Capítulo 11: Sobreviviendo

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NOTA IMPORTANTE AL FINAL

NOTA IMPORTANTE AL FINAL

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-Pareces una acosadora...- susurra Frederick a mi lado, haciendo que pegue un brinco.

-Idiota, me asustas- digo golpeando su brazo, haciéndolo reír.- Que soy de corazón débil, me da el síncope- le reprendo, y el solo sonríe burlón, ajeno a mis achaques. Insensible.

-Eres la reina de la exageración, pelirroja pecosa...- sonrío encogiéndome de hombros, eso ya lo sabemos.- ¿Se ven bien juntos, cierto?- dice también mirando a satanás y la rubia. Asiento a mi pesar.- ¿Crees que lo olvidó?- pregunta en un susurro, y yo suspiro.

-Nunca lo hará. El idiota se encargó de marcarla...- suspiro a mi pesar, y el asiente.- No creí que te vería de smoking otra vez...- comento cambiando de tema, mirando al moreno, quien me sonríe.

-¿Me he acostumbrado, sabes?- lo miro, y el suspira.- He cambiado mucho desde...

-Que los abandonamos, lo sé...- susurro culpable, y el traga duro, sin responder.- Todos hemos cambiado, Fred...

-Ella no. Sigue siendo la misma...- sonríe al verla, y yo suspiro. Está coqueteando descaradamente con su endiablado esposo.

-No es la misma. Ahora tiene más experiencia, es más madura...- comento mirándolos.

-Sigue defendiendo y amando a los suyos. Además, ese corazón de oro continua intacto...- sonrío asintiendo ante sus palabras. Lo que más le sobra a nuestra rubia es corazón y amor.- No sé cómo, pero a ella, el pasado no la marcó...- murmura Fred, y yo suspiro. Si que estamos todos jodidos.

-Te equivocas. Lo hizo. Pero en vez de lamentarse, o atormentarse como nosotros, ella sonríe más. ¿Sabes que aún le pide a su Dios por nosotros? A pesar de todo, no ha perdido la fe...- digo negando, algo molesta, pero muy orgullosa.

-Debo irme ya- dice de pronto el moreno, haciendo que frunza el ceño, mientras me quita la copa de la mano. Esto se está volviendo costumbre. ¿Qué le pasa a los hombres? Consigan su trago, bola de flojos.

-¿Tan pronto? Ni siquiera le has saludado...- murmuro desconcertada. ¿Qué está ocurriendo aquí?

-Ya lo haré en otro momento, fuego, tranquila...- dice apoyando su mano en mi hombro mientras sonríe.- Pero tengo mucho trabajo que hacer, estoy en medio de algo...gordo, ya sabes...- asiento lentamente.- Además, aquí hay muchas personas que no pueden verme...- asiento otra vez, entendiéndolo. Para algunos, Frederick Stradivarius es el diablo, y no descansaran hasta darle caza.

-Ve con cuidado, polluelo, y no te metas en problemas, o mi amiga te tirará de las orejas, y yo me burlaré de ti hasta que muera...- digo con burla, pero completamente sincera, a lo que el sonríe enormemente.

-Ya me conoces...- asiento. Es un Don Juan perdido, lo sé.- Tranquila, no quiero a la reina en versión mamá gallina furiosa...- habla negando y veo como tiembla levemente.

Prender fuego a la lluvia [en PROCESO Y CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora