11. "The Friends"

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Aquel día, cuando Camila había descubierto que comenzaba a tener ciertos sentimientos por Lauren, decidió quedarse callada y no decirle nada a su creadora. April la apoyaba en eso y aceptó guardar el secreto, finalizando con un "esto nunca pasó" con timidez, al parecer la hija de la científica estaba teniendo una especie de cariño hacía la prototipo.

"Guardar secretos trae consecuencias" Camila lo sabía perfectamente, pero había algo en su núcleo que la obligaba hacerlo. Quizás fue el miedo, aquellas palabras de la pequeña castaña la alarmó por completo.

"Es loco, todo esto es demasiado loco. ¡Camila!, eres una máquina con sentimientos, eres capaz de amar, y...amas a una chic- ¡Amas a una chica!, mi madre te hará muchas preguntas, quizás muy pronto vea a Lauren en casa siendo interrogada"

Ese mismo día Camila fue arreglada e inundada por las tantas preguntas de la científica, "¿pasó algo malo en la preparatoria?" "¿te hicieron daño?" "¿tuviste ataques de fallos?", cada pregunta era respondida por un simple "sí" y "no" sin entrar mucho en detalle, y con algunos cosquilleos al no contarle como se debía a su creadora, sabía lo malo que eso podría ser.

Un día después de lo ocurrido entre Camila y Lauren, la ojiverde se volvió muy cercana a la morena, intercambiando sus números para hablar por sus celulares cuando no estaban en la preparatoria. Algo raro para la pelinegra, aún no entendía las inmensas ganas de estar todo el día con ella si unos días atrás la quería lejos.

Ya había pasado una semana.
Las cosas entre hermanas se calmaron un poco y ahora estaban llevándose de maravilla, hacían las compras juntas, jugaban, reían, discutían, ya saben, lo típico. Sofía se encontraba contenta por el cambio tan repentino de April, tanto así que ni siquiera se tomó el tiempo de pensar el porqué.

Noah, Zoey y Maya poco a poco comenzaron a acostumbrarse con la cercanía de "bestia" conforme pasaban los días, aunque Zoey había hecho un plan de escapatoria cuando todo se salga de control. Nunca es malo prevenir, decía ella.

En esos días de la semana, Parker Clark, como pudo, había entrado al pequeño grupo de amigos ya que así estaría más cerca de Camila. La "cuidaba", según las palabras de su padre.

. . .

Era lunes, y la prototipo ya se encontraba lista para ir a estudiar.
Salió de su habitación con su mochila roja colgando en su hombro derecho para luego caminar hacía la de April. Con una sonrisa dibujada en su rostro dio leves toques en la puerta blanca que estaba decorada con un hermoso dibujo de un girasol en el centro. A Camila le gustaba verlo.

—Ya estoy lista—dijo la ojiverde al abrir la puerta, soltando un bostezo mientras salía de allí, no sin antes cerrar la puerta—el que llega último es una máquina averiada—añadió para luego salir corriendo hacía las escaleras. La morena fue tras ella, pero demasiado tarde pues April había ganado—¡Boom! ¡Yo gané, yo gané!—cantaba su victoria dando brincos alrededor de la chica.

—El desayuno está listo—interrumpió Sofia la celebración de su hija con una pequeña risa.

—Aguafiestas—balbuceó la menor rodando los ojos. Camila sonrió ante la escena y solo sacudió el cabello castaño de su hermana para luego ir a sentarse en uno de los taburetes.

—Para Camila—la mujer colocó un vaso con líquido morado en la encimera—y para April—esta vez dejó un plato con huevos fritos y tocino junto con un zumo de naranja para acompañar.

—¿Siempre tomará ese líquido?—preguntó la menor mientras metía un trozo de huevo a su boca.

—No, solo por un tiempo—contestó Sofía sentándose en un taburete frente a las dos chicas—y díganme—habló después de unos segundos de silencio.

Camila//CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora