que escuché fue el sonido de una bofetada junto con un insulto: «perra». Madeline salió del baño con una mano en su mejilla y lagrimas en sus ojos, giró en mi dirección, mis brazos la cubrieron mientras con una mano escondía su rostro en mi pecho. La muchacha que la agredió salió, sus tacones resonaban en el piso, arreglaba su cabello hasta que me miró.
—¡Elías!—su voz chillona hizo eco en el pasillo y fruncí el ceño; ella realizó el mismo gesto al ver que mis brazos cubrían a Madeline.
La muchacha era amiga de Rachel, co-capitana del equipo de porristas.
—Vuelve a levantarle la mano y te prometo que no volverás a saltar o gritar con las porristas y tu estatus en el colegio acabará—gruñí mientras sus ojos se abrían como platos y daba un paso atrás.
—No sé por qué pierdes el tiempo con ella si solamente le agradas—arregló su peinado mostrando un poco de dignidad y giró en sus tacones para irse con un tonto caminado.
Madeline quién permaneció quieta durante la plática se separó de mí bruscamente, todavía limpiando sus ojos evitó mirarme.
—Gracias—musitó.
—Para eso estoy—dije mientras metía mis manos en mis bolsillos.—Así que...¿te agrado?
—No quiero hablar de eso ahorita—imitó mi acción y escondió sus manos.
—¿Cuándo querrás hablarlo? Me has estado evitando todo el día—busqué su mirada pero seguía sin verme—¡Ni siquiera me miras a los ojos!—exploté pasando mis manos por mi cabello.
—No soy para ti Elías, soy poca cosa, no valgo nada, soy tu nuevo juguete—al encontrar su mirada con la mía vi reflejada todo el dolor y la ira en ella—¡No seré tu nuevo juguete! No dejaré que las cosas se repitan.
—Madeline no eres un juguete para mí—mis manos se colocaron en su hombros y descendieron por sus brazos hasta llegar a sus manos.
—¡Vamos muy rápido, tratas de demostrarles a todos que puedes con todas las chicas del colegio y yo con ellas!—gritó alejando sus manos de las mías.
—¿Entonces solo yo sentí esa conexión ese día en el parque? ¿Por qué me dejaste besarte? ¿Por qué permitiste que golpeara a Logan?
—Nada surge tan rápido y menos el romance.
—A menos que sea amor de verdad y no fingido.
—No lo es, no es amor de verdad.
Sus palabras no tenían sentido para mí, no sonaba como ella, estaba herida y no sabía como remediarlo, quería hacerla sentir segura pero no funcionaba. Estaba enojado conmigo mismo y con ella por no saber que quería.
—Nada de lo que dijiste antes es verdad—argumenté mientras me daba la vuelta para irme y dejarla ahí en el pasillo.
Hey niñaaaaaaas ☺
Problemas problemas en todas partes, ¿Por qué son tan complicadas las guomens?
en el siguiente capítulo narrará Madeline porque me quedé tripiada mientras leía ahre e.é
Las quiero mucho y gracias por leer ♥
Nao fuera
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Pedazos® [Completa]
PovídkyMadeline era una chica rota y claramente antisocial, la escuela la ignoraba por completo y yo era uno más en la lista. Nunca me percaté el momento en el que ella se volvió una necesidad, una necesidad para mí. -Quiero juntar todos los pedazos y hace...