Camila//Camren

30. "Define Amor"

A Camila le gusta las paredes de su habitación, aunque estas solo eran de un color blanco y sin ninguna decoración allí.
Le parecía curioso como su mirada se perdía en un punto fijo, logrando así el 'pensar' y 'recordar' muchas cosas, como en este momento.

Había pasado unas cuantas semanas después de su primer beso, y desde entonces los labios de Lauren no dejaban de interrumpir su núcleo, pues imágenes de ella besandola una y otra vez se apodaraban de sus ojos cuando menos lo esperaba, no dejando completar sus acciones tranquilamente. A veces sentía un cosquilleo en sus labios cuando eso pasaba, haciéndola sonreír. Otras veces solo sentía un ardor en sus mejillas debido a que no podía hacer bien sus cosas.
No sabía cual era la razón de aquellos 'pensamientos' y el porqué llegaban sin que ella lo pidiera, por esa razón se había levantado de la comodidad de su cama para ir hacía una April muy concentrada pintando su nueva creación en un lienzo situado a un lado de su escritorio.

—Tengo una duda y necesito que me ayudes—pide la prototipo desde la entrada, observando el hermoso dibujo de su hermana quien se detiene para prestar atención a lo que dirá Camila—me he besado con Lauren...

La ojiverde sonríe al escucharla y luego frunce el ceño cuando la morena se detiene, con su mirada pérdida en el suelo.

—¿Mila?—ella se acerca para asegurarse de que esté bien, acariciandole el brazo izquierdo para que continúe. Entonces los orbes marrones miraron a los de la pequeña, reaccionando al toque en su falsa piel.

—Desde que me besé con ella no puedo dejar de proyectarlo en mis ojos—le dice rápidamente—se siente bien cuando sucede, pero hay algunas ocasiones en el que no...como esta—April suspira, cruzando sus brazos—no quiero que mis movimientos o habla sean interrumpidos, no...me gusta.

—¿Te molesta?—la menor pregunta y se ríe cuando solo recibe como respuesta el encogimiento de hombros por parte de la morena—sinceramente, aún me sorprende cuando un nuevo sentimiento aparece—niega con la cabeza sin poder creerlo, regresando al lienzo para seguir con su trabajo.

Camila ladea su cabeza y su rostro expresa la reciente confusión en su interior.

—¿Me ayudarás?—pregunta después de un largo silencio.

—No puedo ayudarte, supongo que es el enamoramiento la que te tiene así—responde sin dejar de mover el pincel.

—¿Enamoramiento?

—El amor, Camila.

Amor. Una palabra tan simple que tiene confusa y curiosa a la prototipo de Sofía. No sabía exactamente que es, solo lo esencial, ya saben, un sentimiento como cualquiera.

No dijo nada más y solo caminó hacía cualquier lugar en la casa en busca de David o su creadora, quizás ellos puedan darle una definición al amor ya que lo sentían mutuamente.

—David—llama Camila al verlo limpiar la casa con una máquina muy extraña en sus manos. Él, al oír su llamado, apaga el aparato y le sonríe en su dirección, recibiendo toda su atención.

—¿Qué pasa? ¿Sucede algo malo?—pregunta, acercándose con pasos lentos.

—No, solo tengo dudas y quería que me ayudara.

—Te escucho.

—¿Qué es el sentimiento llamado amor?—suelta rápido, ganándose una pequeña risa del hombre.

—Bueno, cada persona tiene su propia definición para eso, Camila—responde sin romper el contacto visual—viene en el momento menos indicado y a veces con la persona o cosa que nunca pensaste que sería.