Inevitable (Lesbico)

TODO PARECE UN SUEÑO II

El vuelo de París, Ile de France a Buenos Aires, Argentina acababa de llegar a las siete de la noche. Realmente estaba sentada trece malditas horas y medias -aunque nada cómo viajar en jet privado- y justo migración se le ocurre revisar mi equipaje, todo por una lima de uña pensando que es un arma, ¿en serio?

-¿Qué tanto piensas amor? -Pregunta Stella sacando de sus pensamientos a Jess-

-Nada, mira, te voy a explicar, tuve un vuelo que tanto como tú sabes duro como trece horas y media; el cambio de horario y la presión al ver que migración nos detuviera por una boludes, aparte, de que me muero de hambre y yo aquí explicandote lo que pasó cuando tú estabas a mi lado -Jessica cerró los ojos tras respirar hondo- uff...lo siento, solo estoy un poco estresada...-Stella al ver la reacción de Jess se acerca para abrazarla. Jess se acomoda en su regazo mientras Stel le da pequeños besitos en la sien creando una atmósfera de tranquilidad-

-Disculpame por mi falta de incomprensión osita -Mientras Stel juega con el anillo de la mano de Jess-

Stella suspira al entrelazar sus manos admirando los anillos como muestra de un para siempre.

- ¿Osita si ves a Maddison?

+Sí, ¿Por qué?

- ¿En qué momento se puso ese antifaz color animal print?

Al ver las dos concentrándose en el antifaz de Maddison se escuchó un leve pero sonoro estruendo y apestoso gas. Ambas se miran para luego reírse mientras se tapaban la nariz.

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-Al fin en casa...hogar dulce hogar.

Arroje mi equipaje al suelo mientras me tiraba a la cama y suspiraba, estaba apunto de cerrar los ojos y sucumbir a los brazos de morfeo pero un peso encima mio ocasionó que mis pulmones sacarán el aire acumulado.

Volteo apenas mi rostro mirando al infeliz para caerle a golpes pero vaya fue mi sorpresa al encontrar a mi perfecta e inoportuna novia sonriendo.

-Oh vamos, vas a matarme carajo.

Maxwell se movió para colocar sus piernas alrededor mío mientras sostenía mis brazos aprisionandome.

-Tenemos casa sola osita.

Sabía a qué se refería y quería hacerlo, sí que quería y mucho, pero estaba cansada como para ver estrellas.

-Amor...quiero hacerlo...pero estoy cansada, no puedo creer que aún tengas energías.

Maxwell rompió a carcajadas, soltó mis brazos, besó mi frente para luego recostarse a mi lado.

-Bien, descansemos, lo necesitamos.

Ambas reímos, pasaron unos minutos nuestras miradas se cruzaron, no había palabras, el silencio no era incómodo cuando las miradas dicen mucho.

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-Amor, ¿has visto mi chaqueta negra?

Habían pasado meses desde que volvimos, y han sido los mejores meses de mi vida, era feliz, ella me hacía feliz.

Me consentía en todo, sobretodo cuando me visitaba el indeseado, pero cuando se iba...no salimos de la casa.

Le enseñe la ciudad, nos tomamos muchas fotos, nos besamos en cada lugar que visitamos, hicimos bromas, casi nos agarra la poli pero salimos libradas.