*~Sempiterno~*

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Las gotas de lluvia seguían cayendo con fuerza contra el suelo. Shiro y Keith se miraron mutuamente, en silencio, como si ambos intentaran buscar respuestas en los ojos del otro. 

Shiro desvió la mirada hacia cualquier otro lado, evitando por completo encontrarse con la de Keith. Parecía un chico rudo. 

El asiático, no encontrando otra opción, le señaló al otro que lo siguiera con un simple movimiento de cabeza que Keith entendió de inmediato. 

Ambos caminaron juntos, bajo la lluvia, empapados y en silencio, sin mirar al otro, temiéndose mutuamente. Shiro tenía miedo de conocer acerca de su pasado, y Keith tenía miedo de que Shiro hubiera cambiado. 

-Keith...-. Repitió Takashi en un murmullo lo que su mente decía una y otra vez. -¿Qué discutías con el general?

El chico por fin miró hacia Shiro con miedo de responder aquello. Su expresión ya no parecía dura, sino afligida. Bajó la mirada al mismo tiempo en que suspiraba para ganar tiempo y encontrar las palabras adecuadas. 

-Hace cuatro años, el cuartel te envió a la guerra junto con el escuadrón-. Respondió monótono. 

-Fui militar alguna vez, ¿No? Era lo que se supone que haría. 

-No, no lo entiendes...-. El caminar de Keith de volvió más apresurado. 

-¿Entonces?-. Shiro no pudo evitar tomar por el hombro al otro para detenerlo y girarlo hacia si. 

Keith no tuvo más opción que detenerse y enfrentarlo. 

-Todo tu pelotón murió. Te mandaron a una misión suicida, Shiro. Al mejor de sus soldados lo mandaron a morir. Tienes suerte de estar vivo-. Retrocedió unos pasos antes de darse la vuelta y seguir por el camino por el que andaban. 

Shiro definitivamente no entendía a ese chico. Al inicio le dijo que lo estaba esperando, y ahora parecía querer huir de él a toda costa. Lo miró alejarse, con los brazos cruzados y titiriteando de frío. 

Caminó hacia él al mismo tiempo en que se quitaba la chaqueta, para ponerla sobre los hombros ajenos, esperando que Keith tomara un poco más de confianza.  Shiro suavizó su mirada para el otro, y a Keith, por un momento, le pareció ver al mismo Shiro que conocía antes de aquella misión. 

-Sólo vámonos ¿quieres?-. De nuevo con esa actitud arrogante, pero débil de algún modo. 

Shiro fue quien no respondió nada esta vez, comenzando a caminar de nuevo en silencio hasta la calle en donde estaba su departamento. Subieron por el elevador, y pronto, ambos estuvieron frente a la puerta de la habitación. 

Keith se sorprendió al ver el departamento. Era bastante pequeño, pero lucía mucho más acogedor que su propia casa. 

-Entra, puedes prepararte un baño. Te prestaré algo de ropa para que pongas a secar esa-. Habló el asiático. 

Keith mordió su labio inferior por dentro evitando soltar alguna expresión de asombro. Entró al lugar, quitándose de encima la chaqueta de Shiro y colgándola sobre una barra metálica al lado de la puerta del baño, en donde se supone que iba la toalla, pero que ahora se encontraba vacía. 

El agua caliente sobre su cuerpo, hizo a Keith relajarse. Su rostro se levantó dejando que la tibieza escurriera sobre su piel. Hace tanto que no tenía un baño así. Sintió su corazón acelerarse... ¿Qué le habían hecho a Shiro? ¿En dónde había quedado ese hombre bondadoso que siempre confió en que él podía? Se abrazó a si mismo encogiéndose tras la impotencia. Quería a Shiro de vuelta. Sus ojos ardieron, necesitaba dejar esos sentimientos negativos y hacerse a la idea de que Shiro era diferente, pero a fin de cuentas, seguía siendo la misma persona. 

KURO: Mirando a las Estrellas [SHEITH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora