VII PARTE 2

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Valentina comenzó a hiperbentilar bajo esa mirada abrazadora que le dirigía él.
Había tanto en ese par de pupilas que ella no tardó en echarse a temblar. Odio, rabia pero sobretodo pasión.
Algo que terminó por derretirla.
—Dios mío, estás vivo.
Instintivamente su mano se dirigió a su rostro y de un momento a otro comenzó a deslizar su dedo pulgar sobre todo su rostro hasta llegar a sus labios carnosos.
Una furtiva lágrima escapó de sus ojos y Blaze se sintió sumamente confundido.
El roce de sus dedos lejos de causarle repudio volvía a causarle ese brote de sentimientos que ella había despertado años atrás con solo verla.
Lo que lo hizo descubrir con rabia que los sentimientos que Valentina le causaba no habían menguado. Ni siquiera con su abandono.
Pero no podía permitirle que ella volviera a burlarse de él.
Lo había engañado para después dejarlo, tanto a él como a su hijo.
Y era Alex quien más había tenido que sufrir su abandono.
Lleno de rabia apartó la mano de ella de su cara acercándola con violencia hasta su cuerpo.
—No me toques mujer —escupió con ira —. Ahora tú y yo vamos a hablar.

Valentina lo miró aterrorizada haciendo que algo dentro de Blaze doliera sin embargo no cambió su ceño.

—¿Por qué? — se limitó a preguntar.

Ella no podía dejar de mirarlo con embeleso,  si antes le había resultado guapo, aunque no lo admitiera ni a sí misma por lo testaruda que era, claramente ahora podía ver los gloriosos cambios que había dado 340.

Ahora era más alto, su cuerpo muchísimo más masculino y que hablar de las fracciones de su rostro.

Sin duda él era el hombre más sensual sobre la faz de la tierra, solo tenía un problema.

La odiaba.

Y simplemente ella no podía culparlo.

Era su culpa que él la mirara de esa forma.

Cuando solo tenía diecisiete años tenía mucho miedo, de hecho, ahora no había cambiado demasiado. Ver a 340 le había hecho enfrentar sus errores abruptamente, había hecho lo mismo con Callista.

Ella había usado a su hijo, a 340 y a Callista para huir, para salvarse, y con ello los había condenado.

340 tenía toda la  razón de odiarla.

—340...

Él gruñó molesto antes de acercar su rostro al de ella sin embargo no se atrevió a tocarla otra vez, no quería perder el control de sí mismo.

  — Soy Blaze ahora humana, acostúmbrate.

 No obstante no pudo decir lo que realmente quiso, que era preguntar por su hijo.

Si su padre le había mentido sobre la muerte de 340 ¿Había la posibilidad de que su hijo estuviera con vida?

Su corazón se llenó de esperanza pero aún tenía miedo, él seguramente hablaría del niño.

  —Siento haberte dejado, tenía que hacerlo.

— ¿Por qué? —Volvió a preguntar él.

Sus ojos se mantuvieron fijos en ella a la espera de su respuesta como si la ansiara como nada.

Cosa que puso aún más nerviosa a Valentina.

La cercanía de ese macho era tormentosa pese  que él era el único nueva especie quien no le había hecho daño, era ella la que se lo había causado a él. Algo extraño pasaba en su interior, como si estuviera bien que 340 ahora Blaze la mantuviera tan cerca  de su pecho.

Trató de apartarse un poco de él para así recuperar la cordura pero fue imposible pues su firme agarre no dejaba escapatorias.

  —No voy a redimirme mintiéndote Blaze, cuando supe que estaba... embarazada — soltó Valentina casi sin aliento—. Entré en pánico, de hecho lo descubrí muy tarde. Mi padre me dijo  que ese... niño seria mi salvación de los laboratorios y que además debía calmarte porque te estabas convirtiendo en un problema clamando por mí.

Blaze estaba tenso de pies a cabeza mirándola con una rabia que ella comprendía totalmente.

  —Él me dejaría en libertad si le dejaba el niño...

—¡Y por eso me mentiste, por eso dejaste a tu cachorro que te necesitaba en ese infierno! — rugió el macho fuera de sí.

Inevitablemente Valentina comenzó a sollozar debido a las duras palabras que sabía que se merecía sumando al fuerte agarre que estaba sintiendo en ese momento por parte de Blaze.

—Lo siento —fue lo único que pudo decir mientras su rostro era cubierto de lágrimas.

Él la soltó enseguida como si con solo tocarla se llenara de asco.

  — ¿Es lo único que tienes para decir? 

Ella cerró los ojos y cuando estuvo a punto de decir algo más apareció una mujer llamándolo.

Una punzada golpeó en el interior de Valentina sin embargo ese momento fue provechado por ella quien enseguida corrió a casa de Ángela hecha un mar de llanto.

¿Qué hubiera pasado si ella no se hubiera marchado?

¿Hubiera salvado a su hijo de las garras de su padre?

De inmediato negó con la cabeza, ni siquiera ella misma había escapado de él, ¿Cómo iba a cuidar de un niño nueva especie a quien Theo recalcitrantemente decía era una pequeña bestia? Ella no lo soportaría.

Además, ¿Quién sino ella denunciaría ese laboratorio que causaría la libertad del pequeño? A ella no le importó quedarse a expensas de Theo, pero el niño era diferente, merecía su libertad... 

Solo que en vez de su libertad ella misma había firmado su muerte.

Las lágrimas una vez más salieron a borbotones de sus ojos. 

¿Y si el niño estaba vivo como 340? 

Él no le había dicho nada pero... 

Ella maldijo enseguida, no podía hacerse ilusiones.

Cuando entró a la casa trató de eliminar cualquier rastro de lágrimas de su rostro y pronto escuchó algo que la dejó perpleja.

  — ¿Crees que debamos decirle lo que está pasando con su hermana? No me parece justo que condenen a esa chica por algo que no hizo, Callista no es Valentina.

El shock de la conmoción la dejó boquiabierta.

Callista no es Valentina.

Ángela no sabía cuanta razón tenía.

  — ¿Qué está pasando con Callie? — preguntó.

Ángela la miró con culpa pero ella no le dio importancia así que volvió a repetir.

  —¡¿Qué está pasando con Callista?! 

El macho gruñó cuando le gritó a la chica sin embargo la atención de Valentina estaba fija en su amiga.

  —Han descubierto a tu padre y creen que Callista es su cómplice.

Valentina cerró los ojos sabiendo que hacer.

Esta vez su hermana no pagaría por algo que ella había hecho, había llegado el momento de ponerse los pantalones de chica grande y asumir lo que había causado, s hermana saldría impune como debía, eso lo juraba.

Perdón por la tardanza de veras, no merezco su perdón (Que drama xd) es que he estado muy cansada con mi trabajo y la uni así que no he tenido ni tiempo ni ganas de publicar.

Espero les guste esta segunda parte♥.



Blaze (5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora