Capítulo 30
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JESS POV
Cuando tenía seis años mi abuelo me regalo un loro, lo cuide mucho, jugaba con él, le contaba muchas cosas...hasta que un día después de salir de la escuela y llegar a casa, me extraño que mi mejor amigo no me recibiera como siempre lo hacía después de nueve años ...mi abuelo me llevo al patio y nos sentamos en aquella banca, el cielo estaba nublado, era un día tranquilo, parecía que iba a llover -lo cual me alegraba, me encantaba la lluvia- recuerdo que mi abuelo tomo mi mano y dijo:
La vida es un regalo, el cual debemos cultivar para cuando al momento de irnos y mirar atrás no nos lamentemos de nada; al igual que un amigo, ellos están para hacernos felices, para iluminar nuestras días oscuros, para hacernos reír y, sobre todo, para amar. Duke te amaba hija mía, siempre te espero cuando partías cada mañana, siempre se emocionó cuando te veía, lo sé porque al verte, él extendía sus alas para volar y acercarse a ti...
Recuerdo mirarlo sin entender, me levante y entre a la casa en busca de mi amigo, busque y busque, pero no lo encontré, salí al patio, mi abuelo estaba frente al jardín de flores de mi madre, me acerque a él y entonces comprendí sus palabras...mi Duke...mi mejor amigo...estaba muerto.
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Recordar aquel momento donde perdí a mi mejor amigo me hizo recordar aquellas palabras mientras frente a mí todo se veía en cámara lenta, los enfermeros y el doctor trataban de que sus pulmones respirarán mientras su mano derecha se aferraba temblorosa al fierro de la camilla hasta que dejo de respirar y aquella mano cayó sobre la cama dándome a entender que se había ido.
Fue un trago amargo lo que vi y sentí dejo mi pecho doler, ahora me encontraba sentada frente a su ataúd, varias personas se acercaban para darme el pésame, pero no los escuchaba, estaba sumergida en mi dolor, pero en mi rostro ninguna lágrima caía.
Cuando llegó el momento, Alexandra y algunos amigos llevaban su ataúd, el sacerdote decía unas palabras, sentí que alguien me entregaba una rosa blanca para luego dejarla caer como hacían los demás, pero nunca lo hice.
Cuando me di cuenta ya estaba sola, o eso creí.
- Jess...vámonos, empezará a llover...
Sin mirarla solté su mano -Déjame sola un momento, quiero despedirme de ella...
Asintió ante mi petición, pero no se alejó, solo lo suficiente para dejarme sola.
- ¿Por qué no me contaste? ¿Por qué ocultarme algo tan importante? ¿Por qué sufrir sola? ¿No era todo para ti?... Tú eras...todo para mí. Estúpida, tonta, idiota...tú...tonta, tonta, tonta, tonta...
Repetía una y otra vez esa palabra mientras caía al suelo y golpeaba la tierra y la lluvia caía lentamente.
Grite como nunca, grité y grité hasta que sentí unos brazos los cuales reconocí y me deje abrazar mientras mis lágrimas se perdían con la lluvia.
***
- Ten, es chocolate caliente.
Tome la tasa sin rechistar mientras veía a la nada, mi ropa se había lavado y ahora se estaba secando, tenía ropa seca y estaba sentada en mi sofá.
- Vamos, bebe o se enfriará.
Recogí mis piernas y acerque la tasa a mi pecho mientras bajaba mi mirada y fijarla en la tasa, sin más sople lentamente y bebí poco a poco.
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Inevitable (Lesbico)
RomanceHola a todos, esta novela será lesbico, así que si no te agrada no continúes leyendo. ¿Alguna vez te han herido a tal punto de ser fría y valerte un demonio el que dirán o sientan por ti? Bueno, ese es el caso de Alexandra Miller, la chica ru...