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Lucifer se levantó del escritorio maldiciendo por lo bajo, estaba realizando los retoques finales al último vídeo musical de su padre, pero concentrarse era difícil estando sólo en la casa, con un malcriado enfermo y el estúpido timbre sonando.

Abrió la puerta principal, encontrándose a su primo, con una gran raspadura en la cara y otra en la rodilla derecha.

-¿Mucho pedir una semana sin accidentes, Barry?

El chico pálido frente suyo rodó los ojos en respuesta, para después abrazarlo, las astillas de lo que sostenía -al parecer los restos de una patineta- se clavaban en su espalda, a pesar de ello; Lucifer correspondió al efusivo saludo con una pequeña sonrisa.

...

-Mierda, diiooossss, Ay dios, arde como el infierno!

-¿Haz estado ahí? Deja de sacudirte, marica!

La mueca de dolor en el rostro de Castiel se convirtió en una expresión divertida.

-Si, eso no va a ofenderme Luci -se retorció un poco más ante un nuevo roce del agua oxigenada con sus heridas- ¿Cómo está Gabe?

-Bien, supongo..luego de su último show, ha estado calmado.

-Mich me comentó que lo encontraron rápido gracias a Sammy.

Lucifer término de colocar el vendaje a la rodilla afectada, se puso de pie guardando todos los elementos en el botiquín.
-Ese mocoso lo conoce bien después de todo, pasaron horas en el cementerio; volvieron cuando comenzó a llover, ahora ambos están resfriados.

Castiel se dispuso a acostarse en el mullido sofá, sin antes tomar el mando del televisor.

-Luci, que es lo que en verdad te molesta de esta situación? Hasta pareces molesto con Sam
Frunció un poco el ceño, su primo mayor parecía realmente preocupado.

-Bueno..es que no sé si son amigos o "amigos" -hizo comillas en el aire- sé que han estado juntos desde que eran bebés...

Lucifer continuó hablando desde la cocina, mientras conectaba la cafetera.

-...pero están actuando raro..en la fiesta de Charlie -medito un poco- sólo se siente distino, Cassie y yo no quiero que ellos..

Castiel había dejado su lugar en la sala de estar y estaba cruzado de brazos, apoyado en el marco de la cocina.

-Tu no quieres que arruinen su amistad experimentando, como Dean y yo lo hicimos -interrumpió con una mirada acusadora-

Lucifer se rasco la nuca en un claro gesto de incomodidad

-Bueno si lo dices de esa forma, suena mal ¿no? -la máquina comenzó a expedir el típico aroma a café recién hecho-

-No quiero tomar eso, hazme un latte macchiato.

Castiel sonreía con autosuficiencia a su primo.

-Ajá, uh.. creo que me estas confundiendo con el otro rubio de ojos azules, ya sabes; el que esta enamorado de ti.

Castiel se sonrojo de pies a cabeza, río avergonzado, mientras investigaba el refrigerador en busca de algo interesante y con sal ¡Por favor!

-No sé porqué piensas que a Gabe le van los chicos -finalmente entre pasteles, pudin y muffins, encontró una porción de tarta de queso, sacándola del fondo- y si así fuera no sería tan idiota como yo lo fui, Luci.

-No sé si le gustan los chicos, pero definitivamente le gusta Sam, conozco a mi hermanito, y tengo mis teorías..

Su primo, con la boca llena de tarta, acarició su hombro en un intento de consuelo.

-Sammy no es un hijo de perra como..en fin, el amor es amor, y tu deberías meterte en tus asuntos, ya sabes lo que pasa cuando andas de metiche.

....

Con su primo descansando en el sofá, Lucifer decidió volver a su trabajo, se dirigió al desordenado escritorio, donde le esperaba un video, y varios gráficos a medio terminar, suspiro tranquilo ante ese caos que si podía controlar, en cuanto el repiqueteo del timbre sonó de nuevo.

Maldijo todo el camino hasta la entrada, miro a Castiel con molestia; ni siquiera notaba el sonido, abrió la puerta con una obvia expresión de fastidio.

-Oh, Hey Sam..pasa, que oportuno, realmente estaba queriendo hablar contigo sobre algo..

For him. ♡SABRIEL♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora