Literalmente estaba temblando, no podía concebir que por su culpa Callista estuviera prácticamente en su misma posición.
Ella había causado eso, si solo se hubiera casado con ese macho su hermana no hubiera vivido el infierno al que ella trataba de alejarse.
Tan pronto como llegó al río una fuerte mano tomó la de ella haciéndola girar de golpe.
Ni siquiera gimió porque ya sabía reconocer su toque.
Blaze gruñó y deslizó un pulgar por su mejilla pasa borrar el rastro de su lágrima que ella ni siquiera sabía que había escapado de su ojo.
—No soporto que llores —susurró cerca de sus labios mientras Valentina se perdía en el brillo de sus ojos.
Si alguna vez en la vida le hubieran dicho que iba a amar tanto a un nueva especie incluso se habría reído.
Pero esa era la verdad con todas sus letras.
Amaba a Blaze tanto que su respiración era trabajosa al estar tan cerca.
—Ese hijo de puta nunca volverá a molestarte dulce Val, no a ponerte un dedo encima ni a nuestro cachorro.
—Lo sé —se las arregló para susurrar—. Sé que nos proteges Blaze, como yo no pude proteger a Callie.
Entonces comenzó a llorar una vez más y el corazón de Blaze se apretó.
¿Cómo había podido pensar que una chica como ella era una perra?
Valentina había sufrido demasiado y él se había prometido que haría su vida mucho mejor.
La tomó en sus brazos y la llevó adentro donde se acurrucó con ella en el sofá mientras acariciaba sus sedosos risos.
—Callista está bien cariño...
— ¡No lo está! —exclamó ella—. Está embarazada de un macho nueva especie que se casó con ella por mi culpa... ella está sufriendo.
—Pese a lo que dicen de Callista sé que Fierce nunca le haría daño a tu hermana Valentina, aquí no dañamos a nuestras hembras, las respetamos y adoramos.
Las palabras de Blaze extrañamente la llenaron de un calor repentino.
Ella de pronto se encontró preguntando si él podría amarla.
Se imaginó una vida junto a Alex y Blaze y su corazón dio un saltó a la vez que las mariposas revoloteaban en su vientre.
De pronto no pudo aguantarlo más y se lanzó a sus brazos aferrándose a su boca con un suave beso que hizo que el corazón de Blaze latiera desbocado. Amaba la sensación de sentirlo contra ella, la dureza de su pecho se complementaba con la suavidad del suyo. Suaves caricias eran repartidas a lo largo de su cuerpo como si él estuviera memorizándola y ella se derretía ante el más mínimo toque.
Su alma se llenó de gozo y enseguida apartó las lágrimas de sus ojos, no podía evitar sentirse tan sentimental respecto a ese momento que estaban compartiendo.
Solo ahí supo a dónde pertenecía y no era otro lugar que los brazos de Blaze, no había otra explicación para eso más que era suya.
Allí fue consciente de que estaba excitada tanto como él lo estaba, su miembro erecto empujaba contra ella en un delicioso silencio a la vez que los pezones de Valentina estaban duros contra su pecho necesitando su boca y sus manos en ellos.
Sin dejar su boca Blaze pareció leer sus pensamientos deslizando una de las manos que se aferraban a la fina cintura de ella a sus pechos, los cuales pellizcó a su antojo sacándole un par de gemidos en el proceso.
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Blaze (5)
FanfictionCuando Valentina Kafieri Gautier dio a luz a su hijo, no pudo mirarlo ni siquiera, lo aborrecía por ser fruto del acto más bestial que una mujer podía recibir, la violación. Ni siquiera sabía de quien era su hijo pero no le importaba, solo quería qu...