8. "Conejita"

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Sofía se levantó muy temprano al día siguiente, casi sin poder dormir gracias a los pequeños fallos técnicos que tenía Camila. Toda la noche pensando en como arreglaría aquello. La bola de pensamientos y sentimientos estaba desequilibrada, ocasionando que el amor esté más alto de lo normal, por ese motivo no se sorprendió al encontrar el prototipo con su esposo abrazados en el suelo.

La joven científica se encontraba en la cocina preparando el desayuno para April y David que aún seguían dormidos. Pensando si sería bueno que Camila vaya a estudiar. Si en su primer día la llenaron de pintura, que sería de su segundo al ir con sus fallos. La mujer suspiró.

—¿Sofía?

La mencionada volteó hacía la voz y se sorprendió al encontrar a su creación situada en la entrada de la cocina. Vestía una camiseta corta con estampado color negra sin mangas, una chaqueta de punto con palangre, una falda roja y por último una lindas botas color marrón. Se veía adorable.

—¿Qué pasa?—preguntó volteando para seguir con el desayuno. Pero unos brazos rodeandola hizo que se detuviera—¿Camila?

—Ya no quiero seguir teniendo estos fallos—habló la menor—no quiero seguir pensando cosas que no deseo hacerlo, necesito que sea como antes, hacer y pensar lo que yo quiera.

Sofía suspiró. Tenía que arreglarla lo antes posible. Y estaba segura que llamaría a Marck para que la ayude en eso.

—No te preocupes, te voy arreglar—decía mientras la enfrentaba, soltandose de su agarre—pero tienes que esperar, quizás cuando regreses de estudiar ya tenga una solución, ¿si?

—Vale—la chica asintió sonriendo, abrazando a su dueña una vez más.

—Deja a mi madre en paz, Camila—gruñó una ojiverde entrando a la cocina, sentándose en el taburete—y son por dos sinples razones—April bostezó—uno: no le gustan mucho los abrazos, dos: es mi madre.

La joven deshizo el abrazo y fue a sentarse al lado de su hermana, besando su cabeza antes de hacerlo. La castaña hizo una mueca de asco y luego estalló su rostro en la madera. La morena miró a la menor, frunciendo el entrecejo al verla con los ojos cerrados.

—¿Por qué estás tan cansada?—preguntó curiosa, recostando su rostro suavemente en la madera para ver mejor a April.

—Quizás es porqu- ¡Espera!—exclamó, levantándose de la silla para luego correr hacía arriba.

Camila levanta su rostro más confundida, hasta que Sofía deja el plato con huevos fritos y tocino en la mesa junto con un zumo de naranja. Era el desayuno de su hermana y se veía bien, la morena pasó su lengua por su labios.

—No lo veas, solo tomaras tu líquido—habló la mujer colocando el vaso a su vista.

El prototipo se encogió de hombros y bebió todo lo que contenía el vaso.

"Hora de ir a estudiar" se pudo visualizar en la vista de Camila. Ella se levantó y tomó su mochila.

—Ya es hora—anunció, llamando la atención de su dueña. Estaba preocupada, se le podía ver en la mirada—estaré bien—le regaló una pequeña sonrisa para tranquilizarla.

—¡Ya estoy aquí!—exclamó April agitada—Dios, pensé que había perdido mi tarea.

. . .

El nuevo grupo de amigos se encontraban caminando a su centro de estudios y la curiosa mirada chocolate no salía del destrozado rostro de Noah quién estaba avergonzado. Zoey se encontraba unos pasos más adelante que ellos, junto a April, la rubia estaba incómoda con la presencia de aquella morena gracias a esa noche. Al parecer Camila ni siquiera le afectaba ni un poquito pues cuando se vieron nuevamente la trató como si nada hubiera pasado, no estaba incómoda, al contrario, no dejaba de regalarle sonrisas coquetas, si no fuera por su hermano, Zoey estaría más incómoda de lo que ahora ya está.

Camila//CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora