Blaze (5)

Capítulo VI

—¡No quiero ir más a la escuela!

El niño lloriqueó e hizo un puchero que causó que Kit apretara sus mejillas enamorada del pequeño sin embargo el pequeño manipulador no pudo contra su padre quien lo conocía a la perfección.

Blaze lo miró con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados queriendo leerlo.

Su hijo era todo un terremoto al cual no le gustaba para nada ir al pequeño jardín de niños que había en el Homeland, era una lucha constante el poder levantarlo para asistir.

De hecho iba atrasado cosa que lo frustraba demasiado, él quería ser un buen padre para su cachorro.

—No lo mimes Kit, te está usando, pero mañana como todos los días irá a la escuela.

Automáticamente se le llenaron los ojos de agua que comenzó a caer por sus mejillas causando la frustración de su padre, Blaze adoraba a Alex como a nadie y odiaba verlo llorar pese a eso no podía ceder.

—¡No quiero!

—Es que nunca quieres, ¿Se puede saber esta vez por qué no?

—¡Porque no tengo mamá y todos los niños van con mamá! ¡No quiero que tu me lleves, quiero que mamá lo haga, quiero que venga!

Blaze no supo que cayó primero si las lágrimas de su hijo o su alma al suelo.

Sus palabras lo golpeaban en lo más profundo.

Ojalá pudiera darle lo que quería, sin embargo lo que él quería estaba muy lejos de la realidad.

Valentina, esa... mujer mentirosa le había dado la espalda a él y a su hijo.

Cuando el bastardo de su padre se regocijó de que su hija lo había dejado regalandole al cachorro fruto de los dos no lo creía sin embargo al ver a Alex tan pequeño tomó la determinación que cuidaría de ese niño como a nadie y eso había hecho durante esos años. Años en los que comprendió que Theo había dicho la verdad y que Valentina no era mucho mejor que él. Una mujer que abandonaba a su propio hijo no servía para nada.

Blaze tensó su mandíbula y apretó los puño para luego mirar a Kit quien ya lo miraba con pena.

—¿Puedes dejarnos a solas?

La hembra asintió enseguida y se fue lo más rápido que pudo.

—No me gusta que todos tengan mamis y yo no. ¿Por qué yo no tengo una, papi?

Blaze trató de calmar la furia que sentía por Valentina debido a lo que había hecho sufrir a su hijo y finalmente se arrodilló frente a Alex para estar a su altura.

—Tienes una cachorro, todos tenemos una.

De inmediato Alex lo miró limpiando una lágrima de su mejilla entonces preguntó con inocencia.

—¿Y dónde está la mía?

—Bueno, verás, ella... —habló incómodo—. Ella ha ido a estudiar afuera para ser muy inteligente y enseñarte cuando regrese.

Maldita sea Blaze, ¿Qué hiciste?

Alex rápidamente sonrió con una sonrisa que le dolió a Blaze pues, su cachorro nunca había sonreído de esa forma.

—¡¿Mi mami vendrá?! ¡¿Cuándo?! ¡Quiero verla!

Si, yo también. Pero para estrangularla.

—Ella vendrá, ya lo verás.

Se maldijo por mentirle a su hijo pero ¿Qué se supone que le diría?