Camila//Camren

4."fallingforyou"

El día había comenzado. Sofía se había levantado una hora antes para preparar el desayuno a su hija y esperar a que bajen las chicas para su primer día de clases. La mujer suspiró dando un sorbo a su taza de café, sentándose y pensando si era bueno lo que había hecho, sabía que April estaba enojada con ella por meterla tan rápido a la escuela, pero no quería que su hija perdiera más clases, por otra parte estaba Camila que apenas había experimentado en el mundo exterior y ahora irá allá donde una bola de adolecentes puede dañarla, la mujer negó con su cabeza, creo que fue muy apresurada. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un suave beso en su sien. David había bajado al no encontrar a su esposa en sus brazos.

-Aún hay cajas-habló el hombre preparándose una taza de café.

-Lo sé, cuando las chicas se vayan arreglaremos todo este desastre.

David sonrió a la castaña, acercándose para abrazarla por la cintura. La mujer dejó la taza en la encimera para poder abrazar a su esposo por los hombros. Los dos se regalaron una gran sonrisa antes de sellar sus labios tiernamente.

-¿Crees que es muy rápido?

-Supongo que sí-la ojiverde suspiró-pero ya lo hiciste, las dos están preparándose y en cualquier momento van a bajar.

-¿Y si dañan a Camila? Tú sabes perfectamente como es estar allí.-David se quedó en silencio por unos segundos. ¿Acaso no le preocupaba April?, rápidamente salió del abrazo y se separó de su esposa-¿Qué pasa? ¿Y ahora que acabo de hacer?-dijo frustada.

El hombre suspiró y agarró su taza de café ya preparada.

-Deberías preocuparte más por tu verdadera hija, Sofía-y así se fue lejos de la mujer, dejándola sola.

-Debería hacerlo-murmuró para ella misma mientras agarraba su taza y tomaba de ella.

. . .

-April-llamó Camila desde la puerta. Llevaba puesto una camiseta blanca sin mangas y una camisa color verde junto a unos pantalones y zapatillas de color negro, se veía bien con su cabello largo y peinado.

La chica de catorce años rodó los ojos al escuchar su voz mientras se ponía sus zapatillas de color blancas, se podían notar que eran sus favoritas ya que estaban desgastadas de tanto uso.

-¿Qué quieres?-preguntó fríamente.

-Solo quería saber si ya estás lista para bajar.

April se levantó de la cama, agarró su mochila que estaba ya lista desde anoche y camino hasta quedar frente a la morena quien la miraba sin ninguna expresión en su rostro.

-No intentes caerme bien porque no lo lograrás, máquina-gruñó la castaña, saliendo de la habitación y bajando las escaleras dejando atrás a Camila mientras que ésta la seguía hasta estar abajo.

-Buenos días, Sofía-saludó la morena al encontrarse a su dueña en la cocina.

-Buenos días, Camila-correspondió la mujer dejando un vaso de vidrio con un líquido morado en la mesa.

La mayor se sentó junto a April en los taburetes mientras que bebía.

-Que asco, ¿qué le acabas de dar, madre?-preguntó la castaña con una mueca de desagrado intentando acabar sus panqueques que tanto amaba.

-Su alimento, ella no puede comer como nosotros.

. . .

-Vamos, Noah, se va hacer tarde-le dijo algo frustada Zoey a su hermano quien no quitaba la mirada de la casa vecina.