Epílogo

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Una semana después:
Valentina se sentía en el cielo.
La sonrisa que adornaba su boca era imborrable, esa mañana iba a casarse con Blaze y a pesar de que no llevaba un vestido de ensueño no podía sentirse de otra forma que no fuera una princesa.
Ángela la había ayudado a arreglarse junto con Callista quien no dejaba de decir cuan hermosa se veía.  Alex era otro quien no dejaba de alabarla de una manera tan tierna que ella apenas podía contenerse de llenar su carita de besos.
—Maldición, presiento que Blaze romperá el récord —Dijo Tabbee, la hermana mayor de Ángela mirando a Valentina.
Tabbee siempre se ofrecía a cuidar de Alex ya que su hijo era muy amigo de este y por esto habían estado más en contacto. De hecho Tabbee le había contado que sus historias se parecían muchísimo.
— ¿Récord de qué?
Todas soltaron una risita divertida y le echaron una mirada cómplice.
—Normalmente los machos no aguantan demasiado después de que firman los papeles de acoplamiento, ellos necesitan marcar a la hembra... Y poseerla —aclaró Tabbee en voz muy muy baja debido a la presencia de Alex.
Un sonrojo se apoderó de las mejillas de Valentina mientras las chicas reían divertidas.
— ¿Estás lista Valentina? —preguntó Trisha sonriendo—, tu chico espera.
Yo le sonreí de vuelta antes de asentir.
Enseguida pude sentir un montón de mariposas revoloteando en mi vientre.
Minutos después cuando mis ojos se encontraron con los suyos estuve absolutamente perdida. ¿Cómo había podido estar tanto tiempo sin él?
Un montón de sensaciones los sacudió ocasionando que sonrieran perdidos el uno en el otro, no existía nadie más a su alrededor.
Al acortar la distancia Blaze tomó la mano de Valentina con los ojos fijos en sus pupilas para después dejar un suave beso en la palma de su mano. Valentina notó el momento en que sus ojos se llenaron de lágrimas por haber visto el grado de adoración en los ojos de Blaze.
Pronunciaron los votos para después proceder a firmar los papeles de compañeros.
—Te amo dulce Val, desde el primer momento que te vi y aunque me mentí a mi mismo diciendo que te odiaba, tu rostro por las noches era lo único que podía ver.
Cuando su boca buscó la suya los invitados estallaron en aplausos.
Una mano de él cubrió el vientre de ella dejando una suave y cariñosa caricia.
Acto seguido Blaze como ya era costumbre cargó a Valentina en sus brazos salvo que últimamente solo la cargaba como los recién casados que ahora eran, ya no hacía que su vientre se posicionada en su hombro y creía saber el porqué.
Lo curioso es que no le hubiera dicho nada.
Maldito olfato nueva especie.
Rió divertida al ver a las chicas haciendo caras pícaras en su dirección.
En un minuto Blaze la llevó a la casa y sin molestarse en quitarle la ropa la marcó como suya.

*

Blaze acariciaba el vientre de Valentina. Ella estaba embarazada otra vez el olor que ella desprendía era evidente.
Firefly contemplaba dolida la escena frente a sus ojos.
La boda de Blaze con la humana, la odiaba con todo su ser.
Blaze nunca había llamado a la madre de Alex  su compañera así que ella había creído que no se trataba de alguien importante más que una perra humana que había dejado a su hijo sin contemplaciones.
Cuando había conocido a Blaze él había sido tan bueno con ella y con su madre que sin poder remediarlo se había enamorado del macho. A ella la habían rescatado con su madre después de que cumplió los catorce, nunca había entablado amistad con nadie pese a que ellos lo habían intentado... Hasta Blaze.
Aunque el macho era obviamente mucho mayor que ella quien a penas tenía 17 años Blaze la había enamorado con su forma de tratar a Alex.
Ese pequeño también robó su corazón desde el instante que sus ojitos la miraron por primera vez.
Era injusto que Valentina quien lo había abandonado se quedara con los dos cuando ella era quien más se lo merecía.
— ¿Estás triste por la boda Firefly? —preguntó la inocente voz de Alexander haciéndola salir de sus pensamientos.
Sus pupilas conectaron con la del niño y tuvo que sonreír levemente tratando de ocultar su rabia y tristeza.
—Yo... No.
Enseguida Alex hizo un puchero adorable el cual hizo sonreír enseguida a Firefly encantada con el pequeño.
—Estás diciendo mentiras Fly y papá dice que eso es malo.
—Y tiene razón bebé, lo siento, tú no debes hacerlo.
Él asintió.
—No debes estar triste —dijo él con su voz tierna—. Yo me voy a casar contigo como hacen los humanos —agregó señalando a sus padres quienes ahora se besaban como si el resto de ellos no estuvieran viéndolo.
Pero su estupefacción no se detuvo ahí, sino que se acrecentó cuando el pequeño niño se sentó al lado de ella para darle un suave pico en la boca antes de salir corriendo tan lejos como pudo.
Firefly lo contempló horrorizada a la vez que escuchaba la voz de Dangerous que estaba a su lado y había visto todo.
—Una vez que un macho reclama a su hembra no hay vuelta atrás.
Enseguida la hembra giró su cabeza tan rápido que su cabello azotó la cara de Danger.
— ¡Es un cachorro! —chilló espantada.
—Tu ni siquiera eres una adulta Fir, tienes 17 y él 5, diez años no son nada.
— ¡Estás loco! —Gritó ella llamado la atención de varios nuevas especies pero ambos los ignoraron y la hembra se fue molesta.
El macho negó con la cabeza y sonrió, casi podía ver venir esa historia.
Aunque Firefly se esforzaba por parecer adulta y que todos la tratarán de esa forma no era más que una cría.

*
Kidness los felicitó junto con su compañera una vez que volvieron a la fiesta, Blaze obviamente a regañadientes, pero la relación de ambos parece rara  a los ojos de Valentina sin embargo ella lo ignora y le agradece al macho por salvarla de Theo, Kindness simplemente le responde que no hay nada que agradecer y se van.
Ángela los felicitó y se ofreció para cuidar de Alex con Salvación a lo que ellos accedieron.
Cuando la fiesta había terminado Blaze la llevó al río mirándola con adoración.
—Eres junto con mi cachorro lo más importante para mí.
Blaze devoró sus labios encantado.
Desde que había visto a esa hermosa humana por primera vez la había querido, de la única forma que querían las nuevas especies, para siempre.
Cerró las manos en su cadera amando sentir su piel tersa. La forma en como se aferró a él dando pequeños gemidos entrecortados hizo que su pecho se hinchara, su Valentina era todo para él.
Allí la amó con suavidad y amor demostrándole todo lo que sentía por ella, lo que nunca había dejado de sentir.
—También te amo Blaze, por siempre.
Su gemido fue ambrosía para él entonces ambos se dejaron ir sintiéndose como en el cielo.
Porque ambos sabían que realmente era para siempre.

Espero que hayan disfrutado de esta novela tanto como disfrutaron de las otras.
El siguiente es Dangerous que ya está en mi perfil.
Las amo por leer y comentar.
También las invito a leer Efecto Mörder en mi perfil.
Gracias hermosas. 😘😘

Blaze (5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora