El camión de mudanza se estacionó al frente de una gran casa situada en una de las calles de Miami, Florida.
Las curiosas miradas de los vecinos, detrás de las ventanas, no salían, pues querían saber quien o quienes lo ocuparían.
-Yo creo que serán una familia sin problemas-le dice una señora, de unos cuarenta años de edad, a su esposo quien lo abrazaba por la cintura acompañando a su amada que miraba a través de la ventana ya que así podían ver perfectamente la casa que no se había habitado por unos meses. Eran los Johnson y estaban curiosos de saber quien eran los nuevos vecinos.
-Recuerdo que estaba en el patio regando las flores y vi a una señora con un agente de bienes raíces, tal vez sea ella y no una familia-habló el hombre de unos cuarenta y cinco años de edad.
-¿Es bonita?-preguntó la mujer mirando a su esposo.
Él conectó su mirada y sonrío.
-No tanto como tú, princesa-respondió, besando sus labios por unos segundos.
La mujer sonrío contenta y regresó su mirada hacía la casa vecina, viendo a los trabajadores adentrarse a ese lugar con unas inmensas cajas y algunos escritorios de madera.
-Mira, Tom-señaló hacía un auto elegante que se estacionó atrás del carro de mudanza-creo que esos son los nuevos vecinos.
. . .
-¿Y qué tal les parece la nueva casa?-preguntó Sofía al detener su auto al frente del lugar donde ahora vivirían.
-Es muy hermosa, cariño-respondió su esposo, en el asiento trasero, abrazando a su pequeña hija de catorce años. Sus ojos café miraron al retrovisor donde se encontró con la mirada verde de su esposa, una gran científica que había creado el mayor invento de su vida, "Camila", y que ahora se encontraba en el asiento copiloto admirando la casa detrás del vidrio-¿No es así, April?
-Sí-respondió de mal humor, April no le gustaba mudarse y mucho menos a la nueva integrante de la familia que estaba curiosa al lado de su madre.
Sofía suspiró y sacó su cinturón de seguridad para voltear en su asiento y ver a su hija.
-No estés enojada, linda-acarició su cabello castaño y miró a sus hermosos ojos verdes-Después de desempacar y ordenar algunas cosas podemos ir a por un helado.
El semblante de la chica cambió y desvió la mirada de su madre a la de su padre, para que al final vaya a sus zapatillas.
-¿Y me darás una explicación del por qué esa desconocida vivirá con nosotros?
-Claro que sí-respondió ya que también le debía explicaciones a David, su esposo.
Sofía no había mencionado nada todos esos años cuando aún construía a Camila, pues era un proyecto secreto, nadie lo podía saber, ni su familia, a excepción de Marck, su mejor amigo, que le daba dinero suficiente para seguir con su construcción.
La sonrisa de April apareció en su rostro al recibir esa respuesta y salió del auto para ir a explorar su nueva casa. La mujer suspiró ante la actitud de la niña, no tenía dudas de que ella era su hija.
-Sofía-llamó una voz desde el asiento del copiloto, llamando la atención de David-¿puedo ayudar a los hombres?-señaló a los trabajadores que seguían bajando, del camión, cosas de su antigua casa.
-No, Camila, ellos pueden con eso-le dijo con una sonrisa-mejor nos ayudas a ordenar las cosas en casa.
-Sí-asintió la morena.
-¿Camila?-preguntó el hombre, un tanto confundido y molesto, él amaba a su esposa pero al parecer Sofía le había estado guardando algo desde hace mucho tiempo.
-Es mi nombre, Señor Powell-respondió la chica mirando al retrovisor y conectando su mirada con la de él.
El señor suspiró-Un gusto, Camila-sonrió y salió del auto para juntarse con su hija.
La mirada curiosa de la morena va hacía el rostro de su creadora, su frente descansaba en el volante mientras que sus ojos estaban mirando a sus piernas descubiertas gracias a la falda corta que llevaba ese día, se le veía cansada.
-¿Qué sucede, Sofía?
-¿De qué hablas?
-Desde que salí del laboratorio todo me parecía hermoso, no pude dejar de ver desde la ventana del auto, los edificios en New York eran grandes y la cantidad de personas que transitaban por las calles eran bastantes-la frente de la mujer salió del volante y fijó su mirada en Camila algo sorprendida-cuando llegamos al aeropuerto...¡Era inmenso!-exclamó-había personas hablando diferentes tipos de idioma y familias contentas, también pude observar algunos reencuentros, recuerdo a una pareja de chicas abrazarse y llorar, supongo que no se habían visto hace mucho tiempo-la mirada chocolate vio hacía el patio, donde se podía ver a David jugar con su hija entre carcajadas-cuando llegamos con su familia se sorprendieron al verme, pero cuando no diste ninguna explicación de quien era y el por qué estaba con ellos, se molestaron, sobretodo su hija-su mirada fue a la de su dueña quien la escuchaba expectante-en el avión no pude dejar de ver la hermosa vista en esa pequeña ventana, el cielo era muy azul y las nubes parecían algodones, pensé que eso pondría feliz a April o a David, pero ninguno de los dos estaban bien, hasta ahora, aunque su esposo trata de no notar su disgusto con todo esto-suspiró-¿Qué sucede, Sofía? ¿Por qué les disgusta tanto mi presencia?
La mujer sonrío un poco, algo apenada.
-No es por ti, es mi culpa-le dice agarrando la mano de Camila-te estuve guardando por mucho tiempo, y ahora, se enojaron porque yo no dije nada sobre ti, y hacer eso puede traer muchas consecuencias, pero lo hice porque me ordenaron no hacerlo, ¿entiendes?-la chica asintió-tú, eres una chica muy especial.
-No soy un humano, lo sé-dijo sin ninguna expresión en el rostro.
-Exacto, por eso nos ordenaron mantener el secreto, queremos que todos los que te rodean piensen que eres un humano.
-Pero dijiste que guardar secretos trae consecuencias.
-Los trae, pero, lo tenemos que hacer porque nos ordenaron hacerlo, ¿sí?-apretó la mano de su creación-solo David y April pueden saberlo, pero los demás no, es una orden, Camila.
La chica asintió y volvió su mirada al esposo de su dueña junto a su hija echados en el césped algo agotados.
-Es una orden.
ESTÁS LEYENDO
Camila//Camren
FanfictionPrototipo K4G70 o más conocida como "Camila". Portada hecha por @BOSSofMyMIND. #69 en camren #1 en chicaxchica #1 en robots