Lo observo sin ningún pudor. Es guapísimo. Realmente guapo. No pasará de los veinticuatro años. Sus facciones son bien pronunciadas, refinadas, y varoniles al mismo tiempo. Sus labios lucen completamente apetecibles y son muy gruesos. El los remoja y yo muerdo mi labio inferior. Si que es sensual. Continuo observando su asombroso rostro, tiene unos ojos azules tan hipnóticos. Azules cristalinos, perfectos y preciosos. Un mechón de su cabello azabache cae sobre su rostro, y el lo quita rápidamente. Bajo la vista, concentrándome en el escultural cuerpo que se carga.
Es mucho más alto que yo. Sus hombros lucen anchos, y ese sweater gris debería ser ilegal. Bajo más admirando esa sexy V que se esconde detrás de esos pantalones oscuros. Me relamo los labios como toda una pervertida. Debería follarlo ahí mismo. Hacer lo que quiero con su cuerpo, que grite por mi, enseñarle que tan...
-¿¡Está sorda!? ¿Hola?- parpadeo volviendo a la realidad, cuando le escucho gritar cerca de mi. Su bonito ceño se encuentra muy pronunciado. Lo siento, estaba concentrada violándote con la mirada y pensando en cosas muy lujuriosas que podría hacerte, ¿qué me decías?
No creo que debas decirle eso...
¿Será demasiado?
¿Tu qué crees, Sherlock?
-La culpa es suya por venir tan distraída, eso es obvio...- dice mientras cruza los brazos sobre su pecho. Mmm, esos brazos, los lamería como una...
¡Céntrate mujer!
Lo siento Nora, es un pecado hecho carne...
-Claro que no fue mi culpa, y no, no estoy sorda...- respondo irritada.
-Y se nota que está muy bien de la voz también...- masculla por lo bajo.
-¿Estás diciendo que grito?- pregunto ofendida.- Además de que casi me atropellas y matas, me críticas. Que descaro el tuyo...
-Eso no fue lo que pasó...- comienza diciendo mirándome mal.
-¡Claro que si!- exclamo mirándolo fijamente.
-¡Fue tu culpa mujer!- grita de pronto, tomándome por sorpresa. Mmm, vamos cariño, saca esas garras y arráncame la...
Calla esos pensamientos lujuriosos
Mojigata
¡Te falta Jesús!
Y a ti un buen meneo Nora...
Que mujer tan vulgar...
-¡Claro que no idiota, has sido tú!- respondo enojándome más. Está como quiere, pero es un idiota obstinado...y yo también.
-Eres una inconsciente y...- intenta decir, pero no lo dejo.
-¡Inconsciente tu abuelita!- interrumpo enojada, mientras lo miro fijamente.
Ambos nos asesinamos de la mirada. Verde contra azul. Azul contra verde. No pienso dejarle ganar. De pronto, un escandaloso silbido hace que peguemos un brinco del susto.
-¡Silencio!- grita la rubia a todo pulmón, con ese timbre de autoridad en la voz, haciendo que todos nos cuadremos y encojamos un poco. Da miedo cuando se pone en plan jefa rompe traseros. -Gracias- susurra, para luego tomar aire un par de veces.- Díganme mis amores hermosos, ¿¡qué diablos ocurre!?- grita otra vez, haciendo que nos tapemos los oídos. Mierda. Esta mujer va a dejarnos sordos.
-Buenos días Ámbar, encantado de verte...- comienza diciendo el niño pijo frente a mi. ¿Esperen, el la conoce? ¿Pero quien se cree este pelado?- Ocurre que ésta...señorita... - me apunta con irritación, lo cual me parece una falta de respeto. Yo fui la ultrajada aquí. Lo miro ofendida y si continua apuntándome, morderé su dedo, y si se descuida, algo más también...- Es una inconsciente al andar.
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Prender fuego a la lluvia [en PROCESO Y CORRECCIÓN]
Romance¿Cómo uno puede llegar a enamorarse de la persona más irritante, neurótica y quisquillosa del mundo? Dicen que el amor es una tragedia necesaria, ¡pero yo jamás pedí ser parte de esa tragedia! ¡Jamás! Charlotte Evans es una intrépida pelirroja que n...