Camila//Camren

28. "Aceptación"

El ambiente estaba tenso y en silencio, con tres adolescentes que aún no podían creer las palabras dichas anteriormente por la menor. Sus miradas sin dejar de ver el cuerpo tendido en el suelo, ahora entendiendo sus extraños comportamientos y el salir de su oreja recientemente.

Noah niega con su cabeza, tragando en seco y sintiéndose raro. Había tenido atracción por una máquina, luego teniendo cierto afecto de amistad, y ahora, gracias a la semejante información que April acababa de soltar, sus sentimientos se salieron de control. Camila, después de todo, está hecha de metal.

—Chicos, ¿me escucharon?—fue la ojiverde que los sacó de sus pequeños trances—nunca nos volverán a ver, ni recordar—advirtió, con un brillo de preocupación en sus ojos cuando ninguno de ellos habló—¿acaso eso no les importa?

—Claro que sí—Zoey habló primera, llamando la atención de las personas a su alrededor. Su timidez haciéndose presente al tener tantas miradas en ella—de alguna manera, ustedes dos ganaron mi confianza y mi...amistad—sus ojos se posaron en sus manos inquietas, pensando en sus siguientes palabras—pero...¿estás segura que una máquina pueda sentir lo que nosotros sentimos? eso es lo que nos hace cometer errores algunas veces, eso es lo que nos hace un humano...y según lo que dijiste, ella fue creada para ser un humano perfecto—su ceño se frunció y miró a April, quien escuchaba atenta en su sitio—¿estás segura que tiene sentimientos y sabe lo que es tener amigos?

La menor se queda en silencio por unos segundos, viendo detalladamente lo que es Camila. Fue entonces que simplemente reposó su espalda en la pared del salón, pero esta vez, mirando a la rubia.

—Yo pensé como ustedes en un principio—asiente a lo dicho, recordando esos días que se comportó como una niña de cinco años—¿cómo es posible que una máquina sea mi hermana?—exclama con exageración—pero, sorprendentemente, es una máquina capaz de sentir...ella lo hace, por eso es que ustedes no dudaron en ser sus amigos.

Después de aquel discurso, el silencio nuevamente reinó en ellos. Aún no aceptando el hecho de que Camila sea lo que es. Si ustedes estuvieran en su lugar, ¿qué es lo que harían?

—Esto es inútil—dijo Parker, levantándose de su sitio para caminar hacía April, quien la miró con confusión, pues nunca la habían informado que él también sería uno de los que cuidaban a su hermana. El chico entregó la oreja en las manos de ella con cuidado de no ser estropeada, pero fue por nada, porque la ojiverde soltó un chillido, tirandolo al piso.

—¡Qué asco! ¡No puedes darme la oreja de mi hermana!—exclama mientras movía sus manos por los aires y hacía una mueca de desagrado.

El castaño abre los ojos asustado, agarrando rápidamente el material del suelo y examinandolo después para asegurarse de que no se haya dañado. Entonces, cuando vio que todo estaba bien, la vio con el ceño fruncido, haciéndose notar lo molesto que se encontraba.

—¡Tu madre tardó en hacerla!—reprendió.

—¡Claro que no! ¡El cuerpo es pan comido para ella! ¡Lo que se tardó en hacer es el núcleo de sentimientos!—exclamó al chico—¡debes informarte antes de cuidar a Camila!

—¿Cuidar a Camila?—esta vez fue Maya la que preguntó, pues ya no soportaba estar callada un segundo más—¿tú también eres...?

—No, claro que no—la interrumpió, negando con su cabeza—yo soy como...un guardaespaldas—esta vez asintió, satisfecho con su explicación.

—Ya veo, ahora entiendo todo—dijo Noah, su mente teniendo pequeños flashback's de él y la prototipo.

—Creo que, iré a mi siguiente clase—anuncia Zoey, levantándose de ahí para dirigirse hacía la salida, pero pronto fue detenida por la mano de April sujetando su muñeca.

—No debe saberlo nadie, por favor—la menor pide para todos—borrarán sus recuerdos desde el día en que nos vieron, y nunca volveremos a tener contacto con ustedes—hizo un pequeño puchero—por favor, pueden elegir, pero por favor, no le digan a nadie.

—No le diremos a nadie—dijo el rubio con una sonrisa—pero nos tomará un tiempo en...pensar las cosas.

—Tomense el tiempo que quieran—le dice devolviendo la sonrisa—pero eligan la decisión correcta.

. . .

Las horas habían pasado, los tres adolescentes en diferentes clases salían aún con sus pensamientos perdidos, listos para encontrarse y tomar una decisión.

¿Su amistad seguirá, sabiendo que Camila, quizás, no pueda sentir como todo un humano lo hacía?

—¿Y?—Maya simplemente soltó, queriendo saber que es lo que pensaban sus amigos al respecto.
Los hermanos la miraron y suspiraron.

—Me puse a recordar las cosas en la que pasamos juntas…—un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas cuando su mente proyectó el momento donde la morena le pidió un beso, pero ya saben, todo esos comportamientos eran causantes de sus fallos—es mi amiga, y si ella es lo que dicen, mucho mejor—asiente con su cabeza, esperando a que los demás digan algo.

—Estoy contigo—dijo con seguridad el rubio, esta vez, mirando a la chica de cabello teñido, esperando a una respuesta, que extrañamente tardó en salir de sus labios.

—...bueno, estaré con ustedes.

. . .

—Voy a verla, no soporto ni un segundo más estar lejos de ella—menciona Lauren, esfumando el parloteo de sus amigos.

Había algo que le preocupaba, aunque no sabía muy bien lo que era. Desde que Cole había dicho que Camila estaba triste en esos días que faltó por mucho dolor en su cuerpo, su mente no la dejaba en paz, todo en ella era «Camila, Camila y Camila»

Con tan solo pensar en Camila triste, y peor aún, por ella, un cosquilleo en su estómago y un dolor en su pecho se hacían presentes, su cuerpo reaccionando por si solo. Tenía que arreglar eso de alguna forma.
Y claro, a eso vamos añadirle el hecho que la había extrañado tanto estos días de ausencia. Era una idiota al pensar que sus sentimientos por ella solo se debían a una simple atracción, pero está evidente que solo son escusas al temor que tenía al amar.

Ya que a la última persona que amó, terminó asesinada frente a sus ojos.

—Pero todavía estás herida, Laur—la detiene con preocupación Mike, agarrando su hombro por instinto. Fue una terrible idea el tocarla, pues sus fulminantes ojos se dirigieron a él, amenazando sin ninguna palabra. Su mejor amigo asustado la dejó marchar para alistarse e ir por Camila.

—No la toques cuando está así, sabes que tiene una bestia dentro de ella—negó con su cabeza Emma, levantándose de su sitio para examinar mejor toda la casa—y sorprendentemente, gracias a Camila, está cuidadadita y guardadita en su cuevita.

Los dos chicos rodaron sus ojos al escuchar los diminutivos. Con esa chica allí, la seriedad no duraba mucho.

. . .

Sofía por fin pudo terminar de colocar la oreja de su creación. Las dos encontrándose en el laboratorio, una arreglando y otra echada en la camilla, lista para ser encendida.

—La aceptación—pronuncia para sí misma la científica, suspirando mientras admiraba a la bella morena—la parte más difícil del experimento.

Al menos Camila había conseguido que tres personas lo hicieran, ahora solo queda esperar el resto.

Cortito pero con una pista de quien será la persona que traicione a Camila:(
Puede ser al quien menos te lo esperas, hasta quizás puedes ser tú:v