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A pesar de que la cabeza de aquella familia; Chuck Shurley, se encontraba presente, la figura con más autoridad seguía siendo Lucifer.
Reflexionó un momento acerca de ello,  era su culpa...había descuidado demasiado su familia por su carrera, obligando a su hijo mayor a asumir el papel que le correspondía a él.

—No puedo creer que después de tanto tiempo vuelvas con una mierda así —reclamó Lucifer agitando una carta frente a su hermano— ¿En serio Gabriel? ¿Porno?

El aludido dejo escapar un largo suspiro mientras entornaba los ojos.
—Una bromita pequeña para aliviar tensiones Luci...

—Bromita...—sonrió sin ganas— ¿Sabes cuanto dinero y amenazas tuve que esparcir para borrar tus "bromitas" anteriores del historial?

—Wow, ¿hiciste que? —Chuck interrumpió a su hijo mayor—

Lucifer se giró mirando confundido a su padre
—Tenía que —susurró hacia él— no iban a aceptarlo en ninguna universidad

Gabriel sonrió negando con la cabeza
—Iré a una escuela de gastronomía, son menos exigentes en ese punto...

La expresión de Lucifer era un verdadero poema en ese momento
—¡¿CUANDO DISCUTIMOS ESO?!

Chuck se levantó del sofá colocándose en medio de ambos, no permitiría una escena parecida al enfrentamiento entre Michael y Lucifer.

—Gabriel ve a tu cuarto a...pensar en lo que hiciste, si eso. —Dijo palmeando su hombro mientras sonreía débilmente— Lucifer tenemos que hablar.

Gabriel subió las escaleras agradeciendo que su padre sea tan malo para los castigos.

***

Con las manos detrás de la nuca, Gabriel se mantenía recostado boca arriba, con una buena vista del techo, pensando..arrepintiendose de hecho, y no justamente de su broma.

Hace cinco minutos, en intervalos, algo chocaba contra el vidrio de su ventana, no se había molestado en revisar o siquiera pensar en ello, hasta que fue realmente molesto.

Abrió la ventana y sacó un poco la cabeza apoyándose en el alféizar, de inmediato vio al causante.

Sammy, desde el jardín trasero con una sonrisa nerviosa lo miraba con el truco 100% efectivo ojos de cachorro, a Gabriel se le ocurrió que no había un hombre más hermoso sobre la tierra que Sam fucking Winchester

—¡PERDÓN GABRIEL, YO..! —comenzó a gritar viéndose rápidamente interrumpido por un zapato lanzado desde arriba—

—Cállate y sube —murmuró entre dientes el dueño de aquel zapato—

En un momento Sam estaba frente a el, con un peluche de Perry el ornitorrinco, una caja de chocolates y mirándolo como si fuera la única persona en el mundo.
Gabriel no podía creerlo, pensó que aquella expresión "Que más quieres de mi" resaltaba el hecho de que Sam ya dio suficiente, que se rendiria, no pensó ni por un momento en algo así. Gabriel tenía los ojos llenos de lágrimas,  no pudo articular una sola palabra, se lanzó a Sam abrazándose a su cintura.

—Gabe, en serio perdón..si tu no quieres nada, al menos volvamos a ser amigos, yo...no importa ¿si? Te necesito — susurró en su oído mientras lo rodeaba con sus brazos—

Gabriel se apartó apenas del abrazo y lo miró directo a los ojos, acunó su rostro con ambas manos y lo besó, trato de ser suave pero no pudo evitar besarle como si la vida se le fuera en ello, él no se merecía a Sam, no lo hacía pero lo necesitaba también.

Tal vez el sería el único que logre salvarlo.

For him. ♡SABRIEL♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora