For him. ♡SABRIEL♡

♡17♡

Mary arropaba a su hijo menor como cuando él tenía cinco años, su pequeño Sammy superaba los un metro con noventa y tal vez estaría pesando más de setenta kilos, pero ante sus ojos; seguía siendo su bebé indefenso.
Quedó fascinada al ver la expresión en el rostro de Sam mientras le contaba acerca de Gabriel, de lo bien que cocinaba y  de lo mucho que se habían divertido, notó como se sonrojo al contarle que Lucifer los encontró "muy cerca" y le invitó amablemente a retirarse. Mary veía el brillo del amor reflejarse en los ojos de su hijo, ella se hubiera quedado escuchándole por siempre, pero tenía una cita y se le estaba haciendo tarde, besó la frente de Sammy, le dio las buenas noches apagando las luces de aquella habitación para luego dirigirse a su propia noche romántica.

El celular vibró sobre la mesita de noche, iba a ignorarlo. Gabriel ya estaba durmiendo y cualquier otra persona podía esperar..o al menos eso pensó hasta que una nueva vibración hizo que tomará el aparato. Sintió palidecer cuando leyó el nombre en la barra de notificaciones; allí estaba, la prueba viviente de que aquella gran idiotez no fue producto de su imaginación, era muy real, Sam había metido la pata hasta el fondo.

Ruby.

***
Flashback

—Tendremos que hablar de esto mañana, Gabriel
Sam susurró mientras seguía dejando besos en el cuello del chico.

Gabe pareció reaccionar ante esto, despertó del trance en el que se encontraba poniéndose de pie en un brinco; buscó sus prendas regadas por el piso y comenzó a vestirse a tropezones, Sam imitó la acción temiendo que Gabriel saliera corriendo en cualquier momento.
Fue justo lo que hizo, miro al más alto con una expresión desorientada para luego huir.

—Gabriel, déjame llevarte -lo siguió escaleras abajo- demonios! No tienes porque escapar, idiota

La sala estaba en penumbras, y aunque la fiesta continuaba en el jardín trasero, había más de una pareja besándose allí sin contar los que iban a la cocina por más bebida, Gabriel aprovechó el movimiento para escabullirse, Sam no pudo mantenerlo a la vista, ya saliendo de su casa reflexionó acerca de lo que debería hacer;  podía seguir a Gabe o resignarse, conocía a su mejor amigo; el simplemente no hablaría al respecto, era un excelente evasor cuando se lo proponía, así que tal vez sólo le daría su tiempo.

Maldijo por lo bajo sentado en el porche, sintió sus manos temblar. Gabriel evitaba enfrentar los problemas mientras Sam quería encontrarles solución, una mala combinación en ocasiones determinadas, como aquella.

—Hey, chico alto ¿Por qué tan serio?
Reconoció aquel tono burlón de inmediato, alzó la vista para encontrarse con unos ojos color miel familiares, observándolo detenidamente.

—R-Ruby.. ¿Ruby? ¿Qué haces aquí?
La chica le dio una sonrisa pícara, gesto tan característico de ella, se sentó a su lado y le paso el cigarrillo que sostenía.

—Uh..tengo un amigo que es amigo del amigo de tu hermano, larga historia, lo importante es que aquí estoy.. junto a ti Sammy ¿eh?

Sam le dio una calada al cigarrillo, que a simple vista no era de tabaco, mientras miraba a la chica de reojo, se mantenía audaz, bella, etérea..por un momento le hacía olvidar que era una víbora venenosa, y a Sam le pareció buena idea olvidar en ese momento.

Ruby  percibió como Sam mordia el interior de su mejilla haciendo que su mandíbula se tensionara.
Aquel chico seguía siendo el niño dulce que ella se  había encargado de corromper y en ese momento se veía justo como cuando lo hacía enojar.

Se pegó más a él, acariciando su muslo suavemente se acercó a su oido para susurrarle
—¿Quién te hizo enojar Sammy? Podemos arreglar esto como antes

Sam sintió su piel erizarse ante la cercanía de la chica, la relación que habían tenido fue breve pero intensa, él quería olvidarse de aquello que sentía por Gabriel, quería sentir otra piel debajo de sus manos para descubrir si se sentía igual de bien, si su corazón se aceleraba de la misma forma, le sonrió a Ruby para luego besarla, fue muy diferente al roce de los labios de Gabriel, pero decidió conformarse.

—Vamos arriba nena.

...