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-¿Despierto tan temprano? Es prácticamente madrugada -masculló Gabriel bajando el último escalón-

Era un domingo fresco, los tenues rayos solares se colaban entre las cortinas, iluminando lo suficiente aquella sala, el menor de los Shurley arrastraba sus pies hasta la cocina en busca de algo dulce.

-Lo mismo para ti ¿te caíste de la cama?
Sonrió sin apartar la vista del bonito libro que sostenía entre sus manos, de tapa dura con bordes color naranja y una ilustración de unos chicos montados en un hipogrifo.

Gabriel musitó una respuesta que su hermano no alcanzó a entender mientras se perdía en el pasillo.

Michael no quería ser paranoico, no es como si los domingos las personas normales rebozaran energía, pero definitivamente algo pasaba con Gabriel, su estado de ánimo estaba diez niveles abajo de lo usual desde que el llegó, y podía decir con seguridad que nunca lo vio de esa forma desde la muerte de su madre.

Muy a su pesar abandonó la lectura para seguir al chico despeinado hasta la cocina, pensó que lo encontraría hurgando en el refrigerador, pero la escena era muy diferente; Gabriel sentado en una butaca del área de desayuno, con la frente apoyada en el frío mármol de la encimera y los brazos colgando a los lados de su cuerpo.

-Hey Wonka, te apetece una taza de chocolate caliente, galletas y una película? Creo que a los dos se nos espantó el sueño ¿no?

-Uh Ajá..
El castaño no había levantado la cabeza, por lo que el sonido de su voz salía amortiguado.

Michael abandonó rápidamente cualquier intento de sacarle información a su hermano, si es que lo conocía bien; y lo hacía, cualquier esfuerzo en ese momento por conversar sería en vano.

Más bien se dispuso a preparar el desayuno, el repentino sonido del timbre hizo que diera un salto que casi logra tumbar el recipiente lleno de leche que sostenía, ¿Quien demonios vendría a las malditas seis de la mañana?

....

El rocío cubría la acera, y el ambiente frío lo obligaba a ocultar sus manos en los bolsillos.

Sam tenía miedo de arruinar aquella amistad, terror de que Gabriel decidiera apartarse de el, pero ya no podía seguir fingiendo, ya no soportaría ocultar los sentimientos que lo consumían por dentro, la próxima vez que pusiera las manos sobre su mejor amigo, iba a morir, o al menos se sentía de esa forma.

Paró frente a la puerta de roble con números metálicos incrustados en ella, tocó el timbre, con la única esperanza de que fuese Gabriel quien abriera para ahorrarse algunas explicaciones.

-Heya kiddo, que haces a...
No dejo que terminará la oración, lo empujó hacia adentro y cerró la puerta tras de sí.

-¿Por qué? ¿Por qué saliste corriendo, cual es el problema Gabriel? Si tu no...no, no querías podías decirlo, si ¿si? No tenias que huir ¡maldición!
Se frotó la cara con frustración, no podía expresarse bien y eso no le pasaba seguido.

Gabriel podía palpar la tensión en el ambiente
-Sam -dijo en un tono calmado- yo siempre estuve bien con nuestros pequeños experimentos, pero eso iba demasiado lejos y..

-Espera -interrumpió de nuevo- ¿Qué? ¡¿experimentos?! De que demonios hablas

-Ya sabes, el beso a los doce para practicar, fumar hierba, aspirina con coca, ese tipo de cosas; pero ¿averiguar si eres bisexual? Deberías llamar a Zeke para eso..

Sam río amargamente, mientras apretaba las manos en puños.

-Dios, Gabriel -negó con la cabeza- tu no puedes..tu no te das cuenta de que te necesito, yo..

-Yo también te quiero Sasquatch
Gabriel apoyo su mano sobre el hombro de su amigo, tratando de tranquilizarlo.

-No Gabriel, yo..yo te amo.

El sonido de vidrio estrellándose sobre la madera hizo que ambos girarán.
Atrás de ellos Michael les sonreía nervioso con chocolate y pedazos de lo que había sido una taza a sus pies.

For him. ♡SABRIEL♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora