KURO: Mirando a las Estrellas [SHEITH]

*~Melifluo~*

El amanecer llegó sintiéndose más obscuro de lo habitual. Keith abrió los ojos llamado por los alaridos de Shiro. Se giró rápidamente sobre su lugar y vio al pobre hombre bañado en sudor, con las cejas curveadas hacia abajo y una expresión de aspecto desgarrador. Seguro seguía con las pesadillas. Puso una mano sobre su pecho, sintiendo su corazón acelerado, luego no dudó en moverlo por los hombros, obligándolo a abrir los ojos.

-¡Shiro! Despierta...-.

El de cabello bicolor por fin comenzó a relajar su expresión al mismo tiempo en que llevaba ambas manos a limpiar sus ojos, los cuales abrió encontrándose con los de Keith.

Ambos se miraron unos instantes. Keith no necesitaba que Shiro hablara, ya sabía lo que ocurría. Los mismos sueños sobre la guerra, recuerdos que permanecían ocultos y que llegaban en cuanto se descuidaba.

Keith se sentó a la orilla del sofá. Shiro se reincorporó y se acercó a Keith sólo para apegar su cabeza contra su pecho. el chico rodeó su cabeza con ambas manos, sintiendo cómo su cabello había crecido en esos pocos meses. ya podía jugar un poco con unos mechones cortos.

-Tranquilo...-. Susurró el azabache apoyando su mentón sobre la coronilla de Shiro, quien se atrevió a rodear la cintura ajena con ambos brazos.

Se quedaron abrazados durante unos largos instantes, con los ojos cerrados, como si pertenecieran a ese lugar, entre los brazos ajenos.

Takashi y Keith, juntos como debía ser desde el inicio.

-No fui a trabajar... Espero que no vengan a buscarme-. Susurró el mayor sintiendo su pecho arder.

-Si vienen me ocultaré, no te preocupes por eso-. Si tuviera el número de Pidge, le pediría que fueran lo más pronto posible a recogerlos... Pidge era hermana menor de Matt. Matt dijo que conocía a Shiro así que...

Keith se separó del abrazo precipitadamente, mirando a todos lados hasta ubicar en la mesa del comedor un celular de apariencia antigua. Corrió a tomarlo entre sus manos y lo desbloqueó para buscar entre los contactos a quien sea que conociera. -Matt, Matt... ¡Aquí!-. Encontró el contacto del hermano mayor de Pidge. -¿Por qué no me dijiste antes? Ellos hubieran venido desde ayer...

-No lo sabía, Keith-. Se encogió de hombros. -Ese celular ya tenía contactos que desconozco cuando me lo entregaron-. Se encogió de hombros.

Keith puso el celular contra su oído y esperó a que contestaran.

-¿Matt? Soy Keith, necesito que aceleremos un poco el plan, tenemos algo de prisa por aquí. Que Pidge entre, necesito su ayuda...

Colgó antes de dejar el aparato sobre la mesa y volver al sofá con Shiro.

Ambos se quedaron expectantes de lo que haría el otro, al menos hasta que Keith tomó el mentón ajeno y lo hizo acercarse un poco más al suyo, sin cortar la distancia segura para ellos dos. Se miraron a los ojos, Keith acariciaba con su pulgar el rostro de su mayor.

-Puedes hacerlo-. Habló.

Shiro no supo a lo que se refería. No entendía, no había un contexto que pudiera seguir.

Keith suspiró desviando la mirada hacia el suelo, y soltando el rostro de Takashi al mismo tiempo en que negaba con la cabeza. -Shiro, tú eres capaz de todo, no dudes nunca en que puedes hacerlo-. Tal vez Keith no era tan bueno motivando como lo fue Shiro en algún momento, pero intentaba devolverle el favor de cuando era pequeño.

-Keith...-. Shiro por fin estaba entendiendo a lo que se refería. Tenía muchas inseguridades con todo lo que había descubierto, y de haber sido un hombre con actitud de líder, se había derrumbado hasta lo que era ahora. Debía recuperarse pronto, si no, sólo sería una carga para el más joven.