32. "Misión: Rescate a la máquina, en marcha."

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Parte 3:
(Última)

El lugar se veía aterrador con aquella pequeña iluminación debido a unas cuantas ventanas abiertas. La luz estaba presente pero la oscuridad era la que reinaba allí. El ambiente iba bien con la escena vivida por Camila, quien echada en la camilla negra e inmovilizada, esperaba su fin.
Thomas estaba a un lado de esta, con un silencio sorpresivo ya que antes no paraba de hablar sobre las tantas cosas que le haría. Tal vez se debía a su gran concentración en el aparato frente a él, que especialmente lo trajo para esta ocasión.

Los minutos pasaban y al parecer el culpable de la quietud de sus extremidades comenzaba a desaparecer. La castaña mira a su costado, donde estaba el hombre sin prestarle atención, para que sutilmente rompa las correas que atrapaban sus muñecas e hiciera lo mismo allí abajo.

Mientras su mirada no salía de él, planeaba su siguiente movimiento, debía pensar bien las cosas para escaparse sabiendo el tipo que es. Sin embargo, al mover un solo musculo un pinchazo se adueña en todo su cuerpo, causando el gemir de la chica por el gran dolor que había sentido.

Thomas visualiza a la prototipo nuevamente, sonriendo hacía ella.

—Es un honor ser yo el quien te hizo sentir el dolor, Camila—le dice, contemplando a la morena retorcerse en su lugar—ser humano tiene sus desventajas—niega con la cabeza—así que, sí no quieres más dolor, y mucho peor que este, no te muevas, por favor—pide tranquilo, sintiendo la fulminante mirada marrón—terminaré rápido, no te preocupes.

Y así vuelve a lo que estaba haciendo, satisfecho, mientras Camila suspira asustada.

. . .

—Y...ya está—dice Cole hacía a los demás, ocasionando que éstos se levanten del pavimiento y vayan a la puerta junto al chico—¿ven?—muestra al detector que escribía:-abierto-en la pequeña pantalla que traía.

—¿Eso significa que ya podemos empujar?—pregunta Mike algo inseguro.

Noah rueda los ojos y solo lo hace, respondiendo a la pregunta del castaño.

—Eres un idiota—le dice a su mejor amigo mientras entraba al lugar con mucho silencio, siguiendo al rubio para detenerlo de hacer cualquier estupidez que los perjudiquen—¡espera!—susurra, agarrando el brazo de éste para que no siga.

—¿Qué quieres? No debemos perder el tiempo—reprende con su ceño fruncido.

—Iré primero y me tienen que seguir—esta vez se dirige a todos—y tú, Noah, serás el segundo—él asiente—debo ver que están haciendo para atacar después, planear nuestros movimientos, ¿entienden?, no debemos ir sin ninguna estrategia—ellos asienten—bien, ahora, con mucho silencio—advierte y sigue el camino por el pasadizo en puntillas.

Se detuvo con mucho cuidado al final de una entrada para el salón principal, donde claramente veía a su padre sentado y frente a él sus típicos artefactos, no dejando a la vista de los cuatro el rostro de Camila, que se veía quieta en su lugar.

Sus ojos se movían rápidamente por el lugar para asegurarse de que no hayan más personas protegiendolo.

—Ingenuo—dice por lo bajo, burlándose de él.

—¿Y?—Zoey se sitúa a su lado.

—Ya casi, no hay nadie más que solo él y la cam-máquina—le guiña el ojo a Noah y su hermana rueda los ojos—solo falta ver si está armado y como podría responder ante un ataque, aunque lo conozco, no creo que gane al gran peso de tu hermano.

—¿Me estás diciendo gordo?

—Tienes razón—interrumpe al rubio ganándose un pequeño gruñido proveniente de él—puede inmovilizarlo por la espalda, para eso se acercará escondiéndose por esos pilares de sillas que están por aquí—señala—yo haré lo mismo antes que Noah para ver si hay alguna cosa que pueda lastimarlo.

—De ninguna manera, no dejaré que hagas eso, te pondrás en peligro, Zo.

—Conociendote, puedes caerte o caer algún pilar que pueda estar ayudandote—se encoge de hombros.

—Ella tiene razón—fue Mike quien la apoya.

—Sí, tiene razón—y Cole fue el segundo.

Noah mira preocupado a su hermana menor.

—No me mires así, yo puedo hacerlo, confía en mí—le asegura—solo quiero cuidarte.

Él suspira y asiente.

—Hagamos esto.

Zoey sonríe contenta y se abstiene a abrazarlo. Pero antes de seguir con el plan Cole la detiene, sacando de su mochila cintas transparentes, dándoles una a su mejor amigo y otra a la rubia, la última quedándosela él.

—Mike será las piernas, Zoey los brazos y yo los labios—les da indicaciones, moviendo la cinta en su mano—ni se les ocurra pegarselos a ustedes mismos también—mira al ojimarrón sabiendo que él lo haría—porque estarían perjudicados—les señala un botón en su reloj pulsera—yo presiono esto y aprieta la zona en donde este, créanme, duele.

Todos asienten y entonces ahí fue que el plan se ponía en marcha. Zoey rápidamente saltó de su lugar hasta la primera pila de sillas, todo eso con mucho silencio, y así a la otra, y otra, hasta llegar muy cerca de los dos. Sus ojos marrones miraron cuidadosamente y suspira al no ver ninguna arma que conozca, así que antes de irse da una rápida vista a Camila, quien seguía en su lugar sin percatarse de que cuatro chicos iban a rescatarla. La rubia voltea y mueve su mano para indicarles que todo estaba bien.

Noah sonríe y sin esperar alguna que otra precaución de Cole se dirige junto a su hermana, sorpresivamente sin hacer ningún ruido, y así lo hicieron la pareja de amigos, hasta estar todos reunidos nuevamente.

La castaña echada en la camilla frunce el ceño al ver que su sistema le advertía de un movimiento cercano a ella, preguntándose si aquel pinchazo de dolor le había provocado algún fallo. Así que, por primera vez, sus orbes se salen del gran techo y va hacía al frente, donde supuestamente estaría el causante de toda esas advertencias.
Frunce el ceño y abre un poco sus labios, no sabiendo el por qué de la aparición de esos cuatro allí, dudando de la situación y pensando que sería por esos fallos inexistentes. Aún sin poder creerlo ladea su cabeza, ocasionando, lamentablemente, el pinchazo con mucho más dolor aún. Camila gritó y se retorció en su lugar, asustando a los demás, escondidos de ellos.

—Te dije que te quedarás quieta—dijo el hombre sin dejar que su vista deje las pantallas—pero creo que será el único porque por fin entraré a tu sistema—menciona con un suspiro.

Se levanta de su asiento para presionar el último botón, cuando un cuerpo se va sobre él, agarrando sus brazos y por último sus piernas dejándolo caer.

—¡Mike sus piernas!—exclama Noah sin poder resistir más las insistencias de Thomas bajo su cuerpo. El susodicho corre hacía ellos con la cinta ya lista, haciéndole el trabajo más fácil mientras se sentaba sobre sus extremidades y los enrollaba con el aparato.

—¡¿Qué creen que están haciendo?! ¡Sueltenme!—exclamaba, moviéndose como gusano para escaparse de los brazos del rubio.

—¡Zo- aquí estas.

Para la chica no hacía falta llamarla, ella ya estaba allí logrando con facilidad inmovilizar sus brazos y manos.

—¡Soy Thomas Hall! ¡Si no me sueltan ahora muy pronto se verán tras las rejas!—molesto se dirigía a ellos.

Pero sus gritos cesaron cuando su mismísimo hijo apareció en la escena, con aquella sonrisa que los caracterizaba a los dos.

—No dejaré que hagas esto, lo siento.

—Pero Cole...—sus palabras fueron calladas por la cinta del castaño.

—¡Lo hicimos!—exclama Mike abrazando a los tres.

—Ya, ya, ahora tenemos que ver quien es en realidad la máquina—se suelta y sale de allí para poder voltear hacía la camilla, quedándose estático al ver la radiante sonrisa de Camila y esa característica mirada en él.

Mike fue el siguiente en quedar así.

—Tenemos que explicarles algo…—dice Zoey a sus espaldas.

—Pero, yo, la máquina, mujer, ¿Camila?—estaba tan anonadado que no podía ni formular una oración

—Hola—saluda ella al ser nombrada.

Camila//CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora