*~Epifanía~*

343 46 23
                                    

Shiro no sabía lo que lo esperaba en aquella zona más alejada de la ciudad. Tuvieron que tomar algunos autobuses para poder acercarse. Estaba lejos de la base aérea, pero valdría la pena si Shiro podía recordar al menos un poco. 

Keith estaba decidido, incluso tenía un poco fruncido el ceño, y  de vez en cuando sus labios se curveaban en una sonrisa con tan sólo la idea de recuperar al Shiro que había perdido. 

Su camino era silencioso. Shiro no encontraba palabras para pronunciar, y Keith, bueno, estaba muy ocupado imaginando las reacciones que Shiro tendría. 

En algún punto, cuando el sol ya se había ocultado, el menor estiró una mano hasta la derecha de Shiro, sintiendo el frío material con el que estaba hecha su prótesis. 

Sus manos se tomaron la una a la otra, sin otra sensación más que la de sus corazones reconfortándose. 

Keith miró desde abajo a Shiro, y le sonrió con suavidad decidiéndose a hablar por fin. 

-El día en que nos conocimos fue de lo más extraño-. Comenzó, logrando que Shiro dejara de mirar su entorno y se dedicara a mirar a Keith. -Yo estaba en aquella casa hogar, tenía 10 años, mi padre acababa de morir hace un par de años, en un incendio, intentando salvar a la familia que quedó atrapada en donde vivían. Yo... lo vi todo. 

Shiro miraba con tristeza a Keith. -Siento que hayas tenido que perder a tu padre...

-Estoy seguro de que tú sentiste lo mismo-. Susurró en el silencio nocturno. La primera noche sin nubes amenazando con llover. 

Shiro apretó la mano de Keith  suavemente al escuchar aquello. -¿A qué te refieres?

-Mientras mi padre intentaba salvar a aquella pareja, vi llegar a un joven. Lo vi tan desesperado y asustado, que... cuando intentó correr hacia adentro, tomé su mano-. En aquel momento, entrelazó sus dedos con los ajenos y una pequeña  sonrisa se dibujó en su rostro. -Ni él ni yo sabíamos que el lugar explotaría... Lo noté tan... destrozado, tan triste, y esos eran sentimientos que se iban acumulando en mi interior, sentimientos que guardé para mi mismo durante mucho tiempo, por mi padre, porque él siempre me dijo que fuera fuerte. Nunca imaginé que dos años después ese mismo joven iría a buscarme a la casa hogar. 

Shiro parpadeó un par de veces antes de suspirar. Tenía que pensar en aquello antes de decir cualquier cosa... Así que por eso no tenía familia. Habían muerto en un incendio junto con el padre de Keith. 

La mano de Shiro soltó la ajena al notar aquel agarre tan confiado.

Keith no lo había hecho con ninguna otra intención más que sentir que aquello no era un sueño, que lo tenía de verdad consigo.

-Lo siento-. Se disculpó el más joven cruzando sus brazos y frunciendo el ceño. -No pensé en lo que hacía.

Shiro sonrió. Aunque no tenía los recuerdos de haber perdido a sus padres, sabía que lo que Keith decía era verdad, y comenzaba a dudar del general. "Su relación no llegaba ni siquiera a una amistad", si, claro.  Rodeó con su brazo los hombros del otro, y continuaron caminando en dirección a las orillas de la ciudad, hacia el desierto. 

Ambos notaban como los grandes edificios disminuían, así como la luz de la ciudad, pero contrario a esto, las estrellas eran más visibles de lo que Shiro había visto. 

*~*~*~*~*

-Keith, alguien ha venido a verte-. La voz de la directora de la casa hogar llamó la atención de aquel niño que parecía enfurecido con el universo entero. 

-Así que te llamas Keith. Yo soy Takashi Shirogane, puedes decirme Shiro -. Y de pronto, Aquel joven que perdió a sus padres estaba ahí, frente a él ya con la mayoría de edad. 

KURO: Mirando a las Estrellas [SHEITH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora