KURO: Mirando a las Estrellas [SHEITH]

*~Infructuoso~*

Las grandes extensiones del desierto eran la mejor vista que podrían tener en tiempos así. Había un plan que seguir, y si las cosas iban bien, la paz podría durarles un buen rato.

Matt manejaba la camioneta por aquella carretera prácticamente vacía, con plantas desérticas por los costados, dejando la orilla de la ciudad para dirigirse a la frontera sur, con México. Pidge presionó un botón adelante, pronto un sonido seco hizo a todos girar hacia arriba. Keith tuvo que cerrar los ojos tras ver entrar los rayos del sol por el quemacocos abriéndose.

El cabello largo del azabache se movió con el viento, al inicio bruscamente, luego de forma más tranquila. Se fue poniendo de pie, sosteniéndose con ambas manos de la orilla del hueco en el techo de la camioneta y desdoblando sus rodillas hasta poder sacar su cabeza hasta la altura de sus hombros. Tuvo que cerrar un poco los ojos, pues el polvo amenazó con entrar.

Inconsciente de sus expresiones, sonrió alzando ambos brazos hacia el cielo, dejando que el sol lo bañara y el viento se encargara de echar fuera todas las preocupaciones. Al menos por un instante, fue feliz por si sólo, sin necesidad de nadie más. Sus dedos se extendieron completamente, entonces, de la nada, soltó un fuerte grito, sintiendo como su interior se liberaba de la frustración que había tenido días atrás con toda la situación de Shiro.

Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, bajó los brazos y sintió su rostro arder en vergüenza. Generalmente no era así, eso era más de Lance, pero le gustaba tanto el desierto y los preciosos paisajes que regalaba, que se sentía realmente libre.

Fue doblando las rodillas hasta que quedó sentado de nuevo, completamente despeinado.

Shiro soltó una carcajada, pasó ambas manos por el cabello del menor y lo acomodó un poco, metiendo sus dedos entre las hebras obscuras y deshaciendo en su camino cualquier nudo.

Keith volvió a su clásica expresión con ambos brazos cruzados mientras escuchaba reír a Pidge.

-Que bueno que dejamos a Lance y a Hunk allá, estarían burlándose de ti-. Mencionó la chica girando su cabeza hacia atrás ligeramente, sólo lo suficiente como para ver al chico de reojo.

Dejaron a los dos chicos en la ciudad a las orillas, luego ellos fueron a buscar lo que Keith deseaba llevar de sus pertenencias, algo de ropa, un poco de dinero que tenía para emergencias y por supuesto, pequeñas cosas que los demás considerarían inservibles pero que él consideraba demasiado importantes. Habían discutido sobre el plan a seguir, al final, el plan menos descabellado era hacer una escala en México, de ahí viajarían a Afganistán en un vuelo comercial cualquiera. Había pocos, porque el país está en constante guerra, pero servía un vuelo pequeño. Sólo querían llegar allá.

-Bien, Shiro, pueden pasar a México sin pasaporte siempre y cuando su estancia sea sólo por setenta y dos horas, les dirán que no pueden alejarse mucho de la frontera y bla, bla, bla...-. Matt no despegaba la vista del camino. -Allá se encontrarán con el amigo de la familia de Lance, él les dirá qué hacer.

Keith suspiró escuchando el plan tan complicado que tendrían que llevar a cabo. Miró por la ventana con el ceño fruncido y los labios hechos un mohín, mientras Shiro miraba hacia alfrente con su única mano sobre la rodilla izquierda.

-¡Nos encantaría acompañarlos! pero dice Matt que aún no estoy lista para la guerra-. Susurró la chica encogiéndose de hombros y llevando ambas manos hacia su propia nuca.

-Pero les dejaremos la camioneta-. Concluyó el joven guiñando un ojo a la nada.

Shiro casi se levanta de su asiento.

-¿Enserio? ¿Y cómo volverán ustedes?

-Por Dios, Shiro, para eso existen los transportes en autobús-. Masculló de nueva cuenta la chica.