El cumpleaños se suponía que ya había empezado, que ya estaban todos en casa de Puertas, con todo preparado.
Sin embargo, teníamos a Alex y a Puertas delante de la casa abandonada con cara de bobos. Alex con los regalos en la mano observando el panorama y Puertas con un... martillo en la mano.
Puertas habló.
- A ver este es el plan. Alex llévate los regalos que ya no son sorpresa a mi casa. Aida y el resto están todos allí preparando la cena y decorando con globos y mierdas de esas. Yo... voy a usar este martillo.
Grité por el otro lado del muro.
- ¿Por qué cojones tienes un martillo y que piensas hacer con él?
- Voy a hacer un agujero lo suficientemente grande en el medio del muro para que metáis el pie os impulséis hacia arriba y podáis salir.
Excelente jugada.
Blanca y yo nos separamos de la pared y Puertas empezó su sucio trabajo de minero.
Al cabo de unos minutos el agujero estaba listo.
Blanca salió la primera y detrás, fui yo.
Metí el pie derecho y me impulsé hacia arriba tal y como había dicho Puertas. Una vez arriba di un salto hacia afuera.
Puertas sonrió.
- Mi cumple empezó hace un rato- Blanca y yo nos reímos- Estáis locas.
****
Llegamos a casa de Puertas y una vez entramos empezaron todos a cantar el cumpleaños feliz y a soltar globos y confeti.
-¿Debería hacer como que no sabía nada de esto?
Nos reímos.
- De verdad mira que eres tonto- dijo Aida- Anda ven aquí.
Se abrazaron.
- Felicidades Puertecitas.
Más tarde y después de muchas muchas muchas ... muchas copas, surgió la mayor y peor idea de todas las posibles. El juego del hielo.
- No, no. Yo paso- dije.
- Yo también- dijeron al unísono Paula, Nerea y Alex.
- Vamos hombre no seáis aguafiestas- dijo Irati entre risitas.
Negamos con la cabeza y convencimos al grupo de que pasábamos de jugar esas tonterías de hielos y mierdas varias.
Media hora.
Cuarenta y cinco minutos.
Una hora.
Una hora y media.
Ya llevaban tres hielos; el que estaba ahora en juego tenía un tamaño minúsculo casi imposible de apreciar, pero se negaban a usar uno nuevo. Estaba claro, querían lío y era de notar.
Aida le pasó el minúsculo hielo a Rodri.
Corte de respiración.
Recé para que se cayese.
No lo hizo.
Se besaron.
Me levanté.
Nerea y Paula me siguieron.
No mire atrás.
No mire como ambos disfrutaban del pequeño y fugaz lío de fiesta que no significaba nada pero que no quitaba de ser mi mejor amiga liándose con el chico que me gustaba, a pesar de que ella no lo supiese.
Salí a la calle.
- Mira es que ahora mismo me fumaba hasta un porro ya os lo digo.
- No digas bobadas- me dijo Nerea abranzándome por detrás.
- Si ya sé que es una gilipollez, que no significa nada pero... pero...
Paula tomo la palabra.
- Molesta. Lo sé.
Asentí.
Me iba a casa, tenía sueño, quería dormir, era mejor dejarles a cada uno con sus cosas e irme un rato a descansar, era lo mejor que podía hacer.
Paula, Nerea y yo subíamos a casa y fue entonces cuando me vino un recuerdo, una conversación con Ruth, de que Adri y David estaban en Valdilla, que ambos se odiaban, pero que se suponían que ya eran maduros.
No.
- ¡¡¡EH, EH, EH NO, DAVID NO!!!- chillé.
Mi primo David se pegaba con Adri en la plaza de Valdilla delante de todos los presentes y nadie hacía nada, solo miraban en silencio.
-¡DAVID, DAVID, PARA!
Adri le atesto una patada a mi primo, quien rápidamente se defendió dándole un puñetazo en la cara al primo de Aida.
Salto un poco de sangre y no pude resistirme más.
Me subí de un salto a la espalda de mi primo.
-¡DAVID PARA TE LO DIGO EN SERIO DAVID!
- Baja ahora mismo y quítate prima, no quiero que te haga daño.
Paula se acercó a Adri.
- Adrián céntrate por favor. Sea lo que sea, haya pasado lo que haya pasado, no se soluciona así.
- Ni una palabra más- dijo él.
Yo seguía subida a la espalda de mi primo quien acabó bajándome.
- Prima, vete a casa, en serio. Está todo bien, no pasa nada. Te quiero ¿Vale?
Negué con la cabeza.
- Tú eres el que se va a casa.
Mi padre, es decir, su tío apareció en la plaza y al ver el panorama no tardó un segundo en coger a David y arrastrarlo fuera de la pelea.
-¿Qué narices te pasa?
Por lo visto la historia era un tanto simpática. Como todos sabemos, David y Tessa estaban saliendo y en una noche de mucho alcohol y descontrol David tuvo un lío con otra chica y Adri se fue de la lengua, lo que había provocado la pelea entre ellos.
Maravillosa jugada.
****
- Esto... Esto no está bien- dijo Aida.
Pararon el juego.
- Estoy harta de líos sin sentido. Yo me voy.
Salió de la casa de Puertas y este no tardó en ir tras ella como solía hacer últimamente.
- Aida... ¿Sabés que?
-¿Qué?
- Hay un camino precioso por aquí, lejos del pueblo, del ruido, de la luz. De los líos sin sentido... Si quieres podemos dar un paseo.
Aida se rió y echó a andar hacia el camino con él.
- ¿Cómo lo haces?- pregunto ella al cabo de un rato.
-¿Hacer el qué?
- Eso. El saber que hacer en cada momento, que decir, encontrar algo que me haga sonreír o que me ayude a sentir mejor.
Puertas miró al suelo y dejo soltar una pequeña risilla.
- No se. Imagino que cuando alguien me importa, se me ocurren formas de hacerla sentir lo mejor posible.
Aida le sonrió.
- Te importo.- afirmó ella.
- Pues claro que sí.
Ambos sonrieron de nuevo y siguieron caminando por el extraño paseo oscuro, lejos de la gente, del ruido, de los líos sin sentido. De todo aquello que no importaba en esos momentos.

ESTÁS LEYENDO
PRETTY GOSSIP #Wattys2016
Teen FictionValdilla es el pueblo en el que pasan las cosas más interesantes y locas. Un simple pueblucho en España, un grupo de amigos, un millón de aventuras y una primera vez para muchas cosas.... ¿Estás preparado para conocer Valdilla? Una vez que llegas, n...