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Madi deja de morder, hey eres una chica salvaje.
El labrador daba pequeños pasos sobre Sam, jugueteando con sus dedos.
Tienes bonitos ojos nena, son del mismo color que los de Gabe..

Hace un tiempo atrás, en su cumpleaños número dieciséis, John le regaló el dodge charger que conducía hasta la fecha, lo primero que hizo fue ir por Gabriel para dar una vuelta, su amigo estaba mucho más emocionado que él, se dirigían a la cafetería de su tía Ellen por la insistencia de Gabe, probablemente prepararon alguna fiesta sorpresa, sus amigos no eran buenos disimulando.
Así fue como encontraron a Madison abandonada y con una patita lastimada entre la basura a un lado del estacionamiento, la llevaron de inmediato al veterinario local, Sam conoció a la hija del Doctor; Amelia, pero eso no era lo que atesoraba de aquel día, lo que lo hacía sonreír fue la devoción de Gabriel por el animalito, y ver su rostro iluminado al tenerla entre sus brazos.
Sam se imaginó en algún departamento cómodo muchos años adelante, relajándose al final del día, con dos perros alrededor y la cabeza de Gabriel descansando en su regazo.
Pero eso no pasaría, Gabriel lo rechazó y dejó muy claro que no arruinaría esa eterna amistad por la confusión del más alto.

Gabriel entró a la habitación cargando una pila de libros, la mitad término en el suelo, Sam volvió a la realidad gracias al estruendo y no pudo evitar sonreír al ver a su chico enredarse tratando de tomar los libros con una mano, mientras se abrazaba a los otros con el brazo izquierdo.

-Dios -susurró Gabriel mientras se dejaba caer sobre el colchón- ¿Cómo carajos terminaremos tanta tarea? Es..es físicamente imposible!

Sam sonrió frotándose los ojos
-De alguna forma ¿si? -miró su celular vibrando sobre la mesa- son finales y..voy a contestar es mamá.

Hey ma..Oh, wow ¿Qué? Claro voy para allá, descuida yo le aviso.

-Es Dean, esta en el hospital, puedes...puedes acompañarme?

Gabriel que se había puesto de pie en un brinco, solo asentía mientras lo seguía escaleras abajo.

-Deberíamos ir por Cas, el quiere verlo.

-Pero..

-El es un idiota que no puede admitir sus propios sentimientos, pero lo necesita, Gabriel.
Esas palabras se sintieron demasiado amargas en su boca.

Gabriel decidió guardarse cualquier comentario.

....

En la inmaculada sala de espera; Castiel sostenía un café ya frío, sin siquiera probarlo, tenía la mirada fija en ningún lado.
Mary no se quedaba quieta ni por un segundo, iba de un lado al otro conversando con los doctores y enfermeras, esperando alguna noticia de Dean.
Sam sólo se quedo sentado, los colores se habían ido de su rostro y sentía las manos frías.
Gabriel le trajo café y un par de chocolates pero no tenía ganas de nada, el castaño tomó la mano derecha de Sam entre las suyas tratando de darle calor, entrelazo sus dedos con los de Sammy y le susurró que todo estaría bien.

Sam sostuvo con fuerza la mano de su amigo y quiso quedarse así por siempre.

For him. ♡SABRIEL♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora