Los días han pasado de forma lenta y tortuosa. Supongo que la ansiedad de verla me ha jugado una mala pasada. El trabajo me mantiene ocupada, realmente ocupada. Y es que mi jefe, Homero Ron, si, Ron, cuando me dijo su apellido estuve apunto de preguntarle dónde estaba la coca, pero posiblemente eso me hubiera costado el empleo; es un bastardo explotador.
Aunque si es muy emocionante, ha decir verdad, trabajar de lo que me gradué. Aunque mi jefe el trago amargo, si así lo he bautizado, es un grano en el trasero. Ay santo tomate, tan rojo como yo, dame paciencia, o le meteré ese corbatín por los ojos. Y es que no deja de joder. Evans trae esto, ¿Evans terminaste? ¿Evans, por qué demoras tanto?, Evans no abandones tu puesto, ¿Evans dónde está el papel que tenía en mi mano ayer? Vamos, que parezco su puta asistente. Pero bueno, no me quejo. Al menos no en voz alta. Gracias al primer adelanto, he podido pagar el cable, comprar algunas fotocopias que me faltaban- porque ni de chiste compraba los libros- y finalmente hacer mercado. Casy, la madrastra de Ámbar ha sido muy paciente conmigo cuando nos conectamos por videollamada. Pero orgullosamente puedo decir que, ¡ya aprendí a hacer arroz! ¡Y se deja comer! Me siento orgullosa, no le he dicho a la rubia, quiero sorprenderla. Vamos, que no voy a Master Chef para no avergonzar a los otros concursantes con mi talento.Y si se preguntan por el bastatdo de Maicol, no tengo ninguna queja con el, sin mencionar que casi me viola, se ha mantenido como un buen hombre, ¿quién lo diría? Por lo que supe, dejó la bebida, trata mejor a sus empleados, y es un padre/ejemplar. La prueba de que un poco de violencia puede encarrilar a los malditos. Si no fuera porque odio muchísimo a los policías, me enlistaría.
Con mis chicos desde aquel día nos llevamos mejor. No somos mejores amigos, pero a veces si me trenzan el pelo. Eso es bueno. Porque como ya les he dicho, apenas puedo hacerme una coleta.
Hablando de ellos, sólo Adrien y Pablo podrán acompañarme a NY, me pone algo triste, ya me había acostumbrado a la pareja maravilla, es decir, Deniel y Michele, pero sé que estaré a salvo, voy a estar con ella, y ella siempre me cuida.
Ahora mismo observo las nubes por la ventanilla. Es increíble, hacía tanto que no viajaba en avión. La última vez que lo hice fue cuando llegamos a Londres, y no tuvimos que huir nunca más. Siempre me habían gustado los aviones. Ámbar fue quien me enseñó, por si alguna vez debía ser la piloto. Recuerdo que Rud, su ex, estaba bastante preocupado por nosotras, por lo que también subió en el jet, aunque se mantenía en silencio, mientras la rubia me explicaba todo. Ella es una mujer asombrosa y sabe hacerlo prácticamente todo, y lo que no sabe, lo aprende, o lo inventa, da igual. Siempre le ha puesto los pelos de punta que yo sea quien conduzca cualquier tipo de vehiculo, terrestre, acuático o aerero, aunque nunca lo ha dicho en voz alta. ¿Qué puedo decir? Me gusta la velocidad, y probablemente no sea buena con las señales de tránsito y tampoco con las reglas. Pero vamos, las reglas están para romperse, ¿cierto?
Los chicos vienen a mi lado, roncando, literalmente.
Vaya seguridad...
Nada va a pasarme aquí Nora
¿Pero es que no has visto películas? ¡Siempre es un buen día para morir!
Ok, estas siendo paranoica
Si si, te acordaras de mi...
Sonrío algo triste al pensar en que ella no estará para recibirme, pero lo entiendo, tiene mucho trabajo y no quiero que lo descuide por mi culpa.
Luego de quitarme las deportivas, subo los pies al asiento y me cubro con una manta, cerrando los ojos pensando en que pronto la veré. Lo que pretendía ser una tranquila siesta, fueron seis horas de sueño completo. Cuando Adrien me despertó, estábamos por aterrizar, por lo que todos debíamos ponernos los cinturones. Al bajar, el agradable clima templado me recibe.
ESTÁS LEYENDO
Prender fuego a la lluvia [en PROCESO Y CORRECCIÓN]
Romance¿Cómo uno puede llegar a enamorarse de la persona más irritante, neurótica y quisquillosa del mundo? Dicen que el amor es una tragedia necesaria, ¡pero yo jamás pedí ser parte de esa tragedia! ¡Jamás! Charlotte Evans es una intrépida pelirroja que n...